Por: Ana Pereyra
New York.- Desde que
escuché el discurso del Presidente Medina, me voy pa’ mi pai’, no me para
nadie…
En su rendición de cuentas
a todo el país y como soy una persona de buen corazón, me ofrezco
voluntariamente a formar un comité de regreso triunfal y magistral con todos
los dominicanos que vivimos en el exterior.
Luego de semejante pieza,
nosotros los exiliados económicos, no tenemos nada que hacer en estos países,
donde somos extranjeros,aunque nos den oportunidades. Medina nos diseñó el país
que siempre hemos añorados y soñamos!
Por ejemplo: Ya no
tendremos que temer al salir a la calle, nuestros vecindarios serán como antes,
sin rejas en las puertas, donde los muchachos jugaban en las aceras y los
abuelos dormían las siestas con las puertas abiertas.
Ya no tendremos que
temerles a los policías y delincuentes que andan por las calles atracando, y lo
que es mejor, los del exterior tendremos seguro de salud, aunque no funcionen
los hospitales, y con llamar al 911, los femenicidios serán cosas del pasado.
Nuestra vida está
resuelta, Danilo nos está dando la oportunidad que anhelamos, volver al
turroncito adorado, a descanzar en nuestra tierra, porque lo que nos
‘aguantaba’ ya no es obstáculo, la seguridad está garantizada.
Podremos volver a nuestra
patria cargados de sueños e ilusiones, los que vivimos en el extranjero,
siempre deseamos volver a la tierra, pero no lo hacemos por la inseguridad, el
nepotismo, la corrpución, inmpunidad, carencia de viviendas y salud.
Lo bueno es, que ya no
veremos a los haitianos defecando por las calles, los vamos a controlar, desde
ese discurso se terminaron los sobornos en la frontera, porque aquel traficante
de chinos y haitianos fue nombrado cónsul en la vecina isla. Danilo dijo, que
hay trabajopor pi’pá.
Odebrecht, Punta Catalina,
Los Tres Brazos, el CEA y otros casos serán resueltos por la justicia, porque
no han llegado al rumor público.
Los que vivimos en New
York, no extrañaremos el metro, allá lo tenemos, tampoco al teleférico de Long
Island City, y cuando querramos sentir un friíto, nos vamos a Jarabacoa o
Costanza.
Todo inmigrante sueña con
volver, y yo, ya tengo mi maleta prepará porque me voy pa’ mi paí… que se ha
convertido en el de Alicia con sus maravillas…
Ah…! se me olvidaba, el
Consulado de Nueva York nos va rebajar los pasaportes, los poderes y otros
decumentos dominicanos, para ponernosla más fácil, porque eso representaba una
semana de salario.
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