Por
Geraldo Fernández
Hoy es el Día Internacional
de la Juventud y aprovecharé la oportunidad para reflexionar junto a ustedes
sobre el papel de los y las jóvenes en nuestra sociedad, en nuestro pueblo.
La juventud de nuestro
pueblo está en auge, quizás como nunca antes, está presente en todas las
organizaciones sociales, culturales, eclesiásticas, en los partidos políticos,
en el mercado laboral, en la economía, en el área profesional, en fin, en todos
los órdenes de la cotidianidad.
Pero ese auge debe ser
llevado con prudencia y paciencia, no creernos merecedores de todas las cosas
porque si o pensar que el relevo es obligatorio, porque no es así, cuando una
generación asciende lo hace sobre los hombros de la que le precedió y jamás
sobre sus cenizas.
Digo esto porque a veces
parecemos tener mucha prisa en lograr nuestros objetivos y eso nos hace daño
como generación, en cualquier momento podemos estrellarnos contra el muro de la
realidad y quedar atónitos por mucho tiempo.
Los negocios, las empresas,
los liderazgos sociales y políticos, el éxito profesional, la consolidación
familiar, todos son árboles de profundas raíces que necesitan tiempo,
dedicación y perseverancia. Primero hay que prepararse y ganarse los espacios
propios respetando los ajenos y trabajando sin descanso en favor de lo que
creemos.
Sigamos adelante con mucha
energía, optimismo y determinación pero prudentes, conscientes y responsables,
pendientes a los signos de los tiempos porque lo que tiene que ser será en su
debido momento.
"Sin prisa pero sin
pausa" dice Serrat...
El autor es Arquitecto
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