Por Walfy Antonio Serrano
Hace
precisamente casi un año que escribí
este artículo donde planteaba el gran reto que tenían los legisladores
dominicanos de implementar el voto obligatorio en la Ley Electoral Dominicana
para poder, de cierta manera, salvar la poca democracia práctica que existe en
nuestro país.
Para
ser exacto el 21 de mayo se cumple un año de haber escrito éste artículo y
precisamente al observar que en la actualidad
el tema ha generado opiniones a
favor y en contra, en los diferentes medios de comunicación, debido a que el Partido Revolucionario Moderno
ha hecho la propuesta de introducir en
la reforma que se piensa hacer a la Ley Electoral Dominicana la figura del voto obligatorio; he querido compartir con
ustedes nuevamente lo que planteé en aquel
entonces sobre la necesidad de implementar el voto obligatorio en
nuestra ley electoral.
Planteaba
que la democracia está cada día perdiendo terreno en nuestro país, los
ciudadanos, fruto de la falta de información y la baja institucionalidad del país, no confían en las
instituciones y por tal razones no sienten la motivación de ejercer su deber
consagrado en la constitución.
Estamos
encaminados a vivir en una plutocracia; que es la forma de gobierno que se desarrolla cuando
las clases altas, se encuentran a cargo de la dirección del Estado; lo que
implica la plutocracia es que las personas que dominan los recursos materiales
de un país, también ostentan el poder político, si no tomamos medidas en lo
adelante estaremos siendo gobernados por los que más dinero tengan para invertir en los
procesos electorales.
Es
fácil de percatarse de que en la actualidad los dominicanos no tengan otra
motivación para ejercer el voto más que por algunas prebendas políticas, como
artículos electrónicos, empleos, artículos ferreteros etc.; de manera que un
país donde el ciudadano que tenga más dinero, es quien tiene más posibilidad de
dirigir el Estado no podemos hablar de democracia; en un país donde las
propuestas y problemas de gobierno no tienen mucho peso electoral no podemos
hablar de democracia pero mucho menos de desarrollo político.
Es
por esta razón que es de vital
importancia implementar el voto obligatorio en la Republica Dominicana con un sistema que conlleve sanciones y
multas ya sea económicas como una manera
de fortalecer la democracia para evitar que la misma sea absorbida por la
plutocracia.
El
voto obligatoriedad y sanciones existe
en varios países de América Latina como en Chile con un 83%, Bolivia con un
85%, Perú con un 84% y Brasil con un 82%
según un informe publicado en la página web Red de conocimientos Electorales
donde se presenta una tabla con los resultados de la participación Electoral de los ciudadanos en el 2010, de distintos países de América
Latina.
Mientras
que la situación donde el voto es obligatoriedad y sin sanciones tenemos una participación muy baja de los electores
como es caso de: Nicaragua en sus elecciones regionales con un 30%, Venezuela con
un 66% Republica Dominicana en las legislativas con un 56%.
En
esos datos podernos ver que los países con voto obligatorio y sanciones la
participación de los electores es mayor mientras que donde el voto no conlleva
sanciones la participación electoral es menor.
En
el caso de la Republica Dominicana la
Constitución establece en su Artículo
75.sobre Los Deberes fundamentales
Acápite 2. que los ciudadanos deben de votar siempre que se estén en
capacidad legal para hacerlo si buscamos el sinónimo de deber se podrán dar cuenta que el deber es
una obligación por tal razón el voto en la Republica Dominicana es obligatorio
lo que no tenemos es un reglamento jurídico de sanciones castigue a quienes no
cumplan ese mandato constitucional.
De
manera que con la implementación del voto con obligatoriedad y sanciones
podríamos tener más democracia practica pero también tendríamos mayor
participación de las personas que tengan
un mayor conocimiento en los asuntos del Estado pero que no tienen la
posibilidad para poder optar por una posición electiva ya que no disponen de
los recursos económicos para competir en este sistema electoral clientelar.
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