Por
Geraldo Fernandez/El Autor es Arquitecto
Recuerdo que a finales del
2014 un tal "mono" y su banda tenían el pueblo de Nagua en zozobra y
la sociedad se movilizó para que las autoridades dieran respuesta a la ola de
delincuencia que nos azotaba, una exigencia puntual era que volvieran a traer
al Coronel Escolástico...en esa ocasión opiné que "combatir la
delincuencia no se trataba de trasladar coroneles". Hoy opino lo mismo.
El Coronel llegó y fue
recibido con bombos y platillos, a los pocos días el tal mono se entregó y la
banda fue desarticulada y Escolástico se enraizó en el imaginario popular como
el paladín del orden, el azote de los delincuentes.
En las últimas semanas se ha
desatado no una ola sino un tsunami de delincuencia y mucha gente ha arremetido
contra el coronel, unos con verdadera preocupación por la situación y otros
pescando en río revuelto, yo creo que al igual que la población la policía ha
sido sorprendida por esta situación.
La delincuencia es un
problema estructural, del sistema, influye en el desde la calle oscura sin
bombillas hasta el delincuente que ha sido apresado y liberado 20 veces, la
policía nacional por su formación trujillista no acciona, sino que reacciona,
no previene el delito, lo persigue después de cometido, este no es un problema
exclusivo de Nagua ni de la 32 compañía, en el esquema actual puede venir
ROBOCOP a dirigir y será lo mismo.
Con Escolástico he hablado
quizás dos veces en mi vida y no pasa de un saludo, me da igual que lo quiten o
que lo dejen, pero entiendo que esta sociedad no puede andar como el perro
tratando de morderse la cola, dando vueltas en círculos.
Si vamos a empoderarnos no
cometamos el error de personificar el mal en una persona como si fuera un
exorcismo, vamos a plantear acciones como sociedad que involucren a todos los
sectores y en vez de arremeter contra los responsables de la seguridad pública
démosles respaldo, con ideas, con iniciativas, invitando al diálogo entre todas
las instancias (sociedad, gobernación, fiscalía, ayuntamiento y policía) cada
quien jugando su rol.
Aunque nos sintamos impotentes
y atemorizados, el ánimo debe ser de cooperación, pido un voto de confianza
para las autoridades, y nosotros hagamos lo nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario