Por Hediberto
Pichardo. MA
El
domingo 2 de abril se celebró en Ecuador la segunda vuelta electoral entre los
candidatos Lenin Moreno por Alianza País y el banquero Guillermo Lasso por la
alianza CREO SUMA. Para sorpresas de muchos derechistas de la América Latina el
ganador lo fue Moreno, un ex vicepresidente del actual mandatario del Ecuador
el Dr. en economía Rafael Correa Delgado.
El
triunfo de Moreno, aunque su contendiente no lo ha reconocido provoca varias
lecturas obligadas.
Los
representantes de la derecha ante la caída de Kirchner en Argentina y la
llegada al poder de Macri, unido esto a la caída de Rousseff en Brasil se
frotaban las manos augurando el desplome de los llamados presidentes
representantes del socialismo del siglo XXI como fue llamado por el extinto
presidente venezolano Hugo Chávez Frías.
Los
adversarios del nuevo socialismo celebraron la caída de Dilma en Brasil así
como la salida del poder de Cristina en Argentina y daban por hecho la salida
Correa en Ecuador, a eso también se une la derrota sufrida por Evo Morales en
Bolivia en donde se realizó un referéndum que buscaba permitir la reelección
indefinida. En ese país sudamericano se celebraran elecciones en el 2019 y Evo
ha reiterado su intención de repostularse para un nuevo mandato.
La
victoria de Moreno constituye un freno a los avances de la derecha,
considerando que en Venezuela el gobierno de Maduro se balancea frente a una
terrible crisis económica que ha provocado una inflación de tres dígitos y una
lucha con el parlamento controlado por una mayoría opositora.
Debemos
recordar que tras la llegada al poder de Chávez en Venezuela en el año 1999 se
dio inicio en ese país a la llamada revolución bolivariana adoptando el
socialismo como modelo económico. Dicha postura produjo una polarización del
pueblo de la nación independizada por Bolívar entre los seguidores de Chávez y
los opositores a su régimen.
La
situación en Venezuela se ha tornado caótica al extremo de que el actual
secretario general de la OEA el uruguayo Luis Almagro ha planteado la urgencia
de aplicarle a esa nación la llamada carta democrática con la cual ese país
sería sancionado y aislado por según lo dicho por el secretario se ha apartado de la democracia.
También
es pertinente tener en cuenta el farsante juicio político que destituyo del
poder a la presidente Dilma Rousseff del partido de los trabajadores, cuyo
líder principal lo es el carismático lula da silva.
En
la Argentina de San Martín también soplaron vientos a favor de la derecha
neoliberal cuando llego al poder Mauricio Macri, poniéndole fin a 12 años de
gobierno kirchnesista formado por la pareja de Néstor y Cristina. En la
actualidad Argentina está sufriendo los embates del gobierno neoliberal de Macri
y donde las huelgas no cesan.
Es decir que de acuerdo a lo que hemos visto,
los partidos de derecha han desbancado a los gobiernos de corte populista y
socialista. En el caso de Ecuador en donde Correa encabeza desde hace 10 años
la llamada revolución ciudadana de tendencia socialista, aquellos que esperaban
seguir implantando gobiernos de derecha han sufrido un duro revés. Por lo que
la victoria del abanderado de Correa puede ser vista como un empuje y alivio a
los gobiernos progresistas de América Latina, a aquellos gobiernos que
defienden la soberanía de sus naciones y que no se han dejado doblegar antes
las injerencias de potencias extranjeras.
El
Ecuador es una nación de América del Sur que cuenta con importantes recursos
petroleros y con una economía dolarizada que ha logrado importantes avances con
el gobierno de Correa tanto en materia de infraestructura, avances en la
educacion y en la reducción de la pobreza.
Las
próximas elecciones interesantes en América latina serán las de México en donde
todo apunta a una victoria de Andrés Manuel López Obrador el cual ha formado su
propia agrupación denominada MORENA, todo indica que con el triunfo de Moreno
en Ecuador no todo está perdido en América Latina.
Finalmente
Correa en ausencia de Chávez y de Castro emerge como el gran líder de los
llamados gobiernos socialistas porque gracias a su buena obra de gobierno pudo
no optar por la continuidad y apoyar a un candidato, que dicho sea de paso está
imposibilitado de sus piernas debido a un impacto de bala que sufrió en el
1998, resultando vencedor y demostrando correa que el relevo político es
posible.
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