Por: Nélsido Herasme
El
barrio 27 de Febrero tiene una historia hermosa que contar, porque las familias
de este sector se sienten orgullosas de vivir en el, pero son dieciséis y hasta
diecisiete largas horas sin energía
eléctricas.
¿Somos
marginados? No, tan solo formamos parte de un sector apagado, el que quiere que las autoridades de
la Empresa Distribuidora de Energía del
Este (Edeeste) discuta y negocie con quienes tenemos el deseo y albergamos la
esperanza de superar esta lacra que nos mantiene ciegos por las noches.
El
Comité de Amigos del Barrio 27 de Febrero (Cabf), una entidad social, sin fines
de lucro y legalmente constituida, recientemente tuvo el honor y el privilegio
de recibir al licenciado Ángel Casado, encargado de la Dirección de
Responsabilidad Social de la CDEEE
(Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales), quién preocupado por
nuestra dificultad, nos ha colocado en el trayecto de buscar una solución de
ver la luz aunque sea al final del túnel.
Es
a partir de ese encuentro que nos apersonamos a Edeeste, con una propuesta
escrita a las oficinas corporativas y al despacho de su administrador y gerente
general, ingeniero Luis Ernesto de León, con el objetivo de animarlo para que
con su equipo de gestión social, dirigido por el ingeniero Rosendo Correa, nos
juntemos en el barrio para que nos digan qué tipo de acciones debemos emprender
de cara a eliminar las largas tandas de apagones, la que mantiene trastornado
el desenvolvimiento de las actividades comerciales, educativas, religiosas, de
salud, sociales y culturales del sector.
Las
organizaciones sociales y comunitarias conjuntamente con los representativos de
los demás sectores afectados queremos una salida negociada a este terrible
flagelo que se llama apagón.
El
27 de Febrero es un barrio pujante, de cuyo seno han salidos sacerdotes; altos oficiales militares y
policiales; deportistas de todas las disciplinas, artistas y profesionales por
montón, pero vivimos en tiniebla, debido a la desgracia de los apagones que
crea oscuridad con su secuelas de
atraso, vandalismo y delincuencia.
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