Carrera
médica y contribuciones
En 1816 Laënnec fue
nombrado médico jefe del hospital Necker. Fue profesor de medicina en el
Colegio de Francia entre 1822 y 1826, sucediendo a Jean-Nicolas Corvisart, un
famoso cardiólogo y médico particular de Napoleón Bonaparte.
Tres son las principales
contribuciones de Laënnec a la medicina:
La invención del
Fonendoscopio, y la descripción de su uso para diagnóstico.1
La delimitación de cuadros
semiológicos de enfermedades cardíacas y pulmonares.
La descripción de
numerosas lesiones anátomo-patológicas.
En aquella época, se
practicaba la auscultación inmediata apoyando el oído directamente al pecho.
Con frecuencia, el médico interponía un pañuelo de seda para evitar el contacto
directo con el paciente.2 El procedimiento tenía varios inconvenientes, entre
ellos, la dificultad para percibir ruidos en pacientes obesos, y el atropello
al recato de mujeres. Se cuenta que Laënnec se inspiró en unos niños que
jugaban con una rama de árbol, al ver que uno de ellos rascaba la madera
mientras otro aplicaba el oído para oír el sonido amplificado.3
En 1819, apareció su obra
de dos voluminosos tomos "De l'auscultation médiate ou traité de
diagnostic des maladies des poumons et du coeur fondé principalement sur ce
nouveau moyen d'exploration" ("De la auscultación mediada o tratado
sobre diagnóstico de enfermedades de los pulmones y el corazón basado
principalmente a partir de este nuevo medio de exploración")1 . Había
estado delimitando los cuadros semiológicos de múltiples enfermedades con
minuciosidad, anotando los sonidos escuchados mediante su estetoscopio y
relacionándolos con los resultados de autopsias para los pacientes que habían
fallecido.
Son numerosas las lesiones
que caracterizó en sus excelentes descripciones, entre ellas: bronquiectasias,
enfisema pulmonar, edema e infarto pulmonares, neumonía lobar, gangrena
pulmonar, neumotórax, pleuresía, tuberculosis pulmonar y el compromiso
tuberculoso de otros órganos, entre ellos de las meninges. Se adelantó en más
de medio siglo en reconocer que los tubérculos y el exudado gelatinoso y
caseoso correspondían a la misma enfermedad y no a dos distintas como se creía
entonces. Se había dado cuenta, sin usar el microscopio, que una forma podía
transformarse en otra. La creencia dualista, apoyada por Rudolf Virchow, iba a
persistir hasta el descubrimiento en 1882 del bacilo de la tuberculosis por
Robert Koch .
El nombre de Laënnec está
asociado a una forma de cirrosis hepática (cirrosis hepática de Laennec o
cirrosis alcohólica). Curiosamente esto no se debe a que haya hecho un aporte
sobre el tema, sino simplemente a una nota a pie de página proponiendo el
nombre cirrosis (del griego kirrós, "amarillo") para el hígado
granular, indurado y amarillento encontrado en la autopsia de un caso de
enfisema pulmonar.
En 1826, el año de su
muerte, apareció la segunda edición de su obra con el simple título de Traité
d'auscultation mediate (Tratado de auscultación mediata). En ella, cuenta cómo
ocurrió el accidente del contagio tuberculoso: veinte años atrás, examinando
unas vértebras tuberculosas, la sierra le había erosionado el índice de la mano
izquierda. Refiere con detalle cómo se desarrolló la lesión que apareció tras
el accidente y cómo se la trató.
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