Doña Georgina había
adelantado que “cuando muriera sería famosa”
Por Marga Parés Arroyo / mpares@elnuevodia.com
Inicialmente la difunta había pedido que la velaran con
patines. (francisco.rodriguez@gfrmedia.com)
Excepto los patines, el resto de los deseos de Doña
Georgina Chervony Lamboy fueron cumplidos como parte de los arreglos fúnebres
que había coordinado y expresado en vida.
La octogenaria, que falleció hace unos días y su cuerpo
fue velado sentado en un sillón, fue enterrada esta mañana en el Cementerio de
Villa Palmeras, en Santurce. La acompañaban tres de sus seis hijos (Noelia,
Myriam y Dolores Lamboy) y otros familiares y amigos.
"Mami sí que hasta lo último se las trajo",
cuenta Noelia, de 61 años. Según dijo, fue hace cuatro años, tras la muerte del
único hijo varón de Doña Georgina, que esta decidió que quería ser velada
sentada en el sillón, vestida con el traje de novia de sus segundas nupcias y
en patines.
"Para ella fue bien difícil verlo así, a su hijo
consentido. Estuvo dos semanas hospitalizada entonces, porque padecía del
corazón, y dijo que no quería que fuera tan fuerte para nosotras (sus cinco
hijas) cuando le tocara a ella (morir)", dijo.
Además, contó Noelia, ella padecía de claustrofobia y no
quería que la encerraran en la caja (fúnebre) y había dicho que cuando se muriera
sería famosa.
"Ella habló (en vida) en la Funeraria (Marín) y les
dijo lo que quería", indicó.
Moi Marín, empleado del lugar, confirmó que ella hasta
escogió las tarjetas de recordatorio de su deceso y el mensaje que estas
llevarían.
"Ella siempre fue bien alegre y buscaba la paz y la armonía
y si veía a alguien triste se sentaba al lado y le preguntaba qué le
pasaba", contó Noelia antes de salir de la funeraria al cementerio.
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