Escritores y
dirigentes políticos latinoamericanos rindieron tributo al fallecido Gabriel
García Márquez, un escritor colombiano de talla universal que deja una obra tan
grande como el vacío que ha producido su muerte
Bogotá (EFE).- Escritores y dirigentes políticos latinoamericanos rindieron
tributo al fallecido Gabriel García Márquez, un escritor colombiano de talla
universal que deja una obra tan grande como el vacío que ha producido su
muerte.
La noticia de su fallecimiento, que corrió como reguero de
pólvora por los medios latinoamericanos, fue confirmada por el presidente de
Colombia, Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter.
"Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más
grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la
familia", escribió el presidente Santos.
Entre los escritores que reaccionaron a la muerte del
único colombiano ganador de un Nobel, en 1982, está el peruano Mario Vargas
Llosa, quien fue muy amigo de "Gabo", como se conocía cariñosamente
al creador de "Cien años de soledad", pero tuvo un desencuentro con
él y su amistad terminó en 1976 con un puñetazo.
"Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran
difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua", declaró Vargas
Llosa con evidente congoja a un reportero del canal N de televisión.
"La lengua española ya nunca fue la misma con Gabo y
nunca volverá a serlo sin Gabo. Mi sentimiento es de desolación", escribió
el escritor y ex vicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez en su cuenta de
Twitter.
Para Ramírez, "el lugar de la Mancha de cuyo nombre
Cervantes no quiso acordarse es Macondo. De Cervantes a Gabo se extiende el
arco mágico de la lengua".
Con la muerte de García Márquez "se cierra el
capítulo del realismo mágico en lengua española", dijo, por su parte, el
escritor mexicano Homero Aridjis.
"Es una pérdida difícil para todos. Una pérdida que
evoca grandes memorias. Pero por lo menos podemos conformarnos con la idea de que
podemos llenar ese vacío con la gran obra que nos dejó", afirmó a Efe la
novelista brasileña Nélida Piñón.
La escritora chilena Isabel Allende dijo sentir una
"pena inmensa" por el fallecimiento del autor colombiano, que, según
dijo, fue "un maestro" para todos los autores latinoamericanos
contemporáneos.
Era "el último escritor verdaderamente universal y
sin duda el más famoso del siglo XX", dijo a Efe el periodista y escritor
colombiano Santiago Gamboa, quien comparó aGarcía Márquez con el fallecido líder
sudafricano Nelson Mandela.
La novelista panameña Rosa María Britton señaló que
escritores como García Márquez no mueren nunca porque su obra va ser leída
siempre. "Lo que él escribió lo va a leer todo el mundo por mucho tiempo,
por muchos años y va a ser inmortal", dijo.
Desde el mundo de la política también hubo una lluvia de
elogios para el escritor nacido de Aracataca hace 87 años.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010)
lamentó la muerte del "maestro" que hizo que "millones de
habitantes del planeta" se enamoraran de Colombia.
Otro exjefe de Estado de Colombia, Belisario Betancur
(1982-1986), se manifestó "consternado" por la muerte de su amigo
"Gabo", a quien definió como "un grande de la literatura
universal".
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
lamentaron también la pérdida. "Pierde Colombia, pierde el mundo por el
fallecimiento de Gabo. Sus obras salvaguardan su memoria. Acompañamos a su
familia en este momento", señaló la guerrilla.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, calificó a
García Márquez como "uno de los más grandes escritores de nuestros
tiempos" y subrayó que con su obra "hizo universal el realismo mágico
latinoamericano, marcando la cultura de nuestro tiempo".
"Latinoamérica y el mundo entero sentirán la partida
de este soñador", dijo el presidente de Perú, Ollanta Humala, quien le
deseó que descanse en paz "allá en Macondo", el pueblo de "Cien
años de soledad".
"Honduras entera se solidariza con Colombia y le
acompaña en su tristeza ante la pérdida del ilustre Gabo", expresó el
presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, en su cuenta en Twitter.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, escribió en
Twitter: "se nos fue el Gabo, tendremos años de soledad, pero quedan sus
obras y amor por la Patria Grande".
"El presidente Otto Pérez y la vicepresidenta Roxana
Baldetti se solidarizan con la familia del escritor, con los colombianos, con
los mexicanos -patria adoptiva del novelista desde 1961- y con América
Latina", afirmó el gobierno guatemalteco.
"Devastador como 'Historia de un secuestro' o
'Crónica de una muerte anunciada'. Inconsolable como 'Cien años de soledad'.
#RIP @ElGabo", escribió la mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla.
La ministra boliviana de Comunicación, Amanda Dávila, dijo
que García Márquez "sobre todo" fue un "gran hombre"
comprometido "con la gran patria latinoamericana".
"A través de su legado literario quedará por siempre
el recuerdo de 'Gabo' en las actuales y futuras generaciones", subrayó la
Secretaría de Cultura de la Presidencia de El Salvador.
"La verdad que me pasan tantas cosas con esta
noticia, no tengo palabras, se trata sin dudas de un grande de la literatura
universal, creador de ese magnifico movimiento identitario que es el realismo
mágico", expresó el secretario de Cultura del Gobierno argentino, Jorge
Coscia.
El expresidente panameño Arístides Royo (1978-1982) dijo a
Efe que murió uno de los más grandes autores en lengua española del siglo XX y
el siglo XXI y, además, "un gran amigo de Panamá y un escritor latinoamericano
de carácter universal".
"Nos deja una obra prolífica e inspiradora, que
seguirá alimentando nuestra imaginación", dijo el exjefe del Estado
chileno Sebastián Piñera sobre la figura del Nobel de Literatura 1982.
Con García Márquez "desaparece la figura más
representativa de la literatura en español y uno de los novelistas más
importantes del siglo XX", aseveró el ministro español de Educación,
Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
El periodismo,
compañero de viaje de Gabriel García Márquez
Bogotá (EFE) Escritor de cuentos, novelas, guiones y hasta
boleros frustrados, Gabriel García Márquez viajó siempre acompañado por su
instinto de periodista de raza, con el lapicero a mano y la capacidad de
observación de un lince.
Aunque parezca de fábula, el universo que evocó el
escritor colombiano era real. Cada historia y cada vivencia pasaban por el
tamiz de su ojo de periodista porque estaba convencido de que "la crónica
es la novela de la realidad".
El idilio del genio colombiano con la literatura y el periodismo
nació casi al mismo tiempo, cuando apenas iniciaba su formación en Bogotá,
lejos de su tierra caribeña y en una ciudad gris que marcó sus primeros pasos
con el "Bogotazo", como se conocen los disturbios que derivaron del
asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Alrededor de ese hecho histórico comenzó su carrera con
los primeros cuentos publicados en prensa. "La tercera resignación"
abrió la veda en El Espectador en 1948, y luego como reportero siguió buscando
la comunión entre la literatura y el periodismo en dos ciudades de su Caribe
natal: Cartagena y Barranquilla.
En el mismo diario bogotano publicaría en 1955 en 14
entregas un reportaje emblemático: "Relato de un náufrago".
En ese entonces el futuro Premio Nobel de Literatura de 1982
era apodado "Trapo loco", vestía coloridas camisas y dormía en
pensiones de mala muerte con los bajos salarios que recibía en El Universal de
Cartagena y El Heraldo de Barranquilla, pero nunca faltaron libros que leer ni
botellas de ron blanco que apurar con sus amigos intelectuales.
En esos prolíficos años devoró a William Faulkner, Ernest
Hemingway, Virginia Woolf y a John Dos Passos, forjó una afición enfermiza por
el cine, conoció a su íntimo amigo y compatriota Álvaro.
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