Proclamó que desde el Ministerio de
Educación se avanza con una cobertura altamente significativa en el género
femenino, “reiterando que nuestro reto es la mejora de la calidad”. Dijo que
para ello se trabaja arduamente con políticas, planes y proyectos encaminados
hacia el fortalecimiento de la gerencia del sistema educativo, (Direcciones
Regionales y Distritales), mejorando la oferta curricular.
Indicó que actualmente Educación se
encuentra en medio del Proceso de Revisión y Actualización del Currículo,
cualificando progresivamente a las y los docentes, en coordinación con el
Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio, INAFOCAM y el
Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), propiciando la
participación de la familia y de la comunidad en el proceso formativo de sus
hijas e hijos, al tiempo que se fortalece la perspectiva inclusiva de género desde una mirada
transversal.
Al pronunciar una charla en el seminario
Políticas, Planes y Programas de Prevención, Atención y Sanción a la Violencia
Intrafamiliar y Contra las Mujeres: Avances y Desafíos, auspiciado por el
ministerio de la Mujer, el funcionario expresó que en la formulación y
ejecución de esas políticas deben participar todos los sectores nacionales
aunados en un solo propósito.
“La escuela constituye un escenario idóneo
para educar en igualdad y para promover
la equidad de género, lo cual, desde un trabajo articulado con la familia y con
la comunidad, así como con los medios de comunicación, tiene un efecto potente,
cuyo trabajo estamos altamente comprometidos con potenciar”, subrayó.
Amarante Baret se siente comprometido con
el fortalecimiento y desarrollo de todas las estrategias y acciones preventivas para que desde la escuela se
superen situaciones que se presentan relacionadas con posibles abusos, acosos,
sexismo, roles estereotipados, así como embarazos entre adolescentes y
embarazos de adolescentes por parte de personas adultas. “Es todo un reto, pero
el desafío nos compromete”, sentenció.
A
su juicio, lo anterior cobra un sentido y un significado cada vez más relevante
cuando se reconoce y se asume la importancia que efectivamente tiene el sector
educación para educar con una perspectiva incluyente, respetuosa y basada
en el reconocimiento de los derechos
humanos para la construcción de una
nueva ciudadanía ética y ciudadana.
El ministro de Educación afirmó que todas
estas acciones se ven reforzadas y fortalecidas por los logros alcanzados en
materia de alfabetización con el programa “Quisqueya Aprende Contigo”, lanzado
por el presidente Danilo Medina, quien también se ha trazado la meta de
construir 28,000 nuevas aulas para integrarlas al sistema educativo nacional,
en tanto que la aplicación de la Jornada de Tanda Extendida ya es una realidad.
Según Amarante Baret, resulta
impostergable continuar el proceso de
fortalecimiento de todas las políticas públicas definidas y acordadas
de manera conjunta, para favorecer la
equidad de género, a partir de efectivas estrategias de coordinación interinstitucional e
intersectorial, que aunque en mucho se ha avanzado, deben continuar siendo
fortalecidas cada día.
Entiende que las políticas educativas
basadas en la equidad de género ameritan
de un abordaje pedagógico centrado en miradas transversales, sistémicas
e integrales, desde las cuales se pueda
continuar reforzando el hecho de que, como seres humanos, es imperativo el
compromiso conjunto para continuar construyendo espacios de convivencia
cotidianos basados en el fortalecimiento de
relaciones armónicas y significativas.
Es de opinión que en esas relaciones debe
primar el respeto, la valoración desde la primera infancia para poder hablar de
convivencia armoniosa y pacífica, igualdad de derechos sin ningún tipo de
exclusión y discriminación.
Entiende que por ello la educación juega
un papel de primer orden, ya que desde los primeros años de vida, tanto en el
seno de la familia como desde la comunidad se van promoviendo prácticas, roles
sociales estereotipados que dificultan los procesos de construcción de
ciudadanía a partir de una mirada igualitaria entre géneros.
Afirmó que la competencia ética y
ciudadana, la comunicativa, de pensamiento lógico, crítico y creativo, de
resolución de problemas, la científica, la ambiental y de la salud y la
personal y espiritual son las siete grandes competencias que han sido definidas
desde el currículo que actualmente está en proceso de revisión y actualización.
Esas competencias, según el ministro de
Educación son las que van promoviendo una cultura igualitaria e incluyente, no
importa el nivel en que se encuentre el estudiante, desde el inicial hasta el
secundario.
“Es por estas razones que el abordaje
pedagógico transversal desde el currículo, para el desarrollo de nuevas
prácticas basadas en la equidad, en la igualdad de género y en los derechos
humanos se hace tan necesario en la escuela, y es lo que justamente se está
promoviendo día tras día”, agregó.
Consideró que la escuela misma afronta el
gran desafío de trascenderse a sí misma porque la familia y la escuela se
constituyen en espacios desde donde se reproducen no sólo estereotipos,
percepciones, prejuicios, mitos, tabúes, creencias y modelos culturales
dominantes que son los que definen las formas de pensar, los modos del
lenguaje, las formas de relacionarse, las formas de vida y determinados
patrones de cultura.
Recordó que el país es signatario de
acuerdos internacionales, entre ellos el Foro Mundial sobre Educación Dakar
2000 y Los Objetivos del Milenio ONU 2000, que nos comprometen como nación a
promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer y a lograr una
enseñanza primaria universal, meta superada en más de un 92 por ciento. Esos
acuerdos también nos comprometen a eliminar las desigualdades entre los géneros
en la enseñanza primaria y secundaria en todos los niveles para el 2015.
Destacó que las Metas 2021, auspiciadas
por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) 2008, de las cuales
también somos signatarios, nos comprometen, entre otras a lograr la igualdad
educativa y superar toda forma de discriminación en la educación, universalizar
la educación primaria y la secundaria básica, a ampliar el acceso a la
educación superior y a mejorar la calidad de la educación y el currículo
escolar, “lo cual, como hemos comentado, se va logrando de manera sostenida.
“Cuenten con nosotros para apoyar los
procesos de construcción de una cultura democrática cada vez más acorde con los
sueños de tantos hombres y mujeres que sustentaron ideales orientados al bien
común y al ejercicio de una ciudadanía cada vez más abierta e inclusiva,
fundamentada en la promoción y respeto a los derechos humanos, particularmente
en la equidad, la justicia social y todo cuanto hacer posible una vida digna y
una mejor calidad de vida”, proclamó.
Apuntó que la mujer dominicana ha jugado
y juega permanentemente un rol estelar en el desarrollo nacional, haciendo
aportes altamente significativos y trascendentales en términos educativos,
políticos, científicos, económicos, sociales y culturales, y “nuestro deber es
potenciar todo esto desde la escuela”.
Dirección General de Comunicación y Relaciones
Públicas/Lunes 25 de noviembre 2013
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