Mientras el fantasma del fin de los tiempos se desvanece,
llega el de un número tristemente célebre, y el de sus efectos en el año que se
inicia. Sin embargo, en un elevado sentido espiritual, el 13 es positivo.
Con la llegada de 2013, ya han comenzado las prevenciones
acerca de este número, popularmente considerado de mala suerte. ¿De dónde viene
esta fama siniestra? ¿Nos salvamos del fin del Mundo y viene un año sólo para
valientes?
Una fama ancestral
La vieja campaña anti número 13 viene desde una época muy
remota. Incluso se cita que el Código de Hamurabbi, conjunto de leyes de la
civilización babilónica (1.760
A.C.), no contiene el 13. Otro ejemplo es el de la
mitología nórdica, donde Loki, el dios maligno que traiciona a su padre Odín,
era el dios número 13.
También se relaciona con que los meses del calendario
gregoriano -romano católico- eran doce (como los apóstoles), mientras que los
meses del calendario lunar presente en muchas culturas, entre ellas la maya,
china y celta, son de 28 días y son 13. En tiempos tempranos de la Iglesia, era
frecuente demonizar y propagar la idea de que era de mala suerte todo lo no
cristiano y, así, alejar a la gente de otros cultos considerados paganos.
“El número 13 tiene
mala fama porque 13 eran en la Última Cena (Jesús y los doce apóstoles) y a uno
lo mataron -explica Victoria Arderius, profesora de tarot-, pero si lo
observamos desde una perspectiva espiritual, 13 es el número que marca a Jesús,
el más luminoso de los hombres, el hijo de Dios.” Por lo tanto, se trata de una
instancia superadora de lo humano hacia lo divino.
Victoria comenta además que los nacidos en día 13 no se
caracterizan por su mala fortuna, sino que son como “radiadores cósmicos” que
expanden lo que llevan adentro. “Si están contentos, lo contagian y si están
tristes, también.” Esta energía vital magnífica y potente les permite ser faros
de esperanza y luz, si así se lo proponen”.
Desde esta perspectiva esotérica, los nacidos en día 13
son almas viejas que ya han transitado varias experiencias vitales y por lo
tanto han desarrollado más sus capacidades, por lo que están listos para dar un
salto evolutivo en la vida presente. Esto coincide con lo que dice el Tarot
sobre este número: la muerte de lo antiguo, la transformación.
“En el Tarot, el 13 es el famoso Arcano sin Nombre, que
marca a La Muerte, la gran igualadora, porque le llega tanto al príncipe como
al mendigo. Es una carta que indica cambios profundos, con lágrimas. Al fondo
de la imagen de la carta -prosigue Arderius-
podemos ver que una vez atravesado el dolor y la pérdida, aparece un
nuevo amanecer. Como vemos en la naturaleza: nada se pierde, todo se
transforma.”
“Por eso -concluye-, muy probablemente un año terminado en
13 vendrá cargado de episodios muy fuertes cuyas consecuencias abarcarán muchos
años posteriores. Brindemos entonces por un nuevo ciclo transformador, que se
lleve lo que no sirve y traiga de regalo lo que necesitamos para evolucionar.”
Significados
profundos
Javier Wolcoff, presidente de Kabalah Aplicada, va mucho
más allá de las perspectivas humanas para adentrarse en lo místico. Esta
asociación dicta clases en línea sobre Kabalah a miles de alumnos de habla
hispana en forma gratuita, gracias a voluntarios, como Javier, estudioso de la
Kabalah desde muy joven y profesor de Kabalah durante los últimos 18 años.
La Kabalah es una disciplina y escuela de pensamiento
esotérico relacionada con el judaísmo, que nos habla de las causas metafísicas
que tienen sus consecuencias en el mundo físico. Enseña que las letras del
alfabeto hebreo tienen un valor númérico, por lo que las palabras tambien lo
tienen y simbolizan determinados tipos de energía que es convocada por el
pensamiento.
“Lo primero que debemos explorar –aclara Wolcoff- es esto
de la buena o mala suerte. Según la Kabalah, la suerte no existe. Lo que sí
existe es la capacidad del ser humano de generar su propia realidad a través de
su conciencia y su pensamiento; de ahí el peligro de pensar que algo es de mala
suerte. Los que están hablando del 2013 como un año difícil por su número, así
lo están decretando y seguramente así será para ellos.”
“En hebreo -prosigue el experto-, la palabra que se
utiliza para referirse a la suerte, MAZAL, se traduce como Signo. Los
Kabalistas explican que la Palabra MaZaL es un acrónimo formado por las
iniciales de otras tres palabras, Macom, Zman y Limud (Lugar, Tiempo y
Enseñanza). Todos, en cada momento,estamos en el Lugar y el Tiempo correcto
para aprender una Enseñanza. No tener Suerte (Mazal) es no aprender de cada
Lugar y cada Momento que la vida organiza para nuestro crecimiento, aun cuando
a veces sean momentos difíciles.”
El 13 tiene muchos significados positivos, según la
Kabalah; el primero es estar por encima de la influencia astral, ya que los
signos del zodíaco son 12 y los Kabalistas afirman que no hay Mazal (Signo)
para las personas espirituales, es decir que aquel que es espiritual está por
encima de los signos del Zodiaco. Así,
el 13 y lo que simboliza es el propósito mismo de la creación: restaurar la
unidad entre el hombre y Dios.
“Hay tres palabras hebreas que tienen el valor numérico
13, EJAD (Uno o Unidad), AHAVA (Amor) y DAAGA(Cuidar). El verdadero propósito
de la creación es restaurar la Unidad inicial entre todos los pedazos de la
Vasija (los seres humanos) y la Unidad entre la Vasija y la Luz (Nosotros y el Creador),
y la única forma de lograrlo es a través de Amor y Cuidado. Amar es cuidar del
otro como si fuera UNO mismo sin esperar nada a cambio. De la misma forma que
vivimos tratando de satisfacer nuestros deseos, así deberíamos ver de
satisfacer los deseos de los demás. Esta es la fórmula para estar por encima de
las influencias astrales.”
Nos dice el portal argentino Clarin que en suma, 2013
puede ser un año fantástico, en el que se terminen viejos conflictos, para
evolucionar hacia algo mejor, si estamos alertas sabiendo que nuestro poder
está en el pensamiento, con el amor a los demás como guía.
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