Lea Aquí. La cantante
Jenni Rivera alcanzó a arreglar un problema muy fuerte que tenía con su hija La
Chiquis
Entre los hierros retorcidos del avión accidentado donde
murió la cantante Jenni Rivera encontraron la licencia de vuelo del piloto
mexicano Miguel Pérez Soto, expedida por la Administración Federal de Avicación
(FAA) de EU. La fecha de nacimiento (01-21-1934) confirma que estaba por
cumplir 79 años, pero también revela una restricción mayor atribuida
seguramente a la edad: “No es válida para el transporte de personas” y “es
válida solamente acompañado por el piloto mexicano con licencia número 200112880”. (Puede usted
ver esa licencia en la cuenta Twitter de quien esto escribe: @RaulRodriguezC).
¿Quién es el piloto poseedor de esa licencia, acaso el que
venía también en el fatídico vuelo? Por lo pronto, no ha sido posible indagarlo,
pero ya se sabrá. El nombre del otro piloto lo dio el domingo la Dirección de
Aeronaútica Civil (DGAC): Alejandro Torres Álvarez, un joven de 20 años, recién
graduado en la promoción 2012 como FAA Commercial Pilot-Instrument Rated,
Airplane Single-Multi Engine Land. (También en @RaulRodriguezC puede usted ver
la foto).
Esto da lugar a algunas certezas e implicaciones: 1. Que
el piloto Pérez Soto (cuya edad también es confirmada por el pasaporte mexicano
encontrado en los restos de la aeronave y que puede usted ver en
@RaulRodriguezC), iba de copiloto del recién graduado; 2. Que no obstante que
en EU no hay prohibición expresa respecto a la edad de los pilotos (mientras
que en México el artículo 42 del reglamento de la DGAC establece que después de
los 75 años se revoca en definitiva la licencia de un piloto) hay
incumplimiento de las restricciones establecidas en la licencia de vuelo y
habría que indagar si está vigente la licencia mexicana expedida por la DGAC,
con la que tuvo que realizar el trámite de la estadounidense; 3. Que también se
viola, presumiblemente, la disposición mexicana que prohíbe lo que se denomina
“cabotaje”: un vuelo de un avión estadounidense —como es el caso— puede traer a
México pasaje y dejarlo en un punto específico, pero no puede venir de allá a
algún destino de la República para recoger pasajeros que llevará a otro punto
(en las líneas comerciales esta restricción es conocida como la quinta
libertad, que a lo mejor no aplica en los vuelos privados); y 4. Que una
violación más es que, según la Comandancia del Aeropuerto de Monterrey, los
pilotos tenían más de 19 horas de guardia cuando, por reglamento, no pueden
estar más de 10.
Pero a fuerza de ser justo, el piloto Pérez Soto tenía una
sobradísima experiencia, ampliamente reconocida en el medio. Fue piloto de
Carlos Hank González (cuando fue director de Conasupo), del recién fallecido
Roberto González Barrera, dueño de Banorte y el Grupo Maseca; y de Octaviano
Campos Salas, secretario de Industria y Comercio de Gustavo Díaz Ordaz. Además,
piloteó helicópteros y era instructor de emergencias en vuelo.
El avión accidentado era un Lear Jet 25, matrícula de EU
N345MC, construido en 1969. Ya tenía 43 años. Aunque no tenía prohibición
expresa de vuelo, ya era un equipo viejo y volarlo era, por lo menos,
irresponsable. De acuerdo con sus registros, de 1998 a la fecha del
accidente, había realizado 2 mil 600 vuelos, 50 este 2012.
El 1 de julio de 2005, el Lear Jet 25 N345MC tuvo un
accidente del que resultó severamente dañado. De acuerdo con el informe
correspondiente de la National Transportating Safety Board (la agencia del
gobierno de EU encargada de investigar los accidentes de aviación), el percance
ocurrió en el aeropuerto internacional Rick Husband, de Amarillo, Texas. Los pilotos
reportaron “pesadez” de una de las alas y realizaron un aterrizaje de
emergencia en el que el Lear Jet finalmente se despistó.
(www.ntsb.gov/aviationquery/brief2.aspx?ec_id=20050803X0150&ntsbno=DFW05CA174&akey=1).
Según papeles del avión, fue registrado por la empresa
MCOCO Inc. de Houston, que a su vez lo vendió a la actual propietaria, Starwood
Managment, con sede en Las Vegas y en la que se asegura es accionista Christian
Eduardo Aquino Núñez, de quien se dice es investigado en EU porque en algunos
de sus vuelos transportó miles de dólares y, presumiblemente, pretendió
introducir ilegalmente a México, en uno de sus aviones, a un hijo del ex
dictador libio Mohamar Kadafi. Además, se le condenó por alterar datos de
vuelos y la DEA le decomisó dos aeronaves. La operadora del avión es Air
America Jet Charter, con sede en Houston, cuyo presidente es William McCarter.
El avión, por lo tanto, no pertenecía a Jenni Rivera, ni
se puede implicar que por la información de la aeronave aquí citada, ella o los
pilotos tuvieran alguna relación con personajes oscuros.
Lo oscuro son este tipo de empresas que ofrecen servicios
de aviación y que en este caso fueron contratados por los promotores de la
famosa cantante.
Jenni Rivera alcanzó
a perdonar a su hija
La cantante Jenni
Rivera alcanzó a arreglar un problema muy fuerte que tenía con su hija La
Chiquis
El Gráfico
Ciudad de México Martes 11 de diciembre de 2012.- Antes de
su muerte, la cantante ofreció un concierto en la Arena de Monterrey Nuevo
León, y ahí complació a muchos de sus fans, además de dedicar un tema a su hija
para perdonarla.
Cuando la cantante interpretó "Paloma Negra" se
puso a llorar en el que sería el último concierto de su vida.
De acuerdo con TVNotas, ese mismo día ella le perdonó a su
hija la infidelidad que cometió con su ex esposo, Esteban Loaiza.
Jenni Rivera perdió la vida en un accidente aéreo la
madrugada del domingo 9 de diciembre, al estrellarse su avión.
Murieron también el publirrelacionista Arturo Rivera; el
maquillista Jacob Yebale; su peinador Jorge Sánchez, el abogado Mario Macías y
dos pilotos, llamados Miguel Pérez Soto y Alessandro Torres.
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