Primera Hora
El asunto es que cada vez se escucha con más frecuencia que figuras del mundo del espectáculo confiesen que padecen de una condición que para algunos podría no parecer ni tan peligrosa ni atemorizante: la adicción al sexo.
Con cada vez más frecuencia aparecen titulares que informan que tal o cual actor o cantante hará un alto en su carrera con el propósito de ingresar en alguna clínica especializada en el tratamiento de la adicción sexual.
David Duchovny, por ejemplo, el protagonista de la serie paranormal X Files, sorprendió a sus fanáticos cuando, recién comenzada su participación estelar en la producción Californication, de Showtime, en la que encarnaba a un escritor desequilibrado que no podía controlar sus impulsos sexuales, tuvo que retirarse momentáneamente para tratar su adicción al sexo.
A principios de los años noventa, antes de casarse con la actriz Catherine Zeta Jones, el veterano actor Michael Douglas recibió tratamiento por adicción al sexo en la ciudad de Los Ángeles.
Más recientemente, Charlie Sheen, encabezó titulares de más de una publicación de farándula en Estados Unidos, dado a sus problemas de adicción tanto a la cocaína como al sexo, según él mismo confesó.
Otra estrella que se ha enfrentado a ambas adicciones es el actor Robert Downey Jr.
Billy Bob Thornton, ex esposo de Angelina Jolie, también confesó ser adicto al sexo, como el cantante británico Robbie Williams y, el menos famoso, Eric Benet, cuya adicción al sexo impulsó su divorcio de la actriz Halle Berry.
Y aunque fuera del mundo del espectáculo, pero no menos famoso, el golfista Tiger Woods, estremeció al mundo a fines de 2009 cuando admitió su adicción al sexo en medio de la tormentosa separación de su esposa Elin Nordegren.
Pero, ¿existe la adicción al sexo?
Expertos en salud aseguran que sí y señalan como sus síntomas el que el adicto al sexo, como quien padece de otras adicciones, no toma en consideración las consecuencias de su comportamiento. En su caso no piensa en nada más que en sexo. Es incapaz de controlarse ante un estímulo sexual, raramente tiene la necesidad de alcanzar un orgasmo en sus encuentros físicos, pues deriva el placer de la seducción o de la emoción del encuentro furtivo y es probable que padezca de otras adicciones.
¿Y qué decir de los famosos infieles?
Bueno, pues esta semana el tema más caliente ha sido la confesión del ex campeón de boxeo Óscar de la Hoya, en el sentido de que le fue infiel en más de una ocasión a su esposa, la cantante Millie Corretjer. En una reveladora entrevista De la Hoya confesó haberle faltado a su esposa, aunque no quiso describirse como un adicto al sexo.
Pero sin duda, aparte de éste el escándalo de infidelidad más famoso en el mundo del espectáculo en los últimos años fue el de Jesse James, ex esposo de Sandra Bullock, quien le quitó el brillo al triunfo de la actriz, al recibir el Óscar a la mejor actriz por The Blinde Side, cuando estalló el escándalo de que le había sido infiel con la modelo y stripper Michelle “Bombshell” McGee.
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