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La Inocencia y Orlando Martínez

jueves, 17 de marzo de 2011

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com

Por Dra. Esther Medina / elMasacre.com
Aquel tiempo la ciudad. La asistencia diaria al colegio, compartir con las amiguitas, asistir a  las veladas también a los matineés en el cine Soraya, el catecismo, las girls scout y los domingos la visita a la iglesia también algunos domingos el disfrute de los conciertos que se ofrecían la banda de música municipal en el parque Duarte.
En el marco de ese vaivén desarrollamos los primeros años de nuestra existencia, empezamos a descubrir libros de novelas, poesías, revistas y la diaria lectura del Listin Diario el cual mi padre traía a la casa con el propósito de que desarrollamos la habilidad de hablar y escribir correctamente.
En ese afán de escudriñar y leer cosas nuevas, mantenernos a la sazón de los acontecimientos ocurridos en el país y en el exterior, fue cuando descubrimos que existía un mundo del cual conocíamos muy poco o casi nada.  En la lectura de esos periódicos y revistas recuerdo como un hecho histórico marcó mi existencia y me llevó a la cruda realidad de que todos los humanos no éramos buenos como yo creía, me refiero al brutal asesinato del periodista Orlando Martínez Howely.
Recuerdo el horror que sentí cuando leí lo que el gobierno de Joaquín Balaguer permitía publicar en aquellos tiempos sobre actos cometidos por su administración.  La foto del cuerpo acribillado de este noble profesional cuyo único pecado fue criticar la gestión gubernamental Balaguerista, todavía vive en los archivos de mi mente.
La edición del Listin Diario fechada Marzo 18 de 1975, la mantuve conmigo por muchos años ya que ésta era una prueba fehaciente sobre la maldad humana y las miles de preguntas que me hacía a mí misma y a los míos de por qué un hombre como Balaguer (presidente de la república) fuese capaz de ordenar la muerte de un ser humano tan extraordinario como Orlando Martínez.
Estas interrogantes me llevaron a indagar sobre el gobierno de Balaguer, la banda colorá y los motivos del asesinato de Orlando Martínez.  A mis nueve años de edad tenía que conciliar mi pequeña conciencia que me exigía  poner todas las piezas del rompe cabezas a fin de entender lo complicado de dicha situación.
Empezamos  leyendo ediciones de la revista Ahora!, también leyendo artículos de la revista Cachafú y del periódico El Caribe, los cuales mostraban versiones totalmente diferentes a las publicadas en el Listín Diario, en esas lecturas nos enteramos de la podredumbre que regía nuestra nación y sobre el terror y los miles de asesinatos cometidos por agentes de la Banda Colorá y la G2.
Descubrimos información sobre las múltiples desapariciones orquestadas por este gobierno, las que estaban a la orden del día; y la inseguridad de que la juventud tuviese derecho a pensar o a exponer sus ideales.  Los cobardes sanguinarios de los doce años de Balaguer fueron capaces de eliminar físicamente a Orlando Martínez, pero sus ideales y todas esas ideas que el plasmaba en su columna Microscopio fueron creciendo en las conciencias de las generaciones jóvenes que mirábamos a Orlando como lo que realmente es un líder, quien con su inconfundible pluma supo exponer a Balaguer, su personalidad y sus temores al igual que al poder de los cuerpos uniformados.
Según versiones, Balaguer llegó a expresar la inestabilidad que provocaba en él la columna de Orlando, manifestando que él no lo dejaba gobernar tranquilo.
Un héroe dominicano que aun a 31 años de su muerte, su memoria y sus ideales continúan vivos y será la inspiración de generaciones futuras.
A través de los años fuimos testigos de la manera impune en que se manejó este caso y de las continuas evasivas de Joaquín Balaguer y su gobierno sobre exponer a los autores materiales e intelectuales  de la muerte de Orlando y más aún de la forma irresponsable e inhumana en que el ex presidente Balaguer dejó la pagina en blanco en su famoso libro “Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo” con tal de que uno de sus secuaces tuviese la tarea de llenar esa pagina.
La justicia sobre este caso llegó tarde pero supuestamente segura y los autores materiales fueron puestos tras las rejas.
Ojalá y que la sangre derramada por Orlando Martínez continúe siendo la inspiración para aquellos profesionales que como él siempre fue honesto con su pueblo y por ende con sus ideales por un país mejor, donde las cimientes del periodismo sean la verdad y la honestidad.





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