Orlando Gill/ orlandogil@codetel.net.do
LOS PIES.-El supuesto era que el PRD lo haría mejor con la Cámara de Cuentas que con la Junta Central Electoral, pero no por habilidades estratégicas, sino porque como dice la sabiduría popular: “Los tropezones hacen levantar los pies”. Escogió nadie sabe cómo a seis candidatos y los acreditó ante la Cámara de Diputados para que fueran considerados en las cinco ternas que deberán someterse -para elección final-- al Senado de la República. Intrigó que sometiera seis, puesto que los miembros del organismo son cinco y nada aseguraba entonces y ahora que pueda concedérsele más de uno. Sin embargo, ya los perredeístas se pusieron sexy, se agacharon tanto que dejaron ver los panties blancos y despertaron el morbo de los peledeístas, que se dan cuenta, una vez más, de que el PRD es una muchacha fácil que no hay que seducir, pues se entrega por voluntad propia. Hay méritos suficientes para que los perredeístas alcancen la posición, pero no por designio divino, sino por hoja de vida, experiencia y puntuación...
PUNTUACIONES.- La Cámara de Diputados, muy apropiadamente, nombró una comisión encargada de recibir y evaluar los curriculums de los aspirantes a la Cámara de Cuentas. Era una forma de agilizar esos trabajos y de hacer una preselección, de manera que el pleno decidiera sobre un listado corto y manejable. La comisión hizo la tarea, y su procedimiento fue inteligente, pues como si se tratara de un verdadero examen, puso notas. Entre los primeros cinco aparecen dos perredeístas, uno en el segundo lugar y otro en el cuarto: Iván Rodríguez y Rafael Montilla. Si se fuera consecuente con el procedimiento, la escogencia de la nueva Cámara de Cuentas no provocara ningún problema, y mucho menos impasses como se denuncia. Los cinco mejor calificados fueran una línea en la Cámara de Diputados, que deberá someter las ternas, y también en el Senado de la República, responsable de las designaciones. Pero lo ideal a veces resulta ingenuo. O la apreciación técnica nunca puede estar por encima de la política. Incluso, y es el caso, de las tendencias...
EL BANDO.- Resulta que Iván Rodríguez, el segundo mejor calificado por la comisión de la Cámara de Diputados, y Rafael Montilla, el cuarto, no sólo son del PRD, sino por igual seguidores de Hipólito Mejía. Esta última condición no debiera importar, sino la primera y sobre todo que son técnicos inobjetables que pasaron la prueba. Sin embargo, es lo que dice, el grupo de Miguel Vargas va a volver a tropezar con la misma piedra. No quiere a Rodríguez, no acepta a Montilla, y cabildea a Robert Polanco, cuyo mérito es ser “un hombre de Pacheco (Alfredo)”. ¿Qué va a suceder? De seguro que lo de la otra vez: el PLD analizará la situación, y aprobará el candidato del bando que le sea más conveniente. Entre los perredeístas en que hierven los rumores se habla de que Vargas anda en componenda con Félix Bautista, quien aunque senador, tiene influencias sobre los diputados que siguen al presidente Leonel Fernández; y que Mejía, hace lo propio, pero por una vía más directa. Al final, el incansable retorno: Si eligen a Rodríguez o a Montilla, gana Mejía, y si a Polanco, Vargas...
LOS GENIOS.- Ese trance deberá decidirse esta semana, y hay que suponer que los bandos están en un seguimiento de día a día de la cuestión, como si fuera crucial. La reunión de la Comisión Política puede esperar, e igual el Comité Ejecutivo Nacional, pues determinar cómo están los bonos con el gobierno, de parte de los grupos, es más importante que la suerte de las consultas entre perredeístas. ¿Puede haber y cumplir su cometido una estrategia en esas condiciones? El PRD a cada rato tiene el viento a su favor, pero la barca no avanza, pues o el timonel hace un giro rápido y equivocado, y la vuelca, o la tripulación socava el fondo y se hunde. Y lo mejor es que mientras se afanan por hacerse los preferidos del gobierno, los grupos se acusan de lo mismo. Con razón aumentan la votación y pierden el Senado. Son genios sin botella...Fuente: Listin Diario.
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