“Nuestro partido, por su carácter marxista-leninista, funciona mediante el centralismo democrático, y no de manera despótica ni por caprichos o intereses particulares de una persona o de una camarilla que pretenda sustituir los canales normales por el desorden y las actitudes medalaganarias y oportunistas”.
Redacción de Clave Digital
SANTO DOMINGO, DN.- El MPD separó de sus filas a Fidel Santana y a Higinio Báez, bajo el alegato de que ambos a su juicio, desde hace unos dos años, “se constituyeron en una camarilla que pretendía adueñarse del partido y cambiar totalmente su esencia, usando para ello una serie de irregularidades y violaciones a las más elementales normas de la disciplina y los métodos de dirección de un partido revolucionario”.
“Pasándole por encima a todos los mecanismos de dirección, Fidel Santana, secundado por Higinio y Simón, se arrogaba el derecho de tomar decisiones que son de la exclusiva responsabilidad de los más altos organismos de dirección”, considera la entidad.
En este mismo orden, manifiesta que “una organización revolucionaria se rige por sus principios, sus estatutos, normas y disposiciones emanadas de sus órganos de dirección legal y legítimamente constituidos”.
También, resalta: “Nuestro partido, por su carácter marxista-leninista, funciona mediante el centralismo democrático, y no de manera despótica ni por caprichos o intereses particulares de una persona o de una camarilla que pretenda sustituir los canales normales por el desorden y las actitudes medalaganarias y oportunistas”.
Sobre Santana, indica, en un documento, que viejas actitudes “fraccionalistas” del dirigente salieron nuevamente a flote cuando renunció del partido en febrero de 2008, tratando de crear su propio grupo.
“Pero como nadie lo siguió, estimulado por el resto de la camarilla, decidió reintegrarse a realizar sus actividades grupales desde dentro, ya que se había propuesto desnaturalizar la esencia del MPD. y convertirlo en una entelequia oportunista para negociar con Miguel Vargas Maldonado”, precisa.
Y agrega: “De vuelta al seno del partido emprendió una carrera grupal que pretendió desconocer todos los mecanismos partidarios y sustituirlos por asambleas de militantes, cuyas categorías les asignaban de manera irregular y antojadiza, con la única condición de que le sirvieran ciega e incondicionalmente a los intereses de la camarilla que quiso asaltar al partido”.
Fue por ello que los miembros del Comité Central del MPD determinaron separar de sus filas a Fidel Santana, Higinio Báez y Simón. En consecuencia, estas personas quedan absolutamente desautorizadas para representar o hablar a nombre del Movimiento Popular Dominicano.
A continuación la resolución del MPD:
Una organización revolucionaria se rige por sus principios, sus estatutos, normas y disposiciones emanadas de sus órganos de dirección legal y legítimamente constituidos. Nuestro partido, por su carácter marxista-leninista, funciona mediante el centralismo democrático, y no de manera despótica ni por caprichos o intereses particulares de una persona o de una camarilla que pretenda sustituir los canales normales por el desorden y las actitudes medalaganarias y oportunistas.
Fidel Santana, Higinio Báez y Simón, desde hace unos dos años se constituyeron en una camarilla que pretendía adueñarse del partido y cambiar totalmente su esencia, usando para ello una serie de irregularidades y violaciones a las más elementales normas de la disciplina y los métodos de dirección de un partido revolucionario. Pasándole por encima a todos los mecanismos de dirección, Fidel Santana, secundado por Higinio y Simón, se arrogaba el derecho de tomar decisiones que son de la exclusiva responsabilidad de los más altos organismos de dirección.
Viejas actitudes fraccionalistas de Fidel Santana salieron nuevamente a flote cuando renunció del partido en febrero del 2008, tratando de crear su propio grupo. Pero como nadie lo siguió, estimulado por el resto de la camarilla, decidió reintegrarse a realizar sus actividades grupales desde dentro, ya que se había propuesto desnaturalizar la esencia del M. P. D. y convertirlo en una entelequia oportunista para negociar con Miguel Vargas Maldonado. De vuelta al seno del partido emprendió una carrera grupal que pretendió desconocer todos los mecanismos partidarios y sustituirlos por “asambleas” de militantes, cuyas categorías les asignaban de manera irregular y antojadiza, con la única condición de que le sirvieran ciega e incondicionalmente a los intereses de la camarilla que quiso asaltar al partido.
En el V Congreso, utilizando la política clientelista que usa la derecha, y reuniendo a un grupo de personas mancomunadas por intereses particulares, lograron introducir al Comité Central a personas que nunca habían tenido militancia en nuestro partido, alegando que supuestamente tenían unos meses “orientándose individualmente”, vieja práctica de Fidel Santana.
El V Congreso de nuestro partido aprobó la participación electoral en un bloque de izquierda, pero sólo de izquierda. Como Fidel y sus seguidores venían negociando la participación conjunta con el PRD, desconocieron los resultados del congreso, secuestraron las actas del evento por de un año y se inventaron el eufemismo de la “flexibilidad con sectores no de izquierda”, una forma de tratar de encubrir sus propósitos. Al desconocer los resultados del congreso sostenían que “la única forma de resolver eso es convocando un congreso extraordinario”, mientras arreciaban la actitud fraccionalista y liquidadora, violentando todos los canales y convocando reuniones en diferentes reuniones para “convencer” a la base de lo “beneficiosa que resulta una alianza con el PRD, porque es la única forma de avanzar”.
Y por otro lado, no pudo ser más evidente que el “pacto de las corbatas azules” entre Vargas Maldonado y Leonel Fernández para quitarle presión a la lucha social se reflejó en la alianza que se estaba fraguando, pues la camarilla comenzó a abjurar de la lucha popular, tratando de hacerse potables ante los partidos del sistema, incluso menospreciando actividades como la gran caminata Santo Domingo-Cotuí contra la minera Barrica Gold, por ejemplo.
Previo a la realización del VI Congreso extraordinario, la camarilla, acentuó sus laborantismo liquidacionista. Fue así como se inventó un supuesto grupo revolucionario que quería fusionarse con el M. P. D.; pero que en realidad no son más que unos amigos suyos que buscan los mismos objetivos que él: la negociación con el PRD, y más específicamente con Vargas Maldonado. Tratando de cambiar la correlación de fuerzas en el Distrito Nacional, introdujeron al partido a uno de esos individuos de fuera como supuesto miembro del Comité Regional y cuatro como militantes para que votaran en los eventos de los mecanismos de dirección, como son los Comités Regionales y la Dirección Nacional, compuesta por el Comité Central y dichos Comités Regionales.
No conformes con haber pactado con el PRD en algunos municipios y en la provincia Santo Domingo, se propusieron apoyar a Julio Cesar Valentín, el candidato a Senador del PLD en la provincia de Santiago, en un hecho que retrata de cuerpo entero la ambivalencia y la confusión política e ideológica de estas personas. Mientras esto ocurría, internamente se propusieron quitar del camino todo lo que pudiera serles un obstáculo para pactar en el 2012 con Miguel Vargas Maldonado. Por ello pretendieron quitarles la orientación de las regiones a varios camaradas del Comité Central, así como sustituirlos de los diferentes Departamentos, mientras la camarilla pretendía concentrar toda la Dirección del partido en sus manos, asignándose hasta dos regiones o dos Departamento por persona, incluyendo personas que nunca cumplieron con sus responsabilidades, y que jamás se les exigió rendición de cuenta.
Esa camarilla no obtemperó a las discusiones y los llamados a someterse a la disciplina, así como respetar los métodos de trabajo establecidos por el partido, sino que por el contrario arreciaba su carrera por adueñarse del partido y manejarlo dictatorialmente, imponiendo supuestas sanciones a los camaradas militantes y cuadros regionales que más trabajan, mientras aplaudían la vagancia y la irresponsabilidad extrema de quienes levantaban las manos incondicionalmente para destruir el partido. Y junto a esto, desarrollaban una serie de vicios mas que solo conducen a la desnaturalización de nuestro mil veces glorioso partido rojo y negro.
Fue por ello que los miembros del Comité Central que defendemos la línea del partido y sus principios, así como el Comité Regional Del Distrito Nacional “20 de Febrero”, el Comité Regional Baldemiro Castro de la Región Noreste, el Comité Regional Roberto Figueroa de la Región Este, el Comité Regional Otto Morales del Estado de Nueva York y el Comité Regional Henry Segarra Santos de la Línea Noroeste, constituido en Dirección Nacional, y con la presencia de células de militantes de diferentes regiones, el día 27 de junio del presentante año 2010, analizamos la situación y la reincidencia en actividades fraccionalistas y liquidadoras de ese grupo, y procedimos a su separación del partido.
En consecuencia, determinamos:
1.- Separar de nuestras filas a Fidel Santana, Higinio Báez y Simón
2.- En consecuencia, estas personas quedan absolutamente desautorizadas para representar o hablar a nombre del Movimiento Popular Dominicano
3.- Comunicarles esta decisión a las demás organizaciones de la izquierda revolucionaria nacionales y del exterior, a otras entidades sociales, sindicales, campesinas, etcétera, con las cuales tenemos relaciones, y al pueblo dominicano en general.
4.- Emplazar a esas tres personas a que entreguen todos los bienes de la organización que se encuentran bajo su responsabilidad.
¡SOLO LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA ES CAMBIO!
¡DEFENDER AL PARTIDO Y FORTALECERLO PARA LA LUCHA CONTRA LA BURGUESIA Y SUS REPRESENTANTES!
Comité Central
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