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BLA,BLA EN LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO

jueves, 15 de octubre de 2009

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com
Por Reynaldo Hernández Rosa

Lejos de hacer vaticinios a la hecatombe que se avecina en materia delictiva, dado la complicidad y el contubernio de la férula que nos representan dentro del axial corrupto de los organismos persecutores del crimen entronizado en la nación, pinta nada halagueño los dias por venir.

Si bien es cierto , que el hoy bufón circense, el diputado por Sosúa, Puerto Plata, Alfonso Crisóstomo, El Querido, el cual hace dos años revelara como ese municipio fue “tomado” y asaltado por lacras extranjeras, todos ligados al crimen organizado , empero, protegidos por las mismas autoridades llamadas a perseguirlos, sirviéndoles en oportunidades hasta de edecanes.

No obstante, lo grave de la denuncia en ese entonces, ningún organismos de los llamados de “inteligencia del Estado” se interesó en la afirmación del legislador, las cuales fueron fundamentadas con datos comprobables y creíbles.

Más luego, la parafernalia en materia delincuencial empezó a teñir de sangre las costas norteña, donde asesinatos a diario, tumbes de drogas, donde militares, policías y civiles, todos enrolados a los inoperantes entidades de seguridad del Estado constituyeron la cotidianidad.

Sólo la presión de varias Embajadas pusieron al descubierto la miasma que poblaban y siguen enquistada en los centros turísticos de Puerto Plata y Sosúa, donde la capillas de alcahuetes uniformados y civiles de Migración, INTERPOL, u otros organismos para dar seguimiento a indeseables buscados por diferentes naciones por hechos criminales, no lograron parar los asesinatos cometidos, como el caso del fiscalizador de apellido Peñaló.

Al igual que Crisóstomo, el senador por Peravia, Winton Guerrero, una de las exiguas voces que dentro de ese antro llamado Congreso, han hecho de su butaca, una curul responsable, denunciando los fuertes nexos del narcotráfico con estamentos militares y policiales, no ha hecho de su cargo un filón pútrido como el ciento y tanto de succionadores festivo del Palacio de la Feria.

Esto, unido al reclamo que hiciera el embajador de México en el país, “por la utilización del término mexicanización a que se refieren despacho de prensa al incremento delictivo que viene alcanzando el país”, empero, al paso que vamos en materia criminal será en Tijuana y Sinaloa que acuñaran la “dominicazación” cuando se escriba de delincuencia.

El bla, bla, bla de las autoridades persecutoras del crimen, tanto de las vocingleras ramas militares y policiales, como de entelequias oficiales, donde todos sus generales y alta oficialidad millonarios, frente a estadísticas de homicidios, asesinatos por encargo, complicidad y actuación directa de jefes castrenses, la mayoría en asuntos de drogas, sin duda, presagían que todos los senderos conducen a un Estado de indefensión en su seguridad pública al igual que la nación azteca.

Los hechos delictivos de Paya, en Azua, en la zona Este, Las Terrenas, Nagua, Barahona, Sosúa, etc., donde el narcotráfico toma terreno, evidencia el derrotero en que se bifurca el país : drogas y corruptela

Los famélicos argumentos de los llamados a perseguir todas esta taras humanas, que están llevando a los ciudadanos a tomar en sus manos lo que debería ser acción de los organismos en cuestión, sin embargo, salen todos ricos de los puestos de “inteligencia”, muchos con negocios de seguridad privada, otros, con empresas de vehículos, restaurantes, discotecas, fincas, etc, pasando hacer aliados de las pestíferas prácticas delictivas.

Hoy, la población incrédula ante los hechos recientes donde oficiales de la DNCD se han visto involucrados en innúmeros hechos deleznables, la igual que miembros de la Marina de Guerra, ahora nos salen con un guión cinematográfico de una pobreza argumental de un supuesto secuestro, donde era más importante el protagonismo del jefe policial que el plagio del involucrado.

La festiva vocinglería, muchos con afán por las cámaras de televisión así como las bostas del periodismo corporativo que como marionetas les sirven de burdas bocinas, de cuya pobre actuación ante el oropel delictivo que acusa la nación se desacreditan cada día. Ese mismo grupúsculos de comunicadores extorsionadores, pedigueños, los cuales desde redacciones de televisión y programas de radio viven como jeques del medio oriente, todo gracias a estas metíficas componendas.

Señor presidente, pare el bla, bla, bla de tanta inoperancia, ahora, ya.

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