Por Francis Frías (Primera Parte).
Una radio cultural es, ante todo, de su tiempo, con esa marcada presencia de la cultura raíz en constante dialéctica de transformación. Considero que el concepto de radio cultural está ligado al de radio como una forma de creación. Si una radio cultural contiene su sello artístico que la identifica y le confiere unidad en el medio para el cual se origina, puede inferirse que transita por un camino acertado. En este caso nos referimos a los 10 años de la estación radial VIDA FM.
Hace algún tiempo un amigo me comentó que no era partidario de la radio cultural, porque ese tipo de medio se torna aburrido. Tuvo la experiencia de escuchar en el extranjero una llamada radio “cultural” donde transcurrían las horas entre largas pláticas, aparentemente interminables, y momentos con música de la llamada clásica.
Me llamó la atención aquel punto de vista no compartido por mí, y llegué a la conclusión de su error. Entendí que semejante concepto le era dictado por una experiencia particular; en realidad, muchas radioemisoras a nivel mundial autodenominadas “culturales” lo que hacen es eso, exactamente.
Si tenemos en claro el concepto de “cultura”, no habrá motivos para errar en el camino. La radio cultural es, esencialmente, un medio que difunde y protege la superestructura de cualquier región o país en toda su dimensión. Esa superestructura corresponde con una realidad material dada.
La radio verdaderamente cultural queda liberada del dañino estigma de los clisés, para brindar un panorama variado y ameno de la realidad donde se origina y por la cual existe. La radio cultural no es sólo palabras sino también música, sonidos, ideas, intercambio, todo concebido bajo la necesaria ubicuidad que requiere en cada caso y esto ha sido en 10 años de existencia Vida FM.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta las características del destinatario, sus gustos y necesidades con exacta claridad de objetivos determinados para cada espacio. Puede ser equilibrada y sobria en cuanto a los mensajes sin dejar de lado el dinamismo. No tiene por qué mantenerse estrictamente atada a las manifestaciones de la llamada música del medioevo, como tampoco a líneas melódicas caracterizadas por su sobriedad.
Tampoco le es lícito ponerse al otro extremo de la cuerda, y proscribir lo que le juzgue aparentemente ajeno. Folclor y actualidad son ingredientes básicos para esta categoría de radio sugerida que no renuncia a la siempre cambiante realidad.
No se trata de ir únicamente por el ámbito de lo popular y echar a un lado los valores universales que son inherentes a cada localidad. Toda cultura, por muy “sui generis” que parezca ser, contiene rasgos de mestizaje y transculturación.
Es compatible la presencia de manifestaciones del más refinado modo de expresión, como los clásicos, de la mano con auténticos valores populares que integran la contemporaneidad. Place disfrutar de en esta estación radial Bacahats, Típicos, Merengues Clásicos, en fin toda una variedad de música popular.
Es apremiante para cada gente de la radio caer en la cuenta de esa perspectiva. Con ella se delimita uno de los derroteros a seguir para confeccionar textos y programar noticias, entrevistas y música. Cultura, en definitiva, lo es todo en el orden de las relaciones de cada individuo o grupo de ellos con otros individuos y grupos; con la naturaleza que le circunda y consigo mismo.
Toda radio es inevitablemente cultural, en tanto fiel reflejo de la realidad que le da origen.
Felicidades al propietarios-Director de VIDA FM en sus 10 años de existencia, radio que ha sido mantenida en al aire pese a todos los esfuerzos de los anticulturales de querer mantenerla cerrada a los cuales se le ha pelado el billete.
Felicitamos a Jhonny Salazar distinguido colega periodista, por ser tan perseverante y tener una programación tan variada para nosotros los oyentes que siempre buscamos algo diferente.
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