NUEVA YORK.- La pena de muerte a la que había sido condenado un dominicano, el pelotero Fabio Evelio Gómez, de Grandes Ligas, por un tribunal de
El representante diplomático dijo, en entrevista telefónica con el autor, que recibió una comunicación del Departamento de Estado en la que se informa que los detalles de la decisión, fueron enviados a
Saladín explicó que la comunicación le llegó después de haberse puesto en contacto con las autoridades judiciales de los Estados Unidos para requerir información sobre el estatus de Gómez.
Indicó que una audiencia con ese propósito, ha sido fijada para el próximo de septiembre. Detalló que la madre del jugador envió una correspondencia el 31 de marzo del 2009 al canciller Carlos Morales Troncoso, pidiéndole intervenir para que Gómez no fuera ejecutado en Arizona.
“En función de las instrucciones que recibimos de
Explicó que la decisión se tomó en
“Esa información le fue enviada a nuestra Cancillería y entramos en contacto con la madre, los padrinos Freddy y Andrea Cruz y los abogados de Gómez para continuar con las gestiones”, dijo.
Señaló que ayer lunes, se puso en contacto con los juristas Herman Alcántara y Christopher Flores, defensores del pelotero, quienes se comprometieron a enviar a la embajada un informe detallado sobre el actual estatus del deportista.
“La revisión del caso está en curso y la decisión final será en septiembre. Seguimos a la espera de más instrucciones por parte de
Generalmente, las penas de muerte deben ser aprobadas o conmutadas (perdonadas) por los gobernadores estatales en los que se debe ejecutar y ellos, incluso, pueden apelar a través de los abogados estatales las decisiones jurídicas de los tribunales.
EL CASO
Gómez fue arrestado el dos de diciembre de 1999, cuando la policía del poblado de Chandler recibió una llamada dando cuenta de que un hombre había golpeado mortalmente a una mujer con un bate en el apartamento 1283 del boulevard Parklane West. Cuando los oficiales llegaron a la escena, nadie respondió.
Más tarde, las autoridades recibieron la denuncia de que la víctima, Joan Morane, había desaparecido y residía en el apartamento 234 de la misma dirección. Ella era la novia del pelotero, quien, al ser abordado por los policías, les dijo que él y la mujer se estaban mudando, por lo que empacaban para irse del lugar. El pelotero, según el expediente, tenía un colchón de aire desinflado. Habían transcurrido cuatro horas del asesinato.
Gómez había cargado ya algunas de sus pertenencias en el auto y les dijo a los oficiales que tenía que ir a ver a su hijo. A las 5:30 a.m., los oficiales notaron manchas de sangre en los bordes del colchón que ya estaba dentro del vehículo y una mancha roja en un bote de basura alrededor del apartamento. Cuando regresaron a la vivienda de Gómez, observaron otras manchas de sangre en la alfombra. Más rastros de sangre aparecieron en el comedor, el pasillo, el baño, el piso, las paredes y la puerta. Además hallaron una pesa de metal manchada de sangre.
El pelotero alegó que había matado a un gato que arañó a su hijo, pero las pruebas del ADN demostraron que la sangre pertenecía a la señora Morane y confirmaron que también la había violado sexualmente. Al día siguiente, el tres diciembre de 1999, la policía encontró el cuerpo de la mujer en un depósito de basura y la identificaron como Joan Rachelle Morane. El cadáver había sido escondido a pocos metros de la puerta delantera de la escena del crimen.
La autopsia forense determinó que la causa de la muerte fueron traumas y contusiones múltiples provocados por un objeto contundente y se declaró como homicidio. La víctima recibió 18 golpes en la cabeza con la pesa de metal y quedó virtualmente destrozada.
Gómez se representó a sí mismo en el juicio que se le instruyó el 22 de marzo del 2001, fue declarado culpable del asesinato y violación sexual y condenado a la pena capital, el cinco de junio del 2003. Desde entonces, se encuentra en el "Pabellón de
En el asalto, fue asesinado el guardia de seguridad y aunque el dominicano no disparó un solo tiro, fue ejecutado por su complicidad y participación.
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