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DE LACRAS CONGRESUALES

jueves, 16 de abril de 2009

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com
Por Reynaldo Hernández Rosa

El deprimente espectáculo circense exhibido por las carpantas del Congreso Nacional, reunida en Asamblea Nacional, en el inicio del conocimiento de la reforma constitucional, evidencia el derrotero que acusa el vital órgano del Estado.

Incautada la solemnidad, los miembros de la Asamblea Nacional, en esta oportunidad Revisora, mostraron al país las exiguas ponderaciones que tienen del manejo de los asuntos colectivos, máxime de un evento capital para el sostén de la vida institucional, como es la Reforma Constitucional.

Esto, unido a los festivos argumentos de taras indignas, representativos ante el hemiciclo de provincias de primer orden en el ámbito agrícola, turístico y político, pone de manifiesto el tétrico y escatológico vuelco social que acusan todas las áreas, estamentos y círculos profesionales.

Los senadores de San Pedro, Espaillat, Maria Trinidad Sánchez, Duarte, Samaná, Barahona, La Vega, entre otras taras, constituyen una vergüenza para los pendejos que sufragaron por estas maulas de mal agüero.

Si la colectividad no envía un serio y contundente stop a semejantes bazofias políticas enquistadas en el burdel del Congreso, el cual se supone debe ser el organismo vigilante de los reclamos de la sociedad, sin duda, nuestra frágil institucionalidad va rumbo a la indefensión jurídica.

En momentos que se presagió de un papel aunque no brillante, al menos decente, de un poder legislativo donde la matrícula morada superaría a las carpantas del perredeísmo, hoy el fiasco es brutal y peligroso.

Con tantos vocingleros en ese entonces aspirantes, que nos vendieron la subliminal percepción que eran los inmaculados de la política vernácula, hoy ante el festival de hechos pútridos, donde la sin razón, la ambición desmedida y la burla a un pueblo hasta el hartazgo de correrías corruptas, el derrotero no es nada halagueño.

No obstante, a su gélida y parsimonia eclesial, el presidente Leonel Fernández conoce de la realidad del pensar de los dominicanos, no ya de la percepción, ya que sus subalternos han evidenciado sus garras corruptas, de cuya impronta no se puede vaticinar lo que vendrá.

No sólo hay lacras en el Congreso, Ministerio Público, Secretarías y Direcciones Generales, los compañeritos de los todos los municipios exhiben una riqueza inusual, donde estos juntos a sus familiares inscritos en nóminas hasta en tres y cuatro entidades oficiales.

Empero, son las bostas del Congreso que después de casi tres años que juraron desde una butaca en el Congreso Nacional hacer cumplir las leyes y trabajar a favor de sus comunidades, las insaciables cáfilas que nos representan, han constituido el más pútrido desempeño observado en los años recientes.

La bonanza que acusan nuestros “dignos y sacrificados legisladores”, donde todos, con sus “barrilitos”, “cofrecitos”, contratas, así como la inscripción de todos los familiares: hijos, esposas u otros allegados, en la nómina del Estado, se creen que volveremos, los pendejos, a subragar por semejantes carpantas .

Tenemos, los residentes en la provincia Duarte, una capilla de diputados que al menos quien esto escribe, desconoce una iniciativa parida por uno de estos acéfalos, “vive bien”, que vaya en ayuda de algunos de los reclamos colectivos de la zona.

De la miasma de congresistas Duartianos, donde muchos con dos y tres períodos, succionando recursos del erario, gracias a maniobras nada santa, propietarios de serios escándalos de corruptela, uno de reciente catadura, como es el del caprino reformista, empero, aún aspirando a continuar drenando los dineros de la cosa pública a través de puentes de entelequias partidarias.

Unido esto, a la carencia de liderazgo en todos los municipios de la provincia, donde los residentes no saben a quien acudir para que interponga sus oficios para buscar solución a los acuciantes escollos inherentes a sus comunidades.

Sólo cuando tragedias causadas por los eventos atmosféricos, salen al ruedo público la caterva de rostros bovinos de nuestros legisladores, seguros que las cámaras de televisión estarán presentes.

Esperemos, esperemos, los días por venir, estos dirán si seguiremos haciendo filas para llevar a capillas semejantes, donde ya otras bazofias pútridas inician sus aprestos en busca de un asiento en el Congreso, a sabiendas del drenaje que hicieron de recursos del erario, carajo.

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