Convencido de que no retendrá la curul en el circense Congreso Nacional, el espigado y millonario senador por María Trinidad Sánchez, vuelca su piélago embravecido de sus aprestos en busca de la secretaría general de su partido, para así ocultar el fiasco del desempeño como legislador.
Consciente del raquítico papel que en tres períodos ha ocupado, donde sólo sus allegados y la capilla de la trápala de adulócratas del periodismo local, los cuales se han beneficiado de los manjares que otorga el filón de ese poder, Chú Vásquez se despide de su curul aparentando calibrar su arrogancia de meses recientes.
Recurre el congresista, hoy escoltado por gran parte de la miasma del pph en la región, con argumentos escatológicos e infantiles, afirmando que busca la secretaría general porque se lo han pedido las altas instancias del partido.
El senador por María Trinidad Sánchez que obtuvo su última repostulación gracias a lóbregas maniobras y la espectacularidad de una intensidad primitiva, conoce de la exigua preferencia que en la actualidad posee, no obstante su ambición de continuar en las festivas depredaciones que llevan a efectos todos las maulas del cabaret congresional.
Empero, dado el que su liderazgo se desinfló, fruto de la insulsa y desatinada gestión de largos períodos, siempre a favor de los munícipes, para que se atiendan sus reclamos colectivos, no obstante, en su desgobierno perredeísta, sólo en agenda se conocieron.
Pese a la algarabía que observan aspirantes a ocupar el asiento que dejará el Chú, varios moraditos se empiezan a frotar las manos creyendo que el viento costero les favorece, tal es el caso de la forastera diputada, que con operativos médicos en los días recientes se ganaría el sufragio de los que ayer ella olvidó.
Asimismo, el representante del Poder Ejecutivo en la provincia, que explotando todo lo que le permite el cargo, olvidando la pobre aceptación entre los munícipes, entre otras, por su gélido trato hacia los nagueros, hoy con la colaboración de muchas bocinas y el protagonismo cotidiano que dan sus funciones, ha levantado un perfil subliminal de que es una opción en la correría al Congreso Nacional.
En tanto, un felino, que a hurtadillas, silente, mantiene sus aspiraciones ,hoy , con la ventaja que ofrece el “”bi-partidismo” con que juega el primer mandatario y que tendrá que definir en los días por venir, a sabiendas que la ciudadanía no tiene buena puntuación de la actual matrícula congresual peledeísta.
Sin embargo, hoy cuando los sufragantes esperaban al menos una profilaxis a lo interno del Congreso Nacional con la mayoría morada, las acciones corruptas han preñado los salones solemnes, sobre pasando las pútridas hazañas gansteriles del pepeachismo y los reformistas.
Sin temor a equívoco, los legisladores de la región –Duarte, María Trinidad Sánchez, Sánchez Ramírez y Samaná- constituyen una vergüenza, cuyos rostros caprinos que además de la repulsa de los residentes en la zona, deberían investigarse las fortunas que exhiben y que todos conocen, para así inhabilitarlos y que no puedan insertarse jamás en un cargo público.
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