VIOLENCIA Las muertes en intercambios de disparos aumentaron 289%.

En 2008 RD ha tenido desde 1999 un promedio anual de 300 muertes a manos de agentes policiales, con marcados incrementos en 2005 y el año pasado.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Pese a que en el país no existe la pena capital y tampoco se ha comprobado ningún asesinato por motivos políticos durante la última década, las muertes violentas en alegados intercambios de disparos aumentó 289 por ciento en 2008, en comparación con el año anterior, y las fuerzas de seguridad han provocado 300 muerte
cada año, en promedio.

Año	Número de muertos	Promedio mendusual
2008	500	42
2007	173	15
2006	361	30
2005	440	37
2004	300	25
2003	250	21
2002	250	21
2001	250	21
2000	21	21
1999	200	17

Así lo revelan los 10 informes sobre ejecuciones extrajudiciales y privación arbitraria de la vida del Departamento de Estado de los Estados Unidos, en los que se registró las denuncias de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, reportes de prensa y reportes oficiales.

Los mecanismos utilizados por la Policía para controlar la delincuencia inciden en que los oficiales de la institución estén involucrados en 16 de cada 100 ejecuciones ilegales ocurridas en el país, de acuerdo con reportes de la Procuraduría General de la República.

No obstante, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) denunció, mediante un informe general, que de cada 10 hechos de violencia registrados en el país, como crímenes, robos y atracos, en siete estuvieron involucrados agentes policiales.

Año funesto

De enero a agosto de 2007, los reportes de la entidad norteamericana aseguran que la Policía mató a unas 173 personas, aproximadamente el 13 por ciento de todas las muertes violentas contabilizadas este año en la República Dominicana.

Sin embargo, las organizaciones de defensa de los derechos humanos calificaron como “funesto y agresivo” el 2008, primer año completo de gestión pública de la actual Jefatura de la Policía, ya que los decesos efectuados por argentes del “orden público” se triplicaron en país.

A raíz de los 500 muertos en 2008 y los 26 caídos en los primeros nueve días de 2009, producto de los supuestos intercambios de disparos, se han suscitado torrenciales quejas e protestas en demanda de la renuncia del jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín.

Desde la designación de Guzmán Fermín en agosto de 2007, en sustitución del teniente general Bernardo Santana Páez, y posterior ratificación en agosto de 2008, la CNDH ha manifestado su inquietud ante la presencia temible de escuadrones policiales, llamados “Cirujanos”, dedicados a inutilizar a sospechosos por medio de un disparo en las extremidades inferiores, especialmente en las rodillas.

Además de 2008, año en que se registró el punto más alto de caídos en la última década, el 2005 rompió con seis años de relativa estabilidad en el número de muertes durante operativos de eliminación de supuestos delincuentes, con una cifra total entre 400 y 440 defunciones.

Es difícil cuantificar el número exacto de víctimas de ejecuciones extrajudiciales por año, debido a las disparidad en cifras registradas por la Policía, los medios de comunicación y la CNDH.

Impunidad y olvido

Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, más de la mitad de los oficiales acusados de matar a un alegado criminal durante un operativo policial son puestos en libertad, bajo el alegato de que fue necesaria la autodefensa, aunque no siempre corresponde a la verdad.

En algunos casos, la Policía suele alterar la escena del crimen para que pareciese una legítima defensa, ya que gran parte de las muertes ocurren después que los presuntos delincuentes fueron detenidos, detalló la institución estadounidense.

También la mayoría de los casos remitidos a los tribunales ordinarios de justicia no son resueltos de manera satisfactoria por la falta de un personal calificado para efectuar las indagaciones sobre las tácticas policiales agresivas, lo que dio lugar a la impunidad.

Como resultado de este supuesto descuido de las autoridades estatales para castigar a los agentes responsables de estos hechos, la Policía suele suspender de sus funciones a los oficiales sospechosos hasta que finalice el proceso de investigación.

La falta de educación, los malos salarios de los agentes policiales, la poca disciplina, la impunidad, la falta de formación en materia de derechos humanos y la carente supervisión representan las principales razones de las muertes por “intercambios de disparos”, indicó la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

La CNDH presentó un informe titulado “Derechos Humanos en la República Dominicana en el 2008” ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con el propósito de denunciar las transgresiones a las leyes de defensa de los derechos humanos en la República Dominicana por parte de fuerzas públicas.

Linda Valdez Zambrano/Clave Digital