martes, 23 de diciembre de 2025

La isla de Santo Domingo durante el siglo XVII


Hediberto Pichardo. MA

En la entrega anterior estuvimos analizando la isla de Santo Domingo durante el siglo XVI (1500-1599).

Abordar en una entrega las incidencias más relevantes de todo un siglo resulta casi imposible, y sin tratar de agobiarle con tanta información, no obstante, nos arriesgamos a exponerle los episodios que consideramos mas imprescindibles.

En la postrimería de dicha centuria señalamos como la región del caribe fue azotada por los ataques de piratas y corsarios, estos últimos apoyados por Inglaterra, Francia y Holanda, quienes buscaban la forma de obtener beneficios económicos desde América, sin olvidar que España había establecido un monopolio comercial por medio de la casa de contratación de Sevilla, por medio del cual las colonias españolas en el llamado nuevo mundo solo podían negociar (vender y comprarle) a España.

A parte de los ataques de piratas y corsarios, también las naciones europeas promovieron el contrabando o comercio ilegal, el cual tuvo severas repercusiones en el territorio de la isla de Santo Domingo.

 Según Amadeo Julián en un estudio publicado en la revista Clío de la academia dominicana de la historia en el 2022: ¨¨el siglo XVII, se inicia con una crisis de tipo político, económico y social, producida por la decisión del gobierno español de devastar los pueblos situados en la parte occidental de la isla, Puerto Plata, Montecristi, Bayajá, y La Yaguana, y el traslado de sus habitantes y los bienes de su propiedad, a las inmediaciones de la ciudad de Santo Domingo, con la finalidad de impedir el contrabando sostenido por sus pobladores con comerciantes holandeses, franceses e ingleses¨.

Naciones como Francia e Inglaterra sostenían un negocio ilegal con pueblos de la zona norte de la isla de santo domingo y España para terminar con ese negocio, que a parte del intercambio comercial le tenía pavor a la introducción de biblias protestantes en esos pueblos, decidió aplicar las llamadas devastaciones de Osorio (1605-1606).

 Continúa Amadeo Julián señalando: ¨Además de haber devastado los pueblos de la parte norte y oeste de la isla, también fueron despoblados en el sur de la isla, San Juan de la Maguana y sus hatos, y los de Azua¨

Con esos nuevos pueblos, las poblaciones de la isla estuvieron integradas por las ciudades de Santo Domingo, La Vega, Santiago, San Antonio de Monte Plata (con los pobladores de Monte Cristi y Puerto Plata), San Juan Bautista de Bayaguana (con los pobladores de Bayajá y Yaguana), y las villas de Higüey, Azua, Cotuí, El Seibo y Boyá.

Las devastaciones de Osorio también implicaron la muerte de una gran cantidad de negros esclavos, de reses, de destrucción de plantaciones azucareras y de haciendas.

La isla fue de hecho dividida en dos partes y vivió una época de profunda miseria en todos los órdenes.

El siglo XVII ha sido denominado la centuria de la miseria, abandono, catástrofe, hambruna, despoblación, por todas las penurias que vivió la isla de Santo Domingo y de manera muy particular el territorio, incluyendo terremotos.

La parte oeste (lo que hoy es Haití) o despoblada fue poblada por aventureros en su gran mayoría franceses que se habían adueñado de la isla Tortuga (situada al norte de Haití) y una vez que Francia le hizo ley a esos aventureros(bucaneros) procedió a partir de 1630 a fundar una colonia denominada Saint Domingue.

En Europa de estaban desarrollando cruentas guerras y esos episodios repercutían sobre la isla de Santo Domingo de manera muy negativa.

La economía del territorio de lo que es la República Dominicana durante el siglo XVII dependía de la producción de azúcar, de la ganadería, de las estancias agrícolas, de cultivos como el jengibre y del tabaco. La mayor parte de la población era esclava.

Desde México durante la primera mitad del siglo XVII se enviaba el situado o ayuda económica para solventar los gastos de la colonia y luego desde el Perú en la segunda mitad de dicho siglo.

En 1678 se firmó el tratado de Nimega que puso fin a la guerra entre España y Francia y trajo como consecuencia que los gobernadores de la parte este o Española (hoy República Dominicana) y el de la parte oeste o francesa, llamada Saint Domingue (hoy Haití) se acercaran, y que se estableciera un activo comercio de caballos, carne salada y cuero de vaca entre ambos grupos de pobladores.

Para finales del siglo las hostilidades o conflictos retornaron nuevamente y lo que hoy es la República Dominicana tuvo que hacer frente a incursiones de los franceses hacia este territorio. El 21 de enero de 1691 se celebró la batalla de La Limonade donde los españoles para desquitarse otros ataques hecho por los franceses atacaron el principal establecimiento francés en la isla, la ciudad de Cap Francais. Cuenta Frank Moya Pons en su manual de historia dominicana que el encuentro fue violento y rápido y en el perdieron la vida el gobernador de Cussy (francés) y algunos de sus principales lugartenientes junto con unos 400 franceses. Los españoles perdieron 47 hombres.

En conclusión: el siglo XVII fue muy negativo para el territorio de la isla de santo domingo y de manera muy particular para lo que hoy es la República Dominicana(que seguía siendo gobernada por España), no solo hubo una división que más tarde originaria la republica de Haití, sino también, abandono, miseria, hambruna, despoblación, catástrofes de tipos naturales, cambios económicos, variación en el sistema de esclavitud, que pasaría de intensiva a extensiva y que en el siglo XVIII daría lugar al surgimiento del mulato como tipo racial predominante en la parte de este de dicha isla.

Fuentes consultadas:

Revista Clío: ÓRGANO DE LA ACADEMIA DOMINICANA DE LA HISTORIA

Año 91 Núm. 204  Julio-Diciembre 2022

Manual de historia dominicana: Frank Moya Pons. 15ª edición ampliada

Historia del pueblo dominicano. Franklin Franco Pichardo. Octava edición.

https://planlea.edu.do/2023/11/la-paz-de-nimega-pone-fin-a-la-guerra-entre-francia-y-espana/


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