¿Puede pasar en República Dominicana lo mismo que en NEPAL?

La respuesta es compleja, ya que implica analizar y comparar las condiciones sociales, políticas y económicas de dos países muy distintos. Si bien no se puede predecir el futuro, sí es posible examinar si República Dominicana presenta las condiciones que, en Nepal, han desembocado en protestas masivas y violentas.

La situación en Nepal: un cóctel explosivo

Las recientes protestas en Nepal, que han escalado a actos de violencia como el incendio de edificios gubernamentales, no surgieron de la nada. Son el resultado de una frustración acumulada por la ciudadanía, especialmente la "Generación Z", debido a varios factores interconectados:

Corrupción endémica: La corrupción en Nepal es percibida como rampante y sistémica, afectando todos los niveles del gobierno y la sociedad.

Nepotismo y desigualdad: Los jóvenes se quejan de que los "hijos del nepotismo" gozan de vidas lujosas y privilegios, mientras que la mayoría lucha por encontrar empleo. El desempleo juvenil es un problema crítico, obligando a miles a emigrar en busca de oportunidades.

Falta de oportunidades económicas: La percepción de que no hay futuro en el país para los jóvenes es un motor de la frustración.

Medidas gubernamentales impopulares: La reciente prohibición de redes sociales fue la chispa que encendió el descontento ya existente, mostrando un gobierno percibido como desconectado de su gente.

La situación en República Dominicana: ¿Similitudes y diferencias?

República Dominicana, al igual que Nepal, ha lidiado históricamente con la corrupción. Según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, ambos países suelen ubicarse en la parte baja de la tabla, lo que indica altos niveles de corrupción percibida. Sin embargo, existen diferencias cruciales en el contexto.

Similitudes:

Corrupción persistente: En República Dominicana han surgido casos de gran escala como Odebrecht, Antipulpo, Coral y Calamar, que han puesto de manifiesto la magnitud de la corrupción en el sector público. Aunque ha habido avances en la judicialización de algunos casos, la sensación de impunidad en ciertos círculos persiste.

Brechas sociales: Aunque no tan extremas como en Nepal, la desigualdad social y la falta de oportunidades para amplios sectores de la población son factores de descontento.

Desconfianza en las instituciones: Una parte de la población dominicana muestra una profunda desconfianza en el sistema judicial y en los políticos, sintiendo que la justicia no es igual para todos.

Diferencias:

Movilización social: Si bien la República Dominicana ha tenido importantes manifestaciones anticorrupción, como la "Marcha Verde," estas han sido mayoritariamente pacíficas y no han escalado a la violencia generalizada vista en Nepal.

Reformas y avances: Recientemente, ha habido un esfuerzo notable por parte del gobierno dominicano para combatir la corrupción, con el nombramiento de funcionarios independientes en la Procuraduría General y la apertura de importantes expedientes de corrupción. Esto, junto con la mejora en los índices de percepción, sugiere que hay un movimiento, aunque sea lento, hacia la transparencia y la rendición de cuentas. En Nepal, la situación parece haber llegado a un punto de quiebre sin la misma percepción de avance institucional.

Contexto económico y migratorio: Aunque el desempleo juvenil es un problema en República Dominicana, el flujo de emigración, si bien significativo, no ha alcanzado los niveles de desesperación que se ven en Nepal, donde miles de jóvenes abandonan el país a diario.

Conclusión

Aunque tanto Nepal como la República Dominicana comparten el problema de la corrupción y la desigualdad, la probabilidad de que se repitan los eventos de Nepal en la República Dominicana depende de varios factores. La diferencia clave es la respuesta institucional. Mientras que en Nepal la frustración popular parece haber chocado con un muro de inmovilidad y represión, en la República Dominicana se perciben al menos algunos avances, aunque a menudo cuestionados, en la lucha contra la corrupción.

Sin embargo, el peligro siempre existe. Si la gente siente que las promesas de transparencia no se cumplen, que la impunidad persiste y que las oportunidades son cada vez más escasas, el riesgo de un estallido social aumenta. El caso de Nepal es un poderoso recordatorio para los líderes y para la sociedad dominicana de que la corrupción y la indiferencia ante las demandas de la gente pueden tener consecuencias impredecibles y violentas. La verdadera prevención radica en una lucha incansable y genuina contra la corrupción, acompañada de políticas que generen oportunidades reales para todos los ciudadanos.