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NAGUA, REPÚBLICA DOMINICANA – A lo largo de la costa atlántica, la provincia de María Trinidad Sánchez ha experimentado una notable serie de cambios en los últimos años, con importantes obras de infraestructura como la pronta finalización del malecón de Nagua y proyectos de desarrollo turístico. Pero, ¿cómo perciben estos avances los residentes? La opinión de la población es variada, con un sentimiento general de optimismo, aunque también con la conciencia de los desafíos pendientes.
El Optimismo
del Cambio
Para muchos,
la finalización de proyectos largamente esperados ha generado un sentimiento de
esperanza y orgullo. La mejora de vías de acceso, el embellecimiento de las
zonas costeras y la inversión en turismo son vistos como pasos en la dirección
correcta para el desarrollo económico.
"Siento
que la provincia está cambiando para bien", comenta Juana Pérez, una
vendedora de artesanías en Cabrera. "Con el malecón y las carreteras,
viene más gente y eso es bueno para los negocios pequeños como el mío."
Este optimismo
se extiende a la percepción de que la provincia está ganando visibilidad a
nivel nacional e internacional, lo que podría atraer más inversiones y generar
mayores oportunidades de empleo para los jóvenes.
Retos y
Demandas Pendientes
A pesar del
progreso, la población también es consciente de que hay mucho por hacer. La
principal preocupación de muchos ciudadanos sigue siendo la falta de servicios
básicos y la necesidad de una infraestructura más robusta.
"El
malecón de Nagua quedara muy bonito, pero en mi barrio todavía tenemos
problemas con el agua potable y la luz se va a cada rato," dice Carlos
Méndez, un agricultor de El Factor. "El progreso debe ser para todos, no
solo para la parte turística."
Otros temas
recurrentes en las conversaciones de los residentes son la necesidad de un
mercado público moderno en Nagua, la mejora de los servicios de salud en todos
los municipios y la creación de más oportunidades educativas y de capacitación
técnica para la juventud.
La Conclusión
de la Comunidad
En general, el
sentimiento en María Trinidad Sánchez es de un progreso desigual, pero real.
Mientras que las grandes obras de infraestructura son celebradas como un paso
adelante, la gente espera que el foco se mueva hacia la resolución de los
problemas cotidianos que afectan la vida de la mayoría. La población de la
provincia no solo observa el cambio, sino que también alza su voz para asegurar
que el desarrollo sea inclusivo y beneficie a todos los ciudadanos por igual.
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