Por: Raúl Ventura
Durante la gestión presidencial de Danilo Medina (2012–2020), uno de los sectores donde se dejaron huellas significativas fue el sistema eléctrico nacional, con obras que transformaron la calidad del servicio en diversas regiones. La provincia María Trinidad Sánchez, y de
manera puntual el municipio de Río San Juan, fue beneficiada con proyectos de transmisión y subestaciones que solucionaron el histórico problema de bajo voltaje que afectaba a hogares, comercios y al sector turístico de la zona.En el año 2016
se puso en operación la línea de transmisión de 138 kV Nagua – Río San Juan, de
más de 50 kilómetros de extensión, que permitió fortalecer la interconexión
eléctrica de la costa norte y sentó las bases para estabilizar la distribución
en la provincia. Esta obra representó un salto cualitativo al reducir las
pérdidas técnicas y acercar fuentes de energía de alta tensión a una comunidad
que hasta entonces dependía de líneas largas con deficiente capacidad de carga.
Posteriormente,
en 2020 se inauguró la Subestación Río San Juan 138/12.5 kV, con un
transformador de 14 MVA y tecnología de automatización, cuya inversión superó
los 71 millones de pesos. Esta infraestructura convirtió a Río San Juan en un
punto estratégico de distribución, garantizando voltaje estable, capacidad de
expansión para futuros proyectos y confiabilidad en el servicio eléctrico para
miles de familias, negocios y hoteles de la zona.
Impacto
provincial y nacional
La solución de
bajo voltaje en Río San Juan trascendió lo local:
A nivel
provincial, mejoró la estabilidad energética en Nagua, El Factor, Cabrera y Río
San Juan, favoreciendo el desarrollo turístico, agroindustrial y comercial de
María Trinidad Sánchez.
A nivel
nacional, estas obras se integraron al plan de expansión de la Empresa de
Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED), contribuyendo al fortalecimiento de la
red troncal de 138 kV en el norte y garantizando una matriz más robusta y
equilibrada.
En conclusión,
el aporte de Danilo Medina al sistema eléctrico en Río San Juan no fue un hecho
aislado, sino parte de una visión integral que buscó modernizar la red, reducir
pérdidas, elevar la calidad del servicio y crear condiciones para el desarrollo
económico y social. La provincia María Trinidad Sánchez es hoy testigo de cómo
la inversión en infraestructura energética se traduce en bienestar colectivo y
en un servicio eléctrico más confiable para toda la República Dominicana.

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