Kenneth Eugene Smith se enfrenta a la ejecución por un asesinato cometido en 1988
BBC News Mundo
Advertencia:
este artículo contiene descripciones gráficas de métodos de ejecución que
podrían perturbar a algunos lectores.
La primera vez que Kenneth Eugene Smith iba a morir, los verdugos de un centro penitenciario en Alabama pasaron varias horas en el intento de ejecución.
Ataron al
condenado a una camilla en la llamada "cámara de la muerte" del
correccional de Holman e intentaron inyectarle una mezcla letal de sustancias
químicas.
Pero
fracasaron.
Incapaces de
abrir una vena, lo que según los abogados de Smith le dejó numerosas
incisiones, cesaron en el intento cuando el reloj marcaba la medianoche y la
orden de ejecución del estado expiraba.
Eso fue en
noviembre de 2022. Ahora, el gobierno de Alabama intentará ejecutarlo de nuevo.
Esta vez han
autorizado un plan para asfixiar a Smith atándole una máscara hermética a la
cara y obligándole a inhalar nitrógeno puro, un gas inerte que privaría a su
cuerpo de oxígeno.
El Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos declaró la semana pasada que
este método, nunca antes utilizado, podría constituir tortura u otros tratos
crueles, inhumanos o degradantes, y pidió que se suspendiera.
Aún no se ha
dictado una sentencia definitiva de apelación después de que un tribunal
federal rechazara la petición de sus abogados de una medida cautelar. Está
previsto que Smith sea ejecutado este jueves.
Smith fue uno
de los dos hombres condenados en 1989 por el asesinato el año anterior de la
esposa de un predicador, Elizabeth Sennett, quien fue apuñalada y golpeada
hasta la muerte en un homicidio a sueldo por US$1.000.
Es uno de los
únicos hombres del Estados Unidos moderno en ser "ejecutado dos
veces", y el primero en ser sometido a gas nitrógeno.
"Mi
cuerpo se está desintegrando"
Eugene Kenneth
Smith ha pasado décadas en el corredor de la muerte del centro penitenciario de
Holman.
"Mi
cuerpo se está desintegrando, no dejo de perder peso", le dijo Smith a la
BBC en una respuesta escrita a las preguntas formuladas a través de un
intermediario.
En Alabama
están prohibidos los encuentros cara a cara entre periodistas y condenados a
muerte.
Nos pusimos en
contacto con él por teléfono a finales de la semana pasada, pero nos pidió que
no le entrevistáramos porque, según expresó, se encontraba muy mal.
"Tengo
náuseas todo el tiempo. Me dan ataques de pánico con regularidad... Esto es
solo una pequeña parte de con lo que he estado lidiando a diario. Tortura,
básicamente", escribió.
El centro correccional de Holman pondrá en práctica un método de ejecución no probado.
Hizo un
llamado a las autoridades de Alabama para que "detengan [la ejecución]
antes de que sea demasiado tarde".
El estado
sostiene que la muerte con gas nitrógeno provoca la inconsciencia rápidamente,
pero no ha presentado ninguna prueba plausible.
Expertos
médicos y activistas han advertido del riesgo de que sea un desastre, de que
Smith pueda tener convulsiones violentas hasta quedar en estado vegetativo.
E incluso
advierten de la posibilidad de que el gas se escape de la máscara y mate a
otras personas presentes en la sala, incluido el consejero religioso de Smith,
el reverendo Jeff Hood.
"Estoy
seguro de que Kenny no tiene miedo a morir, lo ha dejado muy claro. Pero creo
que tiene miedo de que lo torturen aún más en el proceso", afirma Hood,
quien ha firmado un documento que deslinda legalmente al estado de los peligros
de una fuga de nitrógeno.
"Estaré a
varios metros de él, y varios expertos médicos me han advertido repetidamente
de que estoy arriesgando mi vida al hacer esto. Si hay algún tipo de fuga en la
manguera, si hay algún tipo de fuga en la máscara, en el sello alrededor de su
cara, sin duda podría provocar una fuga de nitrógeno en la habitación”,
reconoce el reverendo a la BBC.
Un peligro
intolerable
Según un
experto y coautor de una investigación de la ONU, esta ejecución supone un
nivel de peligro intolerable.
Como profesor
asociado de Anestesiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Emory, el doctor Joel Zivot acusa a las autoridades de Alabama de tener un
historial "terrible" de ejecuciones "crueles".
"Supongo
que tengo que concluir que Kenneth Smith debe ser el hombre más malo de Estados
Unidos, porque el estado de Alabama está tan empeñado en ejecutarlo que está
dispuesto a matar a otras personas para matarlo a él", le dice Zivot a la
BBC.
De los 50
estados de EE.UU., en 27 la ley permite la aplicación de la pena capital.
"Imagínese
un pelotón de fusilamiento en el que todos los testigos están alineados junto a
la persona a la que se va a ejecutar, y se les hace firmar exenciones, porque
resulta que los tipos que tiene no son muy buenos tiradores, así que es posible
que también disparen a otros.
"Estas
son algunas de las cosas que puedo imaginar que podrían ocurrir con el gas
nitrógeno", señala el experto.
"Lo que
sabemos sobre el gas nitrógeno es que, en un primer estudio con voluntarios
sanos, casi todos ellos tuvieron convulsiones generalizadas entre los 15 y los
20 primeros segundos de respiración".
En ese caso,
Smith perdería el conocimiento antes de sufrir una serie de espasmos violentos.
Intentos
fallidos
Alabama tiene
una de las tasas de ejecución per cápita más altas de Estados Unidos y
actualmente cuenta con 165 personas en el corredor de la muerte.
Desde 2018, el
estado ha sido responsable de tres intentos fallidos de inyección letal en los
que los condenados sobrevivieron.
Los fallos
dieron lugar a una investigación interna que culpó en gran medida a los propios
presos.
El informe
estableció que los abogados de los presos trataron de salvar sus vidas
"agotando el tiempo" con apelaciones judiciales de última hora para
suspender la ejecución.
Según la
revisión, esto supuso una "presión innecesaria sobre los plazos" para
los verdugos.
Esta vez, el
equipo dispondrá de un "margen de tiempo" más amplio, en lugar del
plazo de medianoche, para ejecutar a Smith.
La gobernadora
de Alabama, Kay Ivey, que tiene potestad para detener las ejecuciones
judiciales, declinó hacer comentarios sobre las advertencias de los expertos y
las acusaciones contra el estado.
165 personas están en el corredor de la muerte de Alabama.
La Fiscalía
General calificó las preocupaciones de la ONU de "tan infundadas como las
de Smith".
"El
tribunal de primera instancia examinó la impugnación de Smith, escuchó a
múltiples expertos médicos y determinó que las preocupaciones de Smith sobre la
hipoxia de nitrógeno eran 'especulativas' y 'teóricas'", dijo la Fiscalía
en un comunicado.
"Tenemos
la intención de proceder a su ejecución el 25 de enero", añadió.
El legislador
estatal Reed Ingram, un republicano que votó a favor de autorizar la ejecución
por gas nitrógeno, rechaza las críticas de la ONU.
"No sé si
sea degradante, no sé si inhumano, pero creo que estamos mejorando. Creo que el
proceso puede ser mejor que lo que le hizo a la víctima", le dijo a la
BBC.
"Nuestra
gobernadora es cristiana. Ha estudiado todo este asunto y cree que es
razonable. Estoy seguro de que le resulta difícil, pero es la ley",
añadió.
La BBC se puso
en contacto con la familia de Elizabeth Sennett, que dijo que no haría ningún
comentario hasta el jueves.
En 1996 un
jurado recomendó cadena perpetua sin libertad condicional para Smith, pero el
juez lo rechazó y le condenó a muerte.
En su juicio
admitió haber estado presente cuando la víctima fue asesinada, pero dice que no
participó en el ataque.
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