Tomado de: Republica Merengue
Fue un multiinstrumentista, cantante, compositor y arreglista dominicano. Varios periodistas y cantantes de renombre, lo tildan como «El Rey Midas de la Salsa» o «El Maestro de la Salsa Contemporánea.
Nacido
el 27 de marzo de 1952 en Bani, Víctor desde pequeño demostró su interés por la
música, por lo que en 1974 inicia su transitar por el arte en la banda “Tino
Peña y su combo salsa”, de Baní. Estando en ese grupo fue que conoció a
Wilfrido Vargas quien vio su potencial y de inmediato le propuso que se
integrara a su agrupación.
Con
Wilfrido popularizó varios hits musicales en la época como “Charo, charo”,
“Cachita”, “Enrique blanco” (junto a Vicente Pacheco), “Amigos míos me enamoré”
y “Sansón batalla”, este último en salsa y que además concitó mucho éxito, al
ser el número uno con la propia Fania All Stars.
Tras
salir de la orquesta de Wilfrido, militó por un año en “La esencia dominicana”,
de Sony Ovalles, de quien heredó luego ese proyecto y lo obligó ante la
ausencia del “maestro” a hacerse arreglista del mismo mientras llevaba su
oferta por varios países.
A
Víctor Waill se le reconoce el mérito de ser el artífice de acertadas fusiones
musicales. En busca de un sonido diferente le agregó acordeón típico a algunas
canciones sustentadas en el merengue tradicional. El resultado era más que
novedoso.
En
un momento de una carrera de luces, “capitaneando su propio barco”, se internó
en Samaná para aprender del maestro Ciriaco Stubbs, a quien recordo con
veneración y posteriormente se integra a la orquesta de Don Félix del Rosario.
Tras
ese peregrinaje se fue a Estados Unidos para ampliar sus conocimientos
musicales “conjuntamente amenizando actividades para poder sobrevivir en una
tierra que no era la de el”.
Luego
logró un contrato discográfico con Kubaney Records cuando formó a Víctor Waill
y su grupo Panela. Con este sello grabó “Diptongo de amor”, que le valió el
premio Aplausos 92, en Miami.
Simultáneamente
con sus proyectos personales, Waill se dio también para producirle a otros
artistas y agrupaciones. A Víctor Roque y “La gran Manzana” le orquestó el tema
“Mala, mala, mala” y a Fernando Villalona le hizo los arreglos musicales a
éxitos merengueros como “Música latina”, “Que lo que” y “María morena”.
Para
Pochy Familia y su Coco Band hizo la música de “El que llora, llora” y “Ya se
me olvidó tu nombre”.
En
su lista además se inscriben trabajos para Rubby Pérez, Eddy Herrera, Los
Hermanos Rosario, Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Ravel, Monchy &
Alexandra y el cantante argentino Alejandro Lerner.
Con
el grupo ilegales, Víctor Waill hizo prácticamente toda la música de sus éxitos
como “La morena pide mas”, “Una copa de licor”, “Tu recuerdo” (en balada),
“Solo tú”, “Como un trueno”, “Fiesta caliente”, “El taqui taqui”, “A que te
pongo”, entre otros.
Uno
de sus primeros logros en lo que hoy llamamos salsa Dominicana fue:
“Extrañándote”, el hit salsero que grabaron Michel y Rubby Pérez.
Para
Michel también hizo “Yo no me doy por vencido”, “El hombre perfecto” y “Beat
it”, tema homenaje a Michael Jackson entre otros muchos éxitos del buenon.
Y
así se abrió paso a lo que hoy es un sello en todo el mundo ya que a partir de
este momento se catapultó esta nueva etapa de la salsa atreves de artistas que
vienen de la mano del que hoy llamamos el Arquitecto de la salsa moderna o el
protagonista de la salsa entre otros muy merecidos títulos.
Artistas
tales como: Alex Matos, Asdrubar, Ruth la cantante, Noemi Mieses, Alexa la
artista, Danaes, Edwin el futuro de la salsa, Jehu el rey, Yanfourd, David
Kada, Félix Manuel, entre otros muchos más Dominicanos de éxito y de muy
importante posición musical, fueron
parte de su récord de arreglos musicales en nuestro país .
Reconocido
en varias ocasiones como arreglista y productor del año en Premios Soberano,
Premios Estrella, Premios Q de la música, Premios Conga a la salsa y entre otras
importantes distinciones.
Y
así siguió trabajando el maestro con la nueva y vieja generación musical
tropical de República Dominicana, como dijo el mismo ´´trabajando 28 horas al día´´.
Más
maduro musicalmente, porque como él sostenía “el artista debe siempre
reinventarse”, Víctor Waill puso a consideración del público una propuesta que
aunque le llevó tiempo ponerla en marcha, creyó que las cosas deben darse en el
momento oportuno y así es como se revela ahora con esta fórmula de “altos
quilates” producto de una experiencia profesional de tres décadas.
En
su carrera artística de la nueva era podemos mencionar temas éxitos tales como:
extraño amor, un poco más, si me hubieran dicho, soy algo fácil de olvidar, me
enamore como nunca, una más, si te hubiera conocido ayer, no me culpes a mí, el
pecado, ganas de amar, te amo este último de su autoría junto a otros éxitos
más.
Sin
embargo, el protagonista de toda esta historia musical no tuvo tiempo ni
siquiera para despedirse de sus fanáticos, amigos y familiares, pues en el año
2019 un infarto al miocardio le quitó la vida.
Víctor
Waill fue encontrado muerto en su residencia el 8 de julio de ese año, a eso de
las 9 de la mañana.
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