Los suicidios en República Dominicana representan la tercera causa de muerte violenta en el país, solo por detrás de los homicidios y los accidentes de tránsito y a pesar de que las últimas cifras registran una ligera disminución, los casos de adolescentes se mantienen en aumento.
Según los últimos datos de
la Oficina Nacional de Estadísticas, en 2020 se registraron 597 suicidios, un
1% menos que los reportados en 2019, cuando se registraron 607.
El 17.7 % (106) de los 597
suicidios reportados el año pasado corresponde a jóvenes y adolescentes menores
de 19 años, mientras que en 2019 representaron el 7% (44).
De los 106 suicidios
registrados el año pasado, 64 corresponden a adolecentes de entre 15 y 19 años
y 42 a menores de 15 años.
Dentro de los factores que
inciden en el suicidio adolescente está la depresión, los conflictos
familiares, la violencia intrafamiliar, la nota baja y el abuso sexual, explicó
a Diario Libre la psicóloga y terapeuta familiar del centro Telar de Emociones,
Itania María.
“La pandemia del COVID-19 se
ha convertido en un factor importante en el aumento de los casos de suicidio en
adolescentes en todo el mundo y en nuestro país no ha sido la excepción. Sgún
Unicef el 27% de los y las jóvenes de América Latina y el Caribe, sintió
ansiedad durante la pandemia”, indicó.
La especialista señaló que
la adolescencia es una etapa de la vida donde surgen conflictos que tienen que
ver con autopercepción, autoestima y emociones negativas en general.
En ese sentido, destacó que
el papel de la familia y el entorno es esencial en el apoyo y acompañamiento a
adolescentes y jóvenes con ideas suicidas o que hayan cometido un intento de
suicidio.
“Apoyar desde una
comunicación con una escucha activa y respetuosa, sin juzgarles; con empatía.
Validar sus sentimientos y con una expresión incondicional de amor hacia él o
ella. Ofrecerle buscar apoyo profesional”, dijo.
Por otro lado, la psicóloga
advirtió que a pese a estar comprometidos con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) y la meta “Salud y Bienestar” en el país no se está trabajando
lo suficiente en ese sentido.
Por ejemplo, explicó que
existe un Plan Nacional de Salud 2019-2022 pero no tiene presupuesto.
“Es necesario que en nuestro
país se invierta más para trabajar con salud mental en adolescentes y jóvenes”,
afirmó.
Conducta
suicida
Con respecto a si existe
algún tipo de conducta que pueda alertar a los familiares de un posible acto
suicida, Itania María explicó “que la alerta debe sonar” si se observa
aislamiento, falta de participación en actividades familiares y con amigos o en
las cosas que antes realizaba, poca comunicación, autolesiones.
De igual forma si expresa
que ha tenido experiencias traumáticas y que le generan sufrimiento, como abuso
sexual, maltrato o alteración de los hábitos, del sueño, alimentación y disminución
del rendimiento académico.
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