miércoles, 10 de febrero de 2021

Los padres de la patria: vida y aportes a la independencia nacional


Hediberto Pichardo.MA

Cada 26 de enero los dominicanos celebramos el natalicio de Duarte, el 25 de febrero el de Mella y el 9 de marzo el de Sánchez. Mucha gente en este país desconoce realmente el papel que desempeñaron cada uno de ellos para que esta nación proclamara su independencia frente al dominio haitiano el 27 de febrero de 1844.

Duarte no es padre de la patria por solo haber creado la trinitaria, Mella no lo es por solo haber disparado el trabucazo ni Sánchez por haber sido sobrino de María Trinidad y haber ayudado a Duarte.

En esta ocasión pretendemos referirnos a cada uno de ellos, señalando aspectos sobre su vida, así como los aportes que cada uno de ello realizó para que se materializara la proclamación de independencia.

Juan Pablo Duarte y Diez

Nació el 26 d enero de 1813 en Santo Domingo. Fueron sus padres juan José Duarte Rodríguez, español y dedicado a labores comerciales y la seibana Manuela Diez Jiménez.

En el momento en que Duarte nació, este territorio estaba gobernado por España en un periodo denominado por los historiadores dominicanos como de la España boba.

Cuando tenía cumplida los 8 años, José Núñez de Cáceres proclamó la independencia frente al dominio de España, llamada efímera por el corto tiempo que duró y creó el Estado independiente Haití español.

Al cumplir el padre de la patria los 9 años, el 18 de febrero de 1822 los haitianos bajo el mando de Jean Pierre Boyer invadieron el territorio de lo que hoy es la República Dominicana y la ocuparon, permaneciendo en ella por espacio de 22 años.

No pudo concluir sus estudios superiores formales debido a que el régimen haitiano procedió a cerrar la universidad Santo Tomás de Aquino, hoy UASD. Además de que estableció de manera obligatoria el servicio militar para jóvenes.

Entre sus profesores se destacan Manuel Aybar y el sacerdote peruano Gaspar Hernández.

Gracias a que su padre era un próspero comerciante pudo el patricio realizar un viaje por Estados Unidos y Europa con la finalidad de estudiar comercio. Dicho viaje se realizó entre los años de 1829-1832. En su travesía, iba acompañado de Pablo Pujols un juez amigo de su familia.

Durante el trayecto del viaje, el capitán del barco, cuyo nombre no han revelado sus biógrafos, dentro de los que se incluye a su hermana Rosa Duarte, le cuestionó acerca de si no le daba vergüenza decir que era haitiano a lo que Duarte respondió que era dominicano. Acto seguido el capitán español insistió: ‘‘Tú no tienes nombre, porque ni tú ni tus padres merecen tenerlo, porque, cobardes y serviles, inclinan la cabeza bajo el yugo de sus esclavos.’’ Años después relató que estas palabras humillantes lo llevaron en ese mismo momento a la resolución de luchar por la independencia dominicana.

En su viaje pudo conocer las aspiraciones liberales y democráticas vigentes en España, las cuales luchaban contra el antiguo régimen feudal y despótico.

Aprendió inglés y francés, además de otras lenguas, por lo que sus biógrafos plantean que fue políglota.

A su regreso ayudó a su padre en el negocio y tomó clases particulares con el presbítero Juan Vicente Moscoso, además de que creó una escuela para propagar sus ideas.

El 16 de julio de 1838 fundó la sociedad secreta La trinitaria en casa de Josefa Pérez, chepita, madre de su discípulo y amigo entrañable Juan Isidro Pérez el día de nuestra señora del Carmen. Formaron esta agrupación clandestina 9 personas, aunque Emiliano Tejera señaló, luego de conversaciones con Duarte, que ese día hubo dos reuniones con el mismo fin: una en la mañana y la otra en la tarde. En esta última si estuvieron presente Sánchez y Mella.

El propósito de la trinitaria, como se sabe consistió en reclutar simpatizantes para la proclamación de la independencia.

Además de la trinitaria, también Juan Pablo fundó la filantrópica, donde se pronunciaban discursos de tipo político y cultural y la dramática, cuyo objetivo según Roberto Casa en su libro Los padres de la patria, no era otro que el de difundir los ideales nacionales y democráticos a través de la representación de obras teatrales.

Consciente Duarte de que para poder lograr la proclamación de la independencia debía ir por partes, decidió pactar una alianza con el movimiento antiboyerista conocido como La reforma, dirigido por Charles Herard. Para lograr ese objetivo envió a Matías Ramón Mella a pactar un acuerdo.

Efectivamente Boyer fue derrocado y sustituido por Herard, pero este al percatarse debido a informes de que los trinitarios querían la separación, decidió trasladarse hacia Santo Domingo con el fin de apresar o fusilar a los integrantes de dicho movimiento. Duarte no tuvo más remedio que salir huyendo del país rumbo a Venezuela, desde allí se trasladó a Curazao. Desde dicha isla y ante la petición de los compañeros que continuaron los planes de que necesitaban recursos, le escribe una carta a su familia pidiéndoles que vendieran el patrimonio heredado de su padre y que los recursos le fueran entregado a los trinitarios para la causa de la independencia.

Tras la proclamación de la independencia regreso al país, se integró a las luchas contra los haitianos, pero los destinos de la incipiente nación estaban en manos de los conservadores, quienes se disponían a ejecutar el plan Levasseur, mediante el cual pretendían buscar el protectorado de Francia cediendo a cambio la bahía y península de Samaná. Como lo anterior iba en contra de los principios enarbolados por el patriota decidió planificar un golpe de Estado contra Tomas Bobadilla y en su lugar colocar a Sánchez.

Para mala fortuna de los trinitarios, el 12 de julio de 1844 Pedro Santana, un hacendado radicado en El Seibo y que había apoyado la independencia dio un golpe de Estado a la junta gubernativa, apresó algunos trinitarios, incluyendo a Duarte, los declaró traidores a la patria y lo expulsó del territorio dominicano.

Duarte fue expulsado a Alemania, duró 19 días en Hamburgo, donde se involucró con los masones, de allí viajó a Saint Thomas y luego se estableció en Venezuela y allá permaneció por 20 años, a pesar de que el presidente Jiménez ordenó una amnistía para los exiliados en 1848.

Volvió al país en 1864 porque entendió que no podía ser indiferente a la guerra de la restauración que buscaba acabar con la anexión a España ejecutada por el hatero Pedro Santana. Visitó en Santiago a Mella, quien se encontraba moribundo con un cáncer terminar.

 Su intención era ir al campo de batalla, pero el gobierno restaurador celoso por su presencia en el país decide nombrarlo embajador en Venezuela, con la misión de buscar apoyo económico para la guerra. Duarte no quería marcharse del país, pero por un artículo publicado en el periódico cubano Diario de la marina donde se exponía que la presencia del patricio en suelos dominicanos había creado un malestar entre los restauradores, el llamado por Balaguer como el cristo de la libertad, para acallar estos rumores le comunica a Ulises Francisco Espaillat la decisión de regresar a Venezuela.

Su misión en la tierra de Bolívar resultó en fracaso. Se internó en la selva venezolana y murió en la miseria el 15 de julio de 1876.

Como hemos visto Duarte funda la trinitaria, dramática y filantrópica, propaga la idea de la independencia pura y simple cuando nadie creía en esto, además de que dona su fortuna y la de su familia para la causa independentista. Fue el primero de los tres llamados el padre de la patria.

Francisco del Rosario Sánchez del Rosario.

Hijo de Olaya del Rosario de color mulato y de Narciso Sánchez(negro). Nació el 9 de marzo de 1817 en Santo Domingo.

Cuando nació, sus padres vivían en unión libre, por eso fue bautizado como Francisco del Rosario Sánchez, donde Rosario que era el primer apellido de su madre figuraba como su primer apellido. Luego que su tía María Trinidad Sánchez convenciera a su hermano Narciso de que se casara con Olaya, entonces pasó a llamarse Francisco del Rosario Sánchez del Rosario, el primer Rosario se convirtió en su segundo nombre, para de esta manera pasar Sánchez, que era el primer apellido de su padre, a ser su primer apellido. Era de origen humilde a diferencia de sus compañeros fundadores de la trinitaria.

Fue de los pocos miembros fundadores de la trinitaria que no era de piel blanca.

Formó parte del segundo grupo que se reunió junto a Duarte en horas de la tarde para formar la sociedad secreta la trinitaria el 16 de julio de 1838.

Dentro de los méritos por lo que se considera un padre de la patria están: acompañó a Duarte en la formación de la trinitaria, quedó al frente de los trabajos conspirativos en 1843 cuando el líder tuvo que abandonar el país y fue la figura clave en los preparativos de la proclamación de la independencia de la Republica Dominicana el 27 de febrero de 1844. También a esto podemos agregar que le correspondió iniciar la resistencia frente a la anexión a España en 1861.

Se vinculo a Báez, de manera coyuntural, pero siempre se opuso a este cuando de pisotear la independencia del país se tratara.

Parece ser que el interés de luchar por la libertad la heredó de su padre, quien llegó a participar en la conspiración de los Alcarrizos contra Boyer.

Dentro de su formación hay que destacar que aprendió inglés y latín, fue autodidacta y llegó a ejercer la función de abogado, además de barbero.

Él fue uno de los que encabezó el derrocamiento de las autoridades haitianas en Santo Domingo en el 1843.

Cuando la persecución por parte de Herard en 1843, no pudo salir del país como lo hicieron Duarte y otros miembros de la trinitaria, pues cayó enfermo, se ocultó por un tiempo, participó en la simulación de su muerte para despistar a los haitianos.

Tras la vuelta de Herard a Haití, Sánchez asumió la dirección de la trinitaria. Consciente de que sin el apoyo de otros sectores sería imposible la proclamación de la independencia fue uno de los artífices de la alianza con el sector de los conservadores dirigidos por Bobadilla y Pedro Santana. Él fue el ideólogo del famoso manifiesto del 16 de enero de 1844 donde se llamaba a los pueblos del país a independizarse de Haití, en el mismo se señalaban las razones que hacían viable la separación del país opresor. Aunque Bobadilla más tarde señaló que dicho manifiesto había sido de su propia autoría, pruebas evidencian el rol principal de Sánchez en la elaboración de este.

Ya hemos señalado que dirigió a los trinitarios la noche de la proclamación de la independencia. Tras dicha proclamación se formó una junta central gubernativa en la que él fue designado como presidente, pero cedió esta posición a Tomás Bobadilla.

Presidió la segunda junta central gubernativa tras el golpe de Estado dado a Bobadilla por su interés en ejecutar el plan Levasseur en el que buscaba el protectorado francés a cambio de ceder la bahía y península de Samaná.

Su mandato al frente de esta junta fue muy breve, pues Pedro Santana dio un golpe de Estado y Sánchez junto a otros trinitarios fue expulsado del país. Enviado a Irlanda, desde allí se trasladó a Estados Unidos y de esta nación se desplazó a Curazao donde permaneció hasta poder volver al país en 1848 gracias a la amnistía concedida por el presidente Manuel Jiménez.

En Curazao, para poder sostenerse ejerció de maestro de español y tuvo una hija.

Cuando regreso al país en 1848 fue nombrado por Jiménez comandante en armas de Santo Domingo. Tras la caída de Jiménez por obra de Pedro Santana se retiró de la vida política y se dedicó al ejercicio del derecho. En 1849 no tuvo más remedio que aceptar ser designado por Santana como procurador fiscal de Santo Domingo. Dentro de su ejercicio en dicha posición le tocó ser acusador de Antonio Duvergé, este es uno de los episodios de su vida que ha sido altamente cuestionado.

Otro hecho que hizo que muchos denotaran su figura lo fue la publicación en 1853 de un artículo, amnistía, donde exaltaba la figura de Santana.

Fue seguidor y colaborador de Báez, pues debemos tener presente que Santana había ordenado fusilar a su hermano Andrés y a su amada tía María Trinidad.

Su simpatía por Báez la inició en 1853 cuando Santana deportó al primero. De hecho, participó en una conspiración en 1855 contra Santana y a favor del retorno de Báez.

En el segundo gobierno de Báez 1856-1858 fue designado por este como gobernador y comandante de armas de la provincia de Santo Domingo. Él fue uno de los que dirigió la defensa de Santo Domingo durante la guerra civil de 1857, mal llamada revolución cibaeña, hecha contra Báez por la estafa que este les había hecho a los comerciantes de tabaco del Cibao.

Su lealtad al caudillo azuano desapareció cuando tras la proclamación de la anexión, el decidió combatirla, mientras que Báez permaneció indiferente y al final se identificó con los españoles.

Sintiendo que no podía ser indiferente a la anexión a España, decide retornar al país, entrando por Haití con un grupo de expedicionarios, que contaban en ese momento (1 de junio de 1863) con el apoyo del presidente haitiano Fabrett Gefrard. Este mandatario haitiano rápidamente les retiró el apoyo a los revolucionarios una vez que fue amenazado por barcos españoles que pretendían atacar Puerto Príncipe.

Sánchez y su grupo fueron emboscados por Santiago de Óleo, que antes lo había apoyado, en la loma Juan de la Cruz, cerca de Hondo Valle. Fue capturado, pudo haber escapado en el ataque, pero prefirió no abandonar a sus compañeros.

En una farsa de juicio sumario fue condenado a ser fusilado el 4 de julio de 1861 en San Juan de la Maguana.

Matías Ramón Mella y Castillo.

Nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo, hijo de Antonio Mella y Francisca Castillo. Sus padres eran de clase media.

Se casó en 1836 con Josefa Brea, cuyos padres pertenecían también a la clase media urbana. Del matrimonio nacieron 4 hijos, uno de ello, Ramón María, luchó en la restauración (1863-1865) y en la guerra contra los 6 años de Báez (1868-1874).

Se dedicó al corte de madera tanto en San Cristóbal como en Puerto Plata.

Al igual que Sánchez, no figuró en la reunión del 16 de julio de 1838 en la mañana para fundar la sociedad secreta la trinitaria, pero según el propio Duarte él fue uno de los fundadores de la trinitaria, entonces todo indica que estuvo en la reunión celebrada ese mismo día en horas de la tarde.

Siempre mostró un gran respeto y culto hacia la figura de duarte.

Debido a la gran confianza que le tuvo Duarte, lo envió a Haití a pactar una alianza con el movimiento de la reforma, que quería derrocar a Boyer y cuyo líder era Charles Herard. Tras la caída del gobernante haitiano, él jugó un papel destacado pues fue uno de los que luchó para lograr la caída de las autoridades haitianas en Santo Domingo en 1843.

También fue enviado por Duarte a los pueblos del Cibao con el fin de promover las ideas de independencia. Tenía un gran genio para organizar.

Cayo prisionero y enviado a Haití cuando Herard se trasladó a la parte este de la isla de Santo Domingo (hoy Republica Dominicana) a desmantelar a los trinitarios. Posteriormente fue liberado debido a que el nuevo mandatario haitiano quería vender la imagen de que era democrático e iba a cumplir con la promesa que había hecho de no reprimir como lo había hecho Boyer.

La noche del 27 de febrero disparó el famoso trabucazo para evitar que los allí convocados se retiraran del lugar porque lo notaba vacilantes y con cierto temor.

Tras la proclamación de la independencia fue nombrado vocal de la junta central gubernativa y nuevamente fue enviado al Cibao con el fin de organizar la defensa de esa región ante el inminente ataque de los haitianos.

En Santiago designó al francés José María Imbert al frente de los hombres que ofrecerían resistencia a los haitianos. Imbert condujo a los dominicanos en la triunfal batalla del 30 de marzo, celebrada en la capital del Cibao.

Cuando Duarte decide viajar al Cibao, Mella lo proclama presidente. Pero dicha acción no pudo concretizarse, pues por un lado Sánchez no estuvo de acuerdo y por el otro Pedro Santana dio un golpe de Estado a la junta central gubernativa y desató una persecución contra los trinitarios. Frente a esta nueva situación, Mella marcha hacia Santo Domingo a negociar con Santana, pero este lo toma prisionero y lo deporta a Europa. Desde allí se traslada a Puerto Rico y retorna al país en 1848 cuando el presidente Jiménez decreta una ley de amnistía para los exiliados políticos.

Participo al lado de Santana en la batalla de las carreras y cuando este derrocó a Jiménez en 1848 lo nombró su secretario personal. A partir de ese entonces el patriota va a entablar una amistad y colaboración con el marqués de las carreras.

Precisamente fruto de esa amistad con Santana, Mella estuvo de acuerdo en que esta joven nación debía buscar un protectorado de una potencia extranjera (este es un punto que ha sido duramente criticado por sus detractores). Pero es pertinente señalar que el padre de la patria nunca renunció a sus ideales liberales y a que el país mantuviera su independencia.

Fruto de su amistad y colaboración con Santana fue enviado por este a España en 1854 a gestionar el protectorado o reconocimiento de la independencia del país, pero en ambos casos no logro lo que buscaba.

Como sabemos que Santana fue derrocado por Báez en 1856, gracias a la matrícula de Segovia, porque el primero pretendía buscar el protectorado de Estados Unidos, Mella se retiró a Puerto Plata a trabajar en el corte de madera.

Fue partidario y colaborador del gobierno cibaeño creado contra Báez durante la guerra civil de 1857, mal llamada revolución cibaeña, llegando incluso a ser ministro de guerra de dicho gobierno. Dentro de esa función, fue enviado a Samaná a desalojar a los baecistas, logrando finalmente dicho propósito en mayo.

De nuevo Santana en el poder a partir de 1858 lo nombra gobernador de Puerto Plata, pero a partir de entonces se fue alejando del mandatario debido a sus ideas anexionistas. Por dicha oposición a los planes de anexión fue enviado a la isla de Saint Thomas en enero de 1860.Allí duró breve tiempo, cuando regresó volvió a ser deportado por su oposición a la anexión a España que ya era inminente.

Cuando la guerra de la restauración fue nombrado ministro de la guerra, fue enviado como delegado en el sur del país, pero ya estaba enfermo de cáncer y no pudo cumplir con dicha misión.

Fue un genio militar, creador del método guerra de guerrillas, en donde un grupo pequeño de soldados al no poder enfrentar de frente a un enemigo superior recurre a ataques sorpresas.

Destruido por el cáncer falleció sumido en la miseria el 4 de junio de 1864 en la ciudad de Santiago, pidió que su cadáver fuera envuelto en la bandera tricolor y antes de su deceso pronuncio sus últimas palabras: ¡viva la republica Dominicana.

Finalmente debemos agregar que la tríada de los Padres de la Patria en nuestro país comenzó a llamarse como tal a Duarte, Sánchez y Mella en plena dictadura de Ulises Heureaux, en el año 1894.

Fuentes consultadas:

Casa, Roberto. Los padres de la patria. volumen v publicado por la comisión permanente de efemérides patria y el archivo general de la nación en el 2008.

Periódico acento. 1 de julio 2018.

Cruz Sánchez, Filiberto. Mella. Biografía política. 2da. ed. Santo Domingo, 1999.

Martínez Almánzar, Juan Francisco. Manual de historia critica dominicana.


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