viernes, 22 de enero de 2021

Las coyunturas en la historia política y electoral dominicana


Por Hediberto Pichardo. MA

Según el buscador Wikipedia, se denomina coyuntura al conjunto de circunstancias, hechos importantes o históricos, contingentes y cambiantes que determinan una situación. En historiografía, la coyuntura es el nivel del tiempo histórico intermedio entre la larga duración y los acontecimientos puntuales, tal y como lo define Fernand Braudel.

En política en algunas ocasiones ocurren hechos que cambian todo un panorama y alteran los resultados.

Las coyunturas, en términos electorales, cuando se presentan, rompen con todo tipo de previsiones señaladas por reputadas firmas encuestadoras.

En ocasiones las coyunturas ocurren dentro de un país y otras veces se presentan fuera del territorio. En ambos casos propician cambios inesperados.

El generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina, fue víctima de circunstancias que escapaban de su control y que a fin de cuenta provocaron que cayera en desgracia frente a sus amos los Estados Unidos.

Este gobernante, que dirigió el país como si se tratara de una empresa o finca particular no pudo escapar de los efectos de una coyuntura.

El 1 de enero de 1959 entro triunfante en La Habana, Cuba, el doctor Fidel Castro Ruz. Una vez establecido su control sobre el Estado cubano, inició el proceso de revolución, que entre otras muchas cosas conllevó a que la mayor de las Antillas decidiera pasar al bando soviético y adoptara el socialismo como modo de producción. Los expertos señalan que a partir del triunfo de la revolución cubana los días de Trujillo en el poder estaban contados. Y esto así sucedió.

En las elecciones de 1978, en la que Joaquín Balaguer pretendía obtener su tercera reelección consecutiva y de esta manera gobernar 16 años sin interrupción, la coyuntura internacional produjo su derrota a manos del hacendado Antonio Guzmán Fernández y su partido el PRD.

Resultó ser que para ese entonces el mundo estaba sumido en la guerra fría, un conflicto ideológico librado entre las superpotencias vencedoras de la 2da guerra mundial, Unión Soviética y Estados Unidos, adoptaron la política sobre el respeto a los derechos humanos, donde cada uno de esos dos países se empeñaban en mostrar al mundo que respetaban o apoyaban gobiernos que garantizaran el respeto de dichos derechos.

Balaguer, que había sido apoyado por Estados Unidos desde su arribo al poder en 1966, para 1978 ya no podía contar con el respaldo del gigante del norte de América, pues el caudillo y su gobierno incurrían en contantes violaciones de los derechos humanos.

Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos entre 1977- 1981, le exigió al gobernante dominicano que reconociera su derrota en las elecciones de 1978. Balaguer, con el retiro del apoyo gringo, no tuvo más opción que ceder el poder.

Así tenemos que, en las elecciones del año 1996, el PLD, que para ese entonces era una tercera fuerza política, con su candidato Leonel Fernández, ante el impedimento de reelección de Joaquín Balaguer y ante el temor de que si el PRD y su candidato Peña Gómez ganaban las elecciones, se alzó con la victoria en segunda vuelta celebrada el 30 de junio de 1996.

Dos años después de las elecciones de 1996, esto es en 1998, cuando debían celebrarse elecciones municipales y congresuales, la muerte de Peña Gómez, justamente 6 días antes de las elecciones, provocó que el entonces PRD ganara abrumadoramente dichas elecciones.

Para las elecciones del año 2000, de nuevo la coyuntura política hizo de la suya. En esa ocasión, estando el PLD en el poder, el partido reformista se empeñó en llevar como candidato al anciano caudillo Joaquín Balaguer. Esa situación provocó la derrota del PLD y el triunfo de Hipólito Mejía, sin que este último obtuviera el 50% más un voto, requerido para ganar las elecciones.

En las pasadas elecciones presidenciales, donde resultó ganador el PRM, la coyuntura que se presentó con la división del PLD, a raíz de la realización de las primarias del 6 de octubre de 2019, donde Gonzalo Castillo resultó ganador en un proceso a todas luces fraudulento y que provocó la salida de Leonel Fernández, el cual fundó el partido de la Fuerza del Pueblo, fue determinante para que Luis Abinader ganara las elecciones en primera vuelta.

Meses antes de la realización de las primarias abiertas en el PLD, las principales firmas encuestadoras colocaban a dicho partido en las preferencias del electorado, incluso lo proyectaban como ganador en las futuras elecciones del 2020. Pero la coyuntura hizo de las suyas.

La coyuntura política no solo cambió los resultados de las elecciones del 2020, sino que en otro momento de la historia hizo lo mismo.

Finalmente, en el plano local, para las elecciones municipales, celebradas finalmente en marzo del 2020, la salida al escenario de Ángel de Jesús López, dentro de las primarias del PLD, provocó la derrota del candidato apoyado por quien escribe Ángel Manuel López de manos del ingeniero Joel Veras.

 Una vez que culminó el proceso interno y rumbo a las elecciones, la candidatura del profesor Inocencio Mercedes por el PRD, provocó una división de los votos de la oposición al actual alcalde, quien nuevamente resultó ser el ganador. Este panorama fue el mismo que ocurrió en las elecciones del 2016 a nivel municipal en Nagua.


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