La proyección surge de evaluar los comportamientos de
las personas, las políticas públicas y los cambios en el clima. Informó a su
vez que los decesos en Estados Unidos podrían duplicarse y llegar a 410.000
para la misma fecha.
La cifra mundial de muertes por la pandemia de
coronavirus podría triplicarse para fin de año con 1,9 millones de muertes
adicionales, mientras que una ola de nuevas infecciones durante el otoño elevar
la cantidad de muertes en los Estados Unidos a 410.000, según un pronóstico
realizado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la
Universidad de Washington y publicado por el Washington Post.
La estimación refuerza las advertencias de muchos
expertos, que han vaticinado que un clima más frío y seco, sumado a una mayor
cantidad de tiempo pasada en espacios interiores, impulsará la transmisión
viral en el hemisferio norte durante los meses de otoño e invierno.
Los pronósticos que hizo el instituto al inicio de la
pandemia influyeron en las políticas desarrolladas por el grupo de trabajo
sobre el coronavirus de la Casa Blanca, pero algunos expertos los han criticado
por proyectar más hacia el futuro de lo que podría ser confiable.
El número de muertos en Estados Unidos por Covid-19
actualmente supera los 187.000, segun la universidad Johsn Hopkins. El modelo
IHME proyecta que, en el escenario más probable, 410.451 personas en los
Estados Unidos habrán muerto como consecuencia de la enfermedad para el 1 de
enero.
El mejor escenario del modelo, en tanto, muestra una
cifra que ronda las 288.381 muertes. En el peor la cantidad asciende a 620.029.
Los escenarios varían de acuerdo con el comportamiento humano y las políticas
públicas implementadas.
En ese contexto, las cifras del mejor de los casos
serían resultado del uso casi universal de mascarillas y el mantenimiento del
distanciamiento social, además de políticas gubernamentales que limiten las
reuniones sociales masivas o en espacios cerrados. El peor escenario, por el
contrario, asume que las personas y sus comunidades dejarán de tomar
precauciones.
“Es fácil, dada la calma del verano, pensar que la
epidemia está desapareciendo”, dijo el viernes Christopher Murray, director de
IHME, en una conferencia telefónica. Pero se avecinan “tiempos sombríos en el
invierno del hemisferio norte, y desafortunadamente no estamos haciendo
colectivamente todo lo que podemos para aprender de los últimos cinco meses”.
En las últimas semanas, el número diario de
infecciones y muertes en Estados Unidos se ha ido reduciendo gradualmente,
luego de un aumento a principios del verano impulsado en gran medida por la
transmisión comunitaria en los estados del llamado Cinturón del Sol. Es decir,
Texas, Arizona, California y Florida.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud
(IHME) de la Universidad de Washington calcula que para las elecciones
presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 250.000
fallecidos y para el 1 de diciembre los 295.000. EFE/Etienne Laurent
Pero los expertos advierten que las infecciones
virales suelen aumentar en las semanas posteriores a la reanudación de las
clases y, cuando hace más frío, el clima más seco puede ayudar a que los virus
permanezcan viables por más tiempo y se propaguen más fácilmente.
Hay consenso en la comunidad científica sobre las
mayores dificultades del Covid-19 de ser transmitido al aire libre. Pero a
medida que bajan las temperaturas, la gente pasará más tiempo adentro.
“Más allá de eso, todo son conjeturas porque hay
muchos factores que no podemos predecir y factores sobre la transmisión que,
sinceramente, los científicos aún no comprenden muy bien”, dijo Jeffrey Shaman,
un experto en enfermedades infecciosas que lidera la realización de modelos del
equipo de la Universidad de Columbia. “Lo que suceda en los próximos meses
realmente depende de lo que hagamos como sociedad en las próximas semanas”.
Sin embargo, Murray defendió las proyecciones a más
largo plazo, explicando que las mismas tienen por objetivo ayudar a los líderes
gubernamentales y al público a tomar decisiones, considerando los peores
escenarios.
El IHME estima que 910.000 personas en todo el mundo
han muerto a causa del virus, una cifra superior a las 865.000 registradas por
la Organización Mundial de la Salud. Pero la mayoría de los expertos están de
acuerdo en que el número real de muertes probablemente sea más alto, ya que
muchas personas mueren en sus hogares o sin haberse realizado la prueba del
virus.
El escenario “más probable” producido por IHME es de
2.8 millones de muertes en todo el mundo a finales de diciembre. Por su parte,
el mejor de los casos sería de unos 2 millones y, el peor, de 4 millones.
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