Cónsul es un concepto vinculado a la política y la administración. En la actualidad el uso más frecuente del término aparece en las relaciones diplomáticas, ya que el cónsul es la persona autorizada por un Estado a proteger a sus ciudadanos en un país extranjero.
El cónsul, por lo tanto, es un funcionario del
servicio exterior que se dedica a asistir a las personas del país de origen en
un territorio extranjero. La tramitación y legalización de documentos, la
entrega de poderes o certificados, la renovación de pasaportes, la defensa de
los ciudadanos y la promoción turística, cultural y económica de la nación
forman parte de las actividades que debe realizar.
Entre las funciones del cónsul sobresalen aquellas de
carácter notarial para dar fe pública y las vinculadas a la traducción
certificada (ya que el cónsul también es perito traductor).
En la jerarquía diplomática, puede hablarse de
distintos cargos vinculados a un consulado, como el cónsul general, el cónsul
general adjunto, el cónsul adjunto, el cónsul honorario o el vicecónsul.
Se cree que esta necesidad de contar con un
representante del propio país en territorio extranjero surgió durante las
Cruzadas; cuando los italianos que habían emigrado a otras tierras comprobaron
que el trato que allí recibían no era satisfactorio para con ellos.
Por todo esto creyeron necesaria la instauración de
una institución que se encargara de mediar entre ambos países y que pudiera
velar por sus derechos. Así podrían no sólo defender su comercio, sino también
procurar que su cultura fuera respetada en otras regiones.
Cónsul A partir de entonces, toda Europa implementó el
Tratado de Derecho internacional, donde se dejaba constancia de que un
representante de cada país debía reunirse con las autoridades del país visitado
y plantear una serie de requisitos que debían reunirse y respetarse para que
sus compatriotas pudieran llevar una buena vida.
Desde el siglo XIII el derecho a enviar cónsules a
otros países es uno más que se encuentra protegido por aquellas instituciones
no gubernamentales y neutrales que procuran salvaguardar la paz y las buenas
relaciones entre las diferentes naciones que forman el mundo.
En sus comienzos, el cónsul simplemente debía velar
por los intereses comerciales entre las naciones, pero más tarde estas tareas
se extendieron a la protección de todas las cuestiones relacionadas con la vida
y el desarrollo de sus ciudadanos en tierras extranjeras.
Por Lic. José Antonio Méndez Duncan/ Ex Diplomático
Fuente: elboletinrd
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