Una científica trabaja dentro de un laboratorio del Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya durante la producción y pruebas de laboratorio de una vacuna contra la enfermedad del coronavirus (The Russian Direct Investment Fund (RDIF)/Handout vía REUTERS)
Publicado
por el ministerio de Salud, el reporte destaca que no se conoce su eficacia
epidemiológica y que las contraindicaciones son numerosas.
Un informe publicado el martes en el sitio web del ministerio de Salud de la Federación Rusa señala que aún no hay certeza sobre la efectividad de la vacuna aprobada por el gobierno de Vladimir Putin y que las contraindicaciones, debido a la falta de estudios pertinentes, son numerosas. En particular, la droga está contraindicada para menores de 18 años, mayores de 60, embarazadas y personas con una larga lista condiciones de salud subyacentes.
Se han notado “muy frecuentes” efectos adversos en su
aplicación, como hinchazón, hipertermia, letargo, dolores de cabeza, picazón en
el lugar de la inyección, disminución del apetito, diarrea y síntomas similares
a los de un resfriado, según advirtió el informe realizado por el Instituto
Gamaleya de Moscú, donde se desarrolló la droga, y citado también por el
periódico The Telegraph.
Aunque se afirma que la mayoría de estos efectos
fueron “leves o moderados”, el documento presente en el certificado de registro
de la vacuna aclara también que “no es posible determinar con mayor precisión
la incidencia de los eventos adversos debido a la limitada muestra de
participantes en el estudio”.
Rusia declaró el martes ser el primer país en aprobar
una vacuna contra el coronavirus, en tanto el Putin afirmó que una de sus hijas
había sido inoculada. Al bautizar la vacuna Sputnik V (en honor al primer
satélite lanzado al espacio, con el agregado de la “v” por vacuna),
funcionarios rusos aseguraron que proporciona inmunidad segura y por largo
tiempo.
Pero documentos del Instituto Gamaleya publicados en
un sitio web oficial del Ministerio de Salud ruso insisten en que la vacuna
había sido probada en “una limitada muestra de participantes”, en un tiempo
demasiado corto para sacar conclusiones sobre su eficacia.
“Los eventos adversos se cumplieron con frecuencia o
con mucha frecuencia”, señala el reporte de los científicos que desarrollaron
la vacuna Sputnik V. “No es posible definir la ocurrencia de eventos adversos
con mayor precisión debido al número limitado de participantes en la
investigación”, agrega.
El Instituto señaló que 38 voluntarios participaron en
los ensayos durante 42 días y en el proceso se registraron 144 “eventos
adversos“, de los cuales más de 30 estaban en curso.
El informe también advierte que la vacuna no debe
administrarse a menores de 18 años, mayores de 60, embarazadas, madres en
período de lactancia o personas con una variedad de condiciones de salud
subyacentes. Añade que no se realizó ninguna investigación sobre cómo podría
reaccionar con otros medicamentos y el informe deja en claro que no se conoce
cuánto duraría la protección a pesar de las afirmaciones de funcionarios rusos
de que proporcionaría inmunidad durante dos años.
Específicamente, el informe alerta sobre la aplicación
de la vacuna a personas que sufran: enfermedades crónicas del hígado y los
riñones, diabetes, enfermedades graves del sistema hematopoyético, epilepsia,
accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades del sistema nervioso central,
enfermedades del sistema cardiovascular, inmunodeficiencias primarias y
secundarias, enfermedades autoinmunes, enfermedades pulmonares, asma y EPOC en
pacientes con diabetes y síndrome metabólico, con reacciones alérgicas, atonía,
eczema.
Un científico prepara muestras durante una investigación en Rusia de la vacuna contra el COVID-19. (REUTERS/Anton Vaganov)
En el caso de embarazadas y mujeres en período de
lactancia, se enfatiza que la vacuna está contraindicada “ya que no se ha
estudiado su eficacia y seguridad durante este período”.
“Una
decisión irresponsable e imprudente”
Tras el anuncio de Putin el martes, la OMS advirtió de
que la homologación de una vacuna exige procedimientos “rigurosos”, entre ellos
el examen y la evaluación de todos los datos de seguridad y eficacia requeridos
en ensayos clínicos.
“Para autorizar una vacuna contra el COVID-19 es
necesario que los ensayos clínicos aporten sólidas pruebas sobre su seguridad,
su eficacia y su calidad”, alertó la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Y es que ir demasiado rápido en los ensayos clínicos
“puede generar problemas” en cuanto a la seguridad, advierte Daniel Floret,
vicepresidente de la Comisión Técnica de Vacunaciones. Según él, “uno de los
puntos clave será aportar la prueba de que la vacuna no va a causar un
empeoramiento de la enfermedad” en las personas vacunadas, lo contrario del
objetivo.
Asimismo, el anuncio ruso del amplio despliegue de su
Sputnik V le parece un poco prematuro a muchos científicos.
“Es una decisión irresponsable e imprudente. Una
vacunación masiva con una vacuna que no ha sido bien ensayada carece de ética”,
comentó François Balloux de la Universidad de Londres, y advirtió que cualquier
problema con las campañas de vacunación sería “desastroso” tanto por sus
efectos en la salud de las personas vacunadas como por la desconfianza que
generaría en la vacunación. INFOBAE
No hay comentarios:
Publicar un comentario