Es crítico que las organizaciones tomen acciones para garantizar el bienestar físico y mental
Santo Domingo, RD.- Se estima que un colaborador pasa, en promedio, dos tercios de su vida en el trabajo. ¿No es esta razón suficiente para que las organizaciones dominicanas se conviertan en espacios que fomenten la salud mental, entre su gente?.
En la actualidad, existen millones de personas con
problemas relacionados con salud mental, los cuales tienen un alto costo no
solo para el Estado, sino también para las empresas porque los empleados son
menos productivos y pueden llegar a incapacitarse por un largo periodo de
tiempo.
El Foro Económico Mundial estimó que para el 2030, el
costo para la economía mundial de los problemas de salud mental podría ascender
a 16 billones de dólares y crisis mundiales, como la actual pandemia por
COVID-19 pueden impactar los diferentes niveles de salud mental en las personas,
incluyendo la forma en que interactúan en su lugar de trabajo.
Ante esta realidad, es crítico que las organizaciones
tomen acciones para garantizar el bienestar físico y mental de los
colaboradores antes, durante y posterior a dicha crisis a sabiendas que el
cuido de la salud mental es una responsabilidad compartida con cada uno de sus
trabajadores.
“La salud mental representa uno de los pilares más
importantes del ser humano. Debe tener un enfoque integral, en el cual la
persona se sienta bien en las diferentes áreas de su vida (trabajo, familia,
economía, salud física). Esto le permitirá tomar decisiones, interactuar con
otros y manejar los diferentes niveles de estrés o incertidumbre ante distintos
escenarios de una forma exitosa”, comentó Jennifer Alfaro Portuguez, senior
manager de People Advisory Services de la firma consultora EY Centroamérica, Panamá
y República Dominicana.
La forma en que los empleadores están garantizando una
buena salud mental en sus colaboradores, parte del entendimiento de cómo se
sienten y sobre qué está pasando en sus vidas más allá de los aspectos
laborales, destaca la especialista.
Ante situaciones de alta incertidumbre como la que
estamos viviendo recientemente, para Alfaro, el reto más grande es mantener
niveles de bienestar en las personas que les permita no solo responder a las
exigencias que su trabajo demanda, sino también a los diferentes aspectos
mentales y emocionales, los cuales ya de por sí se entrelazan en espacios
personales-laborales.
Alfaro Portuguez comentó que “preguntar ¿estás bien?,
¿cómo te puedo ayudar?, ¿necesitas algo de mi parte? es importante, porque las
respuestas pueden ser traducidas en diferentes programas de bienestar que
permitan a las y los colaboradores de una organización, responder en la misma
sintonía, cuidando su salud mental, física y emocional derivada en altos
niveles de productividad”.
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