Hay más de 200 proyectos de Vacuna COVID-19, pero solo
una decena en fase clínica avanzada- REUTERS/Dado Ruvic/Illustration
La
carrera mundial por tenerla comenzó hace 7 meses y hay más de 200 proyectos en
marcha, aunque solamente son 25 las que están en etapa clínica y sólo 10 en
fase avanzada 2/3. Luego de su obtención, la gran pregunta es cómo se va a
distribuir para 7500 millones de personas en todo el mundo.
Desde
que el coronavirus SARS-CoV-2 apareció en la ciudad china de Wuhan a fin de
2019, y la humanidad se enteró que había un nuevo virus muy contagioso y
potencialmente mortal principalmente para adultos mayores y personas con
enfermedades de base, una carrera científica se desató por tener un tratamiento
efectivo y también una vacuna que prevenga la enfermedad que genera: COVID-19.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS)cuenta con más de 200 proyectos de
vacunas en marcha, aunque solamente son 25 las que están en etapa clínica y de
esas 25 solo 10 se encuentran en fase avanzada 2/3.
Pero
una vez que se obtenga una vacuna segura, que proteja del virus y no tenga
efectos secundarios adversos, la gran pregunta es cómo se va a distribuir para
7500 millones de personas en todo el mundo y quiénes serán los primeros en
recibirla. Para llegar a esa respuesta existen varios criterios que los
expertos epidemiólogos a nivel mundial consideran.
La vacuna de Oxford/AstraZeneca está en fase clínica
3- REUTERS/Amanda Perobelli/File Photo
Los
primeros cientos de millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 podrían
estar disponibles hacia finales de año para ser aplicados a las personas más
vulnerables, aseguró esta semana la OMS
La
agencia de la ONU indicó que se está trabajando en esa perspectiva, con miras a
lograr 2.000 millones de dosis para el fin de 2021, pues se está dando una
carrera contrarreloj de firmas farmacéuticas para encontrar la vacuna.
“Estamos
trabajando con la perspectiva de que tendremos un par de cientos de millones de
dosis para fin de año, si somos muy optimistas”, dijo la jefe científica de la
OMS, Soumya Swaminathan. “Esperamos que para fines de 2021 tendremos 2000
millones de dosis de una a tres vacunas efectivas para distribuir en el mundo”,
afirmó, aunque subrayó que es una probabilidad, pues hasta ahora no hay ninguna
vacuna probada.
Desde hace 7 meses que varios laboratorios están en la
investigación de una vacuna contra COVID-19. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File
Photo
Los
investigadores están trabajando en más de 200 posibles vacunas en el mundo, 10
de las cuales están ya en proceso clínico de prueba entre humanos. “Si tienen
suerte, habrá una o dos posibles candidatas a vacunas para fin de año”, indicó
en conferencia de prensa.
Una
decena de vacunas diferentes están ya en diversas etapas de pruebas, en Gran
Bretaña, China, Estados Unidos y otros países. Esta semana, el doctor Anthony
Fauci, máximo experto en enfermedades infecciosas en Estados Unidos expresó un
cauto optimismo en que habrá una vacuna para COVID-19 a finales del año o
inicios del 2021.
Varios
países ricos han pedido ya millones de dosis de esas vacunas experimentales.
Gran Bretaña y Estados Unidos, por ejemplo, han invertido en una vacuna
desarrollada por la Universidad de Oxford y producida por AstraZeneca.
Políticos británicos dicen que, si resulta efectiva, se utilizará en su país.
Se espera que Estados Unidos comience a acopiarlas este otoño y ha invertido
además en otras candidatas.
Varios países buscan organizar cómo será la
distribución de la vacuna en el mundo - REUTERS/Andreas Gebert/File Photo
Varios
grupos, como la alianza de vacunas GAVI, están trabajando también para comprar
dosis para países pobres y AstraZeneca ha acordado licenciar su vacuna al
Instituto Serum, de India, para la producción de 1000 millones de dosis. La
distribución dependerá de cada país. La semana pasada, funcionarios
estadounidenses dijeron que estaban desarrollando un sistema escalonado para
ello. Ese sistema muy probablemente daría prioridad a los grupos de mayor
riesgo de complicaciones derivadas de COVID-19 y a los trabajadores esenciales.
Prioridad de la vacuna
La
Organización Mundial de Salud está creando directrices para la distribución
ética de vacunas contra el COVID-19. Según Swaminathan, la experta de la OMS,
la prioridad serán los que están en primera línea de riesgo, como médicos y
policías, así como los más vulnerables a la enfermedad, que son ancianos y
diabéticos, a lo que se añade las personas expuestas en zonas de alta
transmisión como barrios marginales. “Hay que comenzar con los más vulnerables
y luego vacunar de manera progresiva a más gente”, dijo.
La científica jefe de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), Soumya Swaminathan, durante una conferencia de prensa celebrada en
Ginebra, Suiza, el 3 de julio de 2020. Fabrice Coffrini/Pool via REUTERS
Los
jefes de la industria farmacéutica expresaron que creen en la posibilidad de
una vacuna antes de 2021, pero subrayaron que el desafío es enorme, pues el
mundo requeriría dos dosis de vacuna por persona, o sea 15.000 millones de
vacunas, según los cálculos.
Rafael
Vilasanjuan, miembro del consejo de dirección de Gavi (la alianza global para
la vacunación), explicó que, por ahora, la capacidad de producción mundial es
de 2.000 millones de dosis por año, mientras que la población mundial llega a
7500 millones de personas en “igualdad de riesgo”. En el mejor de los casos,
“podremos tener 250 millones de dosis de vacunas por mes si se aumenta la
fabricación”, añadió el experto.
Según
sus cálculos, una vez que se disponga de vacuna, cada país recibirá el 20% de
dosis correspondiente a su población, si se ciñe a la iniciativa internacional
Covax facility (sistema Covax), que busca facilitar el acceso mundial a las
dosis, antes del mes de agosto. El país tiene que pagar por adelantado ese 20%
y así promueve la producción en función de sus recursos y se asegura su
cantidad de dosis. El objetivo principal: que sea lo más equitativo posible.
Situación en Argentina
Este
mes se conoció que la Argentina fue seleccionada para probar la vacuna de
Pfizer contra el coronavirus. El laboratorio farmacéutico más grande del mundo
anunció el 10 de julio que en las próximas semanas comenzará a testear en el
país la vacuna contra el SARS-CoV-2, que actualmente produce y está en fase
avanzada clínica. Será apenas un mes después de que comiencen las pruebas en
los Estados Unidos.
Pfizer y Biontech tienen una vacuna avanzada que será
probada en Argentina - EFE/ Archivo
Pfizer
reveló que la Argentina fue seleccionada para testear la vacuna contra el
coronavirus, que ya ha pasado las pruebas iniciales de seguridad en Alemania y
Estados Unidos y fue autorizada a avanzar a pruebas de eficacia por la
Administración Federal de Drogas (FDA), la agencia del gobierno estadounidense
encargada del control de los medicamentos.
Tras
un extenso análisis de profesionales de varios países del mundo, un grupo de
investigadores argentinos fueron seleccionados por su capacidad logística y
conocimiento en enfermedades respiratorias virales, para testear la vacuna que
Pfizer fabrica en conjunto con la compañía alemana Biontech.
El
doctor Fernando Polack, director de la Fundación Infant se especializa desde
hace 25 años en enfermedades de las vías respiratorias y su trabajo es conocido
por expertos en vacunas y medicamentos contra virus respiratorios en el mundo
entero. Polack es el referente argentino para llevar adelante el emprendimiento
de Pfizer y Biontech en el país.
Polack señaló que “muchas veces, si tenés el
privilegio científico de participar en la evaluación de una vacuna, contribuís
a posicionar potencialmente mejor a tu país en la fila de espera de la
distribución. De otro modo hay que
aguardar que -en caso de que la vacuna sea eficaz- la fabricación escale y
esperar detrás de países con más fuerza comercial o estratégica”.
Los
estudios intentarán reflejar la diversidad de distintos grupos poblacionales y
profesionales en nuestro país. Las pruebas se realizarán en el Hospital Militar
Central, y se estima que el estudio comenzará en Argentina a principios de
agosto y estará sujeto a la aprobación regulatoria de la Administración
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Los
expertos parecen estar de acuerdo en que el primer eslabón de la cadena en
recibir la vacuna es el personal sanitario. “Es como en la logística militar.
Hay que asegurarse que nuestra primera línea de ataque está protegida y así
podrán atender a los enfermos”, explicó Vilasanjuan.
El desarrollo normal de una vacuna toma más de 10
años, pero se ha incrementado los recursos para obtener una efectiva contra
COVID-19 REUTERS/Andreas Gebert/File
Photo
Pero
las coincidencias se acaban cuando se pregunta por el segundo grupo. Unos
estiman que las personas mayores de 60 años o con patologías previas deberían
recibirlas luego de vacunar al personal sanitario. Otros dicen que los chicos
deberían tenerla, para no contagiar a los demás cuando vuelvan a los colegios.
Otro colectivo prioritario son los empleados que no pueden hacer su labor desde
casa y prestan servicios esenciales, como los trabajadores de supermercados,
agricultura, farmacias y otras entidades implicadas en bienes de primera
necesidad.
Vilasanjuan
también cree que hay que establecer la estrategia de vacunación en función de
las regiones más afectadas y según su densidad de población, falta de recursos
y dificultades logísticas. El experto de Gavi advierte de que es importante
tener una reserva de dosis para casos de emergencia. INFOBAE
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