Pueblo dominicano,
Nuevamente,
me dirijo a todos ustedes para hablarles de la evolución en nuestro país de la
pandemia de COVID-19 y, sobre todo, para darles a conocer los próximos pasos
que vamos a dar a la luz de las informaciones con que contamos en este momento.
Como
saben, ya hace más de 2 meses que estamos haciendo frente a esta situación, sin
precedentes en nuestro país y en el resto del mundo.
Durante
estas largas semanas, que han sacudido a la humanidad como no lo había hecho
ningún otro acontecimiento desde hace décadas, el virus ha llegado a infectar a
más de 4.4 millones de personas y provocar más de 302 mil muertes.
Solo
en Estados Unidos hay más de 1.5 millones personas infectadas, así como más de
89,000 fallecidas.
En
este tiempo, nuestra prioridad siempre ha sido la misma: preservar la vida y la
salud de los dominicanos y dominicanas.
Por
eso, pusimos en marcha todas las medidas que ya conocen, para frenar el
contagio y garantizar que los servicios de atención pudieran dar la mejor
respuesta a cada paciente. Para evitar, a toda costa, el colapso que han vivido
otros países y que sigue costando vidas diariamente.
En
este contexto, el pueblo dominicano ha dado enormes muestras de solidaridad,
responsabilidad y disciplina.
Millones
de personas se quedaron en casa; se paralizaron amplios sectores de la economía;
se limitaron los desplazamientos y fuimos capaces de poner en suspenso la vida
social que tanta alegría y sentido nos da como pueblo.
Y
lo cierto es que ese enorme sacrificio ha tenido resultados. Después de más de
dos meses de esfuerzo, podemos ver cómo nuestras acciones están dando sus
frutos: Estamos frenando la epidemia; hemos ralentizado la expansión del virus.
Y con todo esto, no lo duden, hemos salvado, miles de vidas.
Les
comparto algunos datos que nos llenan de esperanza y agradecimiento hacia toda
la población.
En
nuestro país, el COVID-19 tarda ahora 20 días en duplicar la cantidad de
contagiados confirmados, cuando al comienzo del estado de emergencia duraba
entre 4 y 5 días.
Para
que se hagan una idea, en otros países de la región, tarda menos de 12 días en
duplicar el número de casos.
Se
calcula que en este momento, por cada contagiado tendríamos entre 1.2 y 1.4
nuevos casos, cuando la tasa inicial era cercana a los 5 casos.
Pero
no solo estamos viendo descender la velocidad de los nuevos contagios, sino que
podemos decir que la tasa de mortalidad, es decir, la cantidad de fallecidos
como porcentaje del total poblacional, asciende a 0.0039%, muy inferior a la registrada
en la mayoría de países europeos y de nuestra región.
Del
total de casos, hemos tenido en hospitalización cerca del 24% de los
infectados, pero solo el 1.7% del total ha necesitado Unidades de Cuidados
Intensivos (UCI), una cifra significativamente inferior al promedio del resto
de países.
Además,
47 de cada cien personas contagiadas se han curado por completo, mientras que
un alto porcentaje está en proceso de mejoría y confiamos que en los próximos días
concluyan su recuperación.
Por
tanto, como pueden ver, como país no solo hemos logrado atenuar el ritmo de
contagio, sino también, mantener reducida la criticidad y letalidad del virus.
Al
día de hoy la tasa promedio de letalidad mundiales es de 6.68%; en tanto que,
la tasa de letalidad del continente americano es de 6.0% y al tiempo que, la
tasa promedio de la República Dominicana al día de hoy se ha situado en 3.48%,
muy por debajo del promedio mundial y regional.
Para
que estos resultados fueran posibles, a lo largo de este periodo de emergencia,
hemos aumentado la disponibilidad de camas, Unidades de Cuidados Intensivos y
ventiladores mecánicos, así como el número de ambulancias especializadas para
el transporte de pacientes con coronavirus.
Hemos
designado un total de 1,888 nuevos empleados asistenciales y 395 empleados administrativos.
Además,
estamos dando un seguimiento constante a todos los casos. Para ello, hemos
coordinado más de 15,000 visitas domiciliarias con 150 brigadas, habilitamos
plazas de aislamiento y hemos ampliado nuestro inventario de medicamentos, que se
entregan de manera gratuita.
Simultáneamente,
ampliamos la capacidad de nuestros laboratorios para realizar pruebas del
coronavirus y cada día se hacen más pruebas rápidas y PCR.
Además,
somos uno de los 11 países del mundo que realizan estas pruebas de forma
totalmente gratuita, tanto en laboratorios públicos como privados.
Por
todo esto, el Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos
señaló recientemente que la República Dominicana es de los países de las
Américas que mejor ha respondido ante este reto.
Y
lo hemos hecho, y lo seguiremos haciendo, actuando de manera simultánea en los
cuatro frentes a los que hay que dar respuesta en nuestro país, me refiero a la
situación sanitaria, social, económica y política.
Por
eso quiero hacer nuevamente un especial reconocimiento a todo el equipo de
salud, a nuestros militares, policías y demás servidores públicos, a los
empresarios y trabajadores del sector privado que se han mantenido dando
servicio. A nuestro liderazgo, político y social y, por supuesto, a toda la
población dominicana que, cada uno cumpliendo con sus responsabilidades, han
dado lo mejor de sí para enfrentar esta amenaza del COVID-19.
Pueden
sentirse orgullosos, su esfuerzo no ha sido en vano, y ahora, debemos honrarlo
manteniendo bajo control esta pandemia.
Porque,
efectivamente, frenar la epidemia no es lo mismo que eliminarla. Eso solo será
posible cuando el mundo cuente con una vacuna efectiva.
Por
eso, tras haber logrado estos avances, nos disponemos a entrar de forma
escalonada en una nueva fase, lo que hemos dado en llamar, “convivir con el
COVID-19 de forma segura”.
Y
lo hacemos también porque somos muy conscientes de que buena parte de nuestro
tejido económico está formado por mipymes y trabajadores independientes, que
están al borde de su capacidad de sobrevivencia por esta situación.
Sin
embargo, esta transición se debe hacer de forma ordenada y gradual. Por eso,
durante las próximas semanas seguirá siendo necesario mantener el estado de
emergencia.
En
este sentido, tras obtener la aprobación por parte del Congreso, he firmado el
decreto que amplía por 15 días el estado de emergencia en todo el territorio
nacional.
Asimismo,
les informo que el Gobierno ha hecho llegar al Poder Legislativo el Cuarto
Informe de Gestión del Estado de Emergencia, donde están consignadas todas las
acciones realizadas en el último período.
De
la misma forma, firmé el decreto que extiende el toque de queda por 15 días
adicionales. Y quiero anunciar que el horario de este toque de queda será, a
partir del lunes 18, de lunes a sábado de 7 de la tarde a 5 la mañana y los
domingos a partir de las 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana.
Antes
de pasar a explicar las fases de la desescalada, es importante señalar que cada
paso que demos dependerá estrictamente del comportamiento que muestre el
anterior. Entre una fase y la siguiente nunca habrá menos de 14 días, tiempo
suficiente para observar el desarrollo de la fase anterior y su impacto en la
crisis sanitaria.
Es
decir, si la fase 1 no se cumple con responsabilidad, no podremos pasar a la
fase 2.
Además,
debemos tener en cuenta que, aún si vamos avanzando en la apertura, durante
todas las etapas que vendrán deberemos mantener, en todo momento, lo que se ha
denominado primer y segundo nivel de prevención.
El
primer nivel incluye el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones, uso
obligatorio de mascarillas, tanto en el trabajo, las calles o lugares públicos
y lavado de manos.
Recordemos
que ninguna otra medida reemplaza o elimina la necesidad de estas precauciones.
Estas
son rutinas que deberán acompañarnos siempre en nuestra vida diaria. Se trata
de un cambio cultural necesario que no tiene, por el momento, marcha atrás.
El
segundo nivel de prevención es la cuarentena voluntaria para la población de
mayor riesgo.
Esto
quiere decir que deberán permanecer en sus hogares los mayores de 60 años y los
pacientes crónicos o con enfermedades de riesgo.
Este
segundo piso tampoco guarda relación con las medidas de desescalada y debe ser
permanente, mientras no termine el brote de coronavirus.
Estas
medidas de prevención son las que nos permitirán iniciar de manera escalonada y
segura, la esperada reactivación de los sectores económicos.
A continuación les
informo, ahora sí, de las nuevas medidas que comenzarán la próxima semana.
El
gobierno ha previsto 4 fases de desescalada. En concreto, el próximo miércoles
20 de mayo se pondrá en marcha la primera fase. En ésta se permitirá operar
parcialmente a las empresas de acuerdo a su tamaño y al número de empleados.
Así,
en las microempresas, que pueden tener hasta 10 empleados, podrán trabajar
hasta 5 empleados o no más del 50% del personal.
En
las pequeñas, que son aquellas de entre 10 y 50, podrán trabajar un mínimo 10
personas y no más del 50% de sus empleados.
Mientras
que las empresas medianas y grandes deberán operar, como máximo, con el 25% del
personal en la primera fase.
Por
su parte, el sector público comenzará a laborar también con el 50% del
personal, quedando autorizados los incumbentes a incrementar ese porcentaje si
las necesidades así lo demandan.
Informamos
también que a partir de la misma fecha comenzará a operar únicamente el
transporte público estatal, es decir, Metro, Teleférico y OMSA, en horario de 6
de la mañana a 6 de la tarde.
Este
transporte operará aproximadamente al 30% de su capacidad y el uso de
mascarillas será obligatorio en todo momento. Además, los usuarios deberán
permanecer distanciados y en silencio, evitando socializar dentro de los
mismos.
La
circulación de las unidades de transporte colectivo privadas se activará en la
fase siguiente, de acuerdo a como vaya evolucionando la situación.
Para
evitar las aglomeraciones de las horas pico, se establece asimismo la
obligatoriedad de horarios diferenciados.
A
las 7 de la mañana comenzarían a operar los supermercados, farmacias, sector
construcción, industria y empresas de transformación, incluidas las zonas
francas de exportación. También iniciarán a esa hora la minería y las canteras,
la actividad agropecuaria y agroindustrial y la actividad en puertos y
aeropuertos, que seguirán recibiendo únicamente transporte de carga y vuelos
ferry.
A las 8 comenzarán a
trabajar los empleados del sector público.
Y
a las 9 de la mañana entrarían en funcionamiento otros comercios como
ferreterías, concesionarios de vehículos, talleres, sector financiero, tiendas
de muebles y electrodomésticos, tiendas de tejidos y confección, etc. Además
del sector servicios.
Cabe
resaltar que durante esta fase se mantienen cerradas las fronteras tanto marítimas
como terrestres y aéreas.
En
todos los sectores, sin excepción, la vuelta al trabajo irá acompañada de la
aplicación de protocolos obligatorios de prevención.
Se
ha establecido un protocolo general, en consenso con el sector privado, que ya
se ha estado preparando para este momento, que incluye, además, de las medidas
de distanciamiento, higiene y prevención, la realización de pruebas de COVID-19
y toma de temperatura.
Asimismo,
se han establecido protocolos específicos para los diferentes sectores,
adaptados a cada una de las actividades. Los detalles de cada uno de estos
protocolos serán hechos públicos puntualmente por la Comisión de Alto Nivel en
las próximas horas.
Insisto,
de la correcta aplicación de estas medidas dependerá que podamos seguir
avanzando en las siguientes fases de la desescalada y el Gobierno será estricto
en su aplicación.
Por
esta razón, las autoridades también tienen instrucciones estrictas de vigilar
permanentemente y actuar con rigor en caso de incumplimiento de las medidas
establecidas, pudiendo llegar a arrestar a los infractores y cerrar los
establecimientos con autorización para operar, que no cumplan con las medidas
de distanciamiento social e higiene.
Así,
si todo evoluciona favorablemente, el miércoles 3 de junio podría iniciar la
fase 2.
Cabe
resaltar que por el momento se está contemplando únicamente el regreso al
trabajo, pero aún no estamos en condiciones de hablar de una fecha de
reapertura para las actividades que involucran alta densidad de personas.
Por
tanto, no se abrirán aún los espacios de entretenimiento o recreación, como
cines, teatros, gimnasios, eventos artísticos, deportivos y culturales. Así
como marchas, mítines y caravanas, plazas comerciales, juegos de azar y el
sector hotelero, entre otros. Asimismo, los restaurantes continuarían abiertos
solo para pedidos y entregas a domicilio.
En
cuanto a los centros educativos, permanecerán cerrados por el momento y deberá
reunirse el Consejo Nacional de Educación para dictaminar las nuevas fechas del
calendario escolar y establecer las estrategias a seguir para el futuro.
Por
su parte, el Mescyt informará las disposiciones futuras para las instituciones
de educación superior.
En
las próximas horas la Comisión de Alto Nivel explicará en detalle el contenido
de las cuatro fases de la desescalada.
Dominicanos y
dominicanas,
Entendemos
que esta desescalada, que ahora comienza, contribuirá a aliviar la situación
económica de cientos de miles de familias y reactivar paso a paso la economía.
Afortunadamente,
logramos llegar hasta aquí sin cerrar completamente la actividad económica, y
entendemos que esto permitirá una recuperación más rápida, porque siguieron
funcionando sectores claves como el energético, combustibles, minería,
telecomunicaciones, la cadena completa de producción y distribución de
alimentos, la cadena de producción y distribución de medicamentos y de manera
parcial las zonas francas, todo el sector agropecuario, así como los puertos
marítimos, entre otros.
Sin
embargo, como también somos conscientes de que muchos hogares aún siguen en
dificultades, hoy quiero anunciar nuestra decisión de seguir apoyando a la
población.
En
este sentido, la Comisión para Asuntos Sociales que está haciendo llegar
alimentación a las familias más vulnerables, continuará haciéndolo al mismo
ritmo. No dejaremos a esas familias solas, pueden estar seguros.
Asimismo,
hemos decidido ampliar durante un mes más todos los planes de apoyo a los
hogares. Es decir, que tanto el programa Quédate en Casa, como el programa
FASE, continuarán activos durante el mes de junio.
Además,
en el caso de FASE hemos decidido flexibilizar algunas disposiciones, para poder
apoyar a más trabajadores.
Como
quizás recuerden, hasta ahora para que una empresa pudiera incluir sus
empleados en FASE 2 no podía tener un solo trabajador suspendido. Sin embargo,
a solicitud de las asociaciones empresariales, hemos decidido que a partir del
1 de junio una misma empresa pueda tener trabajadores suspendidos acogidos a
FASE 1 y trabajadores con contratos de trabajo activos, acogidos a FASE 2.
Esta
decisión se toma porque esperamos una recuperación de la demanda de bienes y
servicios, que permitirá aumentar la plantilla de trabajadores activos y
revocar su suspensión. Así, gracias al alivio en los costos de nómina que
supondrán esas ayudas, incentivamos que el trabajador vuelva a recibir su
salario completo y realizar su cotización completa a la Tesorería de la
Seguridad Social (TSS).
En
adición, hemos decidido incorporar al programa FASE, en cualquier de sus
modalidades, a los trabajadores de medios de comunicación, restaurantes,
heladerías, centros de odontología y estética, empresas de seguridad privadas y
veterinarias, entre otros sectores. De igual forma, permitiremos que los
trabajadores de las universidades puedan acogerse a la modalidad de FASE 2.
Con
los programas FASE y Quédate en Casa hemos llevado apoyo a más de 2.3 millones
de hogares dominicanos.
Sin
embargo, como nuestro objetivo sigue siendo que nadie quede desamparado, hoy
les anuncio un nuevo programa de apoyo a los trabajadores independientes (“Pa’
Ti”).
El
programa Pa’ Ti está dirigido a esos trabajadores que día a día se ganan el
sustento de sus familias en negocios independientes y que no han podido
trabajar por las medidas de distanciamiento social impuestas por la pandemia.
A
esos trabajadores se les facilitará una transferencia transitoria mensual de
5,000 pesos a sus cuentas bancarias.
Para
ubicarlos, hemos identificado una base de datos de personas con esta condición
y que tienen préstamos con el sistema financiero formal.
Cabe
señalar, que, al igual que en los demás programas creados para paliar la
situación generada por el COVID-19, no recibirán el aporte de Pa` Ti aquellos
trabajadores independientes elegibles que ya están siendo beneficiarios por
cualquier otro programa, especialmente por el programa Quédate en Casa.
Amigos y amigas,
Quisiera
dirigirme a las decenas de miles de dueños de micro y pequeñas empresas, que
generan cientos de miles de empleos y que constituyen una parte fundamental del
tejido económico dominicano. Sé que muchos de ustedes están pasando
dificultades y preocupados por el futuro que se avecina.
Por
eso, hemos acordado con el Banco Central, la Superintendencia de Bancos y la
Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana, la constitución de
un Fondo de Garantías y Financiamiento para beneficiar a las Micro y Pequeñas
Empresas.
Este
fondo, junto a las demás medidas aprobadas por la Junta Monetaria, permitirá la
canalización de decenas de miles de millones de pesos en préstamos a las micro
y pequeñas empresas, tanto para refinanciar sus préstamos actuales en mejores
condiciones, como para tener acceso a nuevos préstamos especializados.
Es
decir, de esta forma no solo garantizamos recursos para las MIPYMES, sino que
los obtendrán con tasas de interés más bajas.
Este
fondo, que contará con el apoyo técnico de organismos multilaterales, permitirá
avalar una cartera de hasta RD$125,100 millones de pesos, compuesta por
préstamos actualmente vigentes y préstamos nuevos dirigidos a las pequeñas y
microempresas.
En
este esquema, el Gobierno estaría dando avales por hasta el 50% de la cartera
elegida, mientras que la banca estaría asumiendo el 50% restante. Podrán
beneficiarse más de 210,000 micro y pequeñas empresas que tenían préstamos
comerciales con calificación de A y B al 29 de febrero de 2020 y que pertenecen
a los sectores de comercio, construcción, turismo, enseñanza, manufactura,
transporte, almacenamiento y agropecuaria, entre otros.
Adicionalmente,
y en atención a la necesidad de aliviar el flujo de pagos de las pequeñas y
microempresas, estamos instruyendo al Ministerio de Hacienda y la Dirección
General de Impuestos Internos, para que estas empresas puedan liquidar el ITBIS
producto de sus ventas diarias sobre una base trimestral, en lugar de mensual,
como forma de quitarles presión en su flujo de efectivo.
En
las próximas horas la Comisión Económica estará explicando en detalle todas
estas medidas de apoyo a nuestro tejido productivo y nuestros trabajadores.
Pueblo dominicano,
El
miércoles iniciamos una primera etapa en la que recuperaremos poco a poco
espacios a la normalidad y entramos en lo que se ha dado en llamar
“covidianidad”, es decir, nuestra vida cotidiana, en convivencia con el
COVID-19.
Lo
hacemos siguiendo las nuevas disposiciones de la OMS, que indican que la mejor
estrategia es aprender a vivir con esta situación, para lograr ese deseado
equilibrio entre preservar la salud y garantizar el bienestar de la gente,
evitando el colapso económico.
Estamos
transitando, pues, por una delgada línea; esa en la que no podemos poner en
peligro la salud de todos, ni condenar a nuestros pequeños empresarios y
trabajadores a la pobreza.
Por
eso, debo insistir en que solo la responsabilidad compartida logrará que cada
etapa pueda ir desarrollándose sin peligro y, así, podamos avanzar hacia la
rápida recuperación de nuestra economía y nuestro bienestar, sin tener que dar
pasos hacia atrás.
Y
quizás lo más importante que debemos tener en cuenta en esta desescalada es que
nuestra respuesta personal y familiar es más importante ahora que nunca.
Es
decir, ahora más que nunca depende de cada uno de nosotros que las cosas salgan
bien.
Les
pido encarecidamente que no perdamos la perspectiva. Solo porque la pandemia no
ha llegado a nuestro barrio o a nuestra familia no podemos creernos que somos
inmunes. Recuerden que este virus ha acabado ya con la vida de 428 personas en
nuestro país.
No
podemos dejarnos llevar por el entusiasmo. Desde Chile a Alemania hemos visto
numerosos ejemplos de países que, habiendo conseguido tasas muy bajas de
reproducción del virus, han relajado demasiado rápido las aperturas y se han
visto obligados a dar marcha atrás.
Por
tanto, si vamos a reiniciar nuestras actividades, debemos hacerlo con la máxima
responsabilidad, conscientes de los riesgos que este paso entraña.
No
debemos bajar la guardia, al contrario. Este momento debe servirnos para ver lo
importante que es cumplir con las medidas que hemos tomado. Para valorar lo que
hemos logrado y no dejar que se pierda.
Por
su parte, las autoridades de salud seguirán llevando a cabo, desde la
plataforma integral de inteligencia epidemiológica del C5I, un monitoreo diario
de la velocidad de contagio en cada lugar y, de acuerdo al comportamiento que
se vaya observando, iremos tomando las medidas que se consideren necesarias.
Señoras y señores,
Les
decía al principio que estamos dando respuesta a cuatro desafíos simultáneos.
El desafío de mantener la epidemia bajo control, el desafío de reactivar al
aparato productivo, el de seguir atendiendo las necesidades de la gente y, por
último, el desafío político que supone garantizar que se realicen las
elecciones presidenciales y congresuales previstas para el 5 de julio próximo.
Como
saben, la situación de emergencia obligó a la Junta Central Electoral a
posponer los comicios, para que así puedan celebrarse con las debidas
garantías, tanto para la salud pública como para el ejercicio del derecho al
sufragio de los ciudadanos.
El
Poder Ejecutivo, por supuesto, acogió esta resolución de la Junta Central
Electoral y estaremos apoyando todas las disposiciones que sean necesarias para
que sea posible su celebración, de forma totalmente segura para la población.
Tenemos
un compromiso con la democracia de nuestro país, con los plazos y procesos
establecidos por nuestra Constitución y con el ejercicio de la soberanía
popular por parte de la ciudadanía. De manera que, pueden estar seguros,
pondremos todo de nuestra parte para que el pueblo dominicano pueda ejercer su
derecho al voto, de acuerdo a los más altos estándares de transparencia y legitimidad.
Dominicanos y
dominicanas,
El
próximo 16 de agosto tendrán nuevas autoridades, las que la ciudadanía haya
elegido libremente en las urnas.
Y
esas nuevas autoridades tendrán el reto de salvaguardar, no solo la vida y la
seguridad del pueblo dominicano, sino también el bienestar y la estabilidad que
hemos logrado defender incluso ante la amenaza más grande del último siglo, que
ha sido esta pandemia.
Vendrán
nuevos y complejos desafíos: la protección de los más vulnerables tras la
pandemia, el apoyo decidido a las mipymes, la completa reactivación de los
sectores productivos, el futuro del turismo, la aceleración de la digitalización
y el teletrabajo…
Y,
sin duda, se hará más necesario que nunca contar con un liderazgo responsable,
preparado, capaz y decidido, que ponga por encima de todo las necesidades del
pueblo dominicano.
Confío
plenamente en que, con la ayuda de Dios y con el apoyo de este pueblo que ha
dado muestra de su madurez y sensatez, la República Dominicana saldrá adelante
y saldrá fortalecida.
Pueblo dominicano,
Nadie
pensaba que en esta fecha me encontraría hablándoles de esta pandemia. Todos
esperábamos que esta fuera una jornada electoral y que estaríamos, como país,
celebrando nuestra democracia, no administrando esta crisis.
Nadie
imaginaba los sacrificios personales y económicos que nos veríamos obligados a
realizar para superar esta situación.
Sin
embargo, también la adversidad nos deja lecciones que son valiosas.
Esta
pandemia nos ha mostrado lo importante que es la unión y la solidaridad de un
pueblo. Nos ha recordado que, ante los grandes problemas, el “sálvese quien
pueda” no vale, porque nadie puede ponerse a salvo solo. No importa si eres
joven o anciano, hombre o mujer, rico o pobre. Todos dependemos de todos y
necesitamos de todos.
Esta
crisis nos ha enseñado también lo importante que es estar preparados.
Nos
ha recordado que tener una red de salud pública capaz de dar respuesta es,
ahora más que nunca, la diferencia entre la vida y la muerte. Y que contar con
un equipo humano comprometido y capacitado, es lo único que garantiza una respuesta
oportuna y eficiente.
Esta
pandemia nos ha hecho ver claramente que un sector productivo capaz de
alimentar a todo un pueblo es el sostén imprescindible de una nación, y debe
priorizarse siempre.
Que
contar con un sector empresarial y un liderazgo social responsable y con visión
de país, es una condición indispensable para afrontar cualquier dificultad.
Que
incorporar las tecnologías de la información a la gestión pública y a dar
acceso a ellas a toda la población no es un capricho, sino una cuestión de
primera necesidad.
En
definitiva, esta crisis nos ha confirmado que nuestro país ha ido avanzando en
el camino correcto, fortaleciéndose en unidad, convirtiéndose en una República
Dominicana cada vez más justa, más solidaria, más moderna, más capaz de
enfrentar cualquier dificultad, incluso ésta que nadie imaginaba.
No
es el momento de celebrar aún la victoria frente al virus, por supuesto que no.
Pero
sí lo es de hacer un breve repaso de lo que hemos vivido en estos últimos
meses, revisar todo lo que se ha hecho, echar un vistazo a los resultados y, al
menos, sentir un respiro de alivio, una brisa de esperanza, porque, entre
todos, estamos haciendo un gran trabajo.
En
los últimos dos meses los dominicanos hemos dotado de sentido nuevamente a palabras
que parecían gastadas.
Palabras
como solidaridad, fortaleza, responsabilidad. Palabras como entrega, servicio,
sacrificio. Palabras como familia, amor, esperanza.
Hemos
tenido que volver a pensar en lo que es realmente importante y separar
claramente lo superfluo de lo imprescindible, lo accesorio de lo vital, lo urgente
de lo que puede esperar.
En
ese proceso, muchas cosas han cambiado en nuestro día a día. Ahora hablamos más
seguido por teléfono con los seres que más queremos. Ya no dejamos para mañana
esas cosas que antes parecía que podríamos hacer “en cualquier momento”.
Volvemos a darle valor a los pequeños detalles, que antes dábamos por
supuestos.
Muchos
dicen que después de esta pandemia el mundo no volverá a ser el mismo, ninguno
de nosotros volverá a ser el mismo… Y yo quiero creer que así será.
Porque
después de todo esto descubriremos que somos mejores.
Mejores
porque hemos aprendido de lo que somos capaces, en lo grande y en lo pequeño,
en nuestro hogar y frente al mundo.
Mejores
porque estamos logrando salir adelante, con entrega y con unión.
Mejores
porque, con humildad y sacrificio, como nos enseña nuestro Dios Todopoderoso,
lograremos salir fortalecidos, como nación y como pueblo.
Muchas
gracias.
Buenas
noches.
17 de mayo 2020
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