Por José Cruz (Video
de Prensa Libre Nagua)
Las
inexorables sorpresas que en el discurrir del tiempo nos da lo vida, nos dejan
a veces atónito y triste, y a recurrir a la meditación en busca de repuestas
que nos dejen satisfecho.
A
nuestro querido amigo de infancia Franklin estando el en su adolescencia,
gozando de un óptimo estado de salud mental y física, un contundente golpe que
recibió al caerse de sus propios pies le provocó severos daños en el cerebro,
los cuales a pesar de los tratamientos indicados por especialistas en la
materia, no pudieron retornarle el estado mental que tenía ante.
A
veces de manera fugaz le llega un poco de lucidez y cuando me ve, me llama por
mi nombre y me pregunta por algunos de los amigos, pero cuando vuelve y pasa en
segunda ronda, ya no se acuerda de nada, siguiendo sus inofensivas caminatas
por las calles circundantes a su casa. A pesar de su condición lo seguimos
amando y siendo aquel fiel amigo, que en su época de lucidez el tubo.
Los
hermosos e indelebles recuerdos que vivimos juntos, la inexplicable jugada que
le hizo la vida, no los borraran nunca. La amistad es una relación, es un
sentimiento que solo lo quebranta la muerte. Te quiero y eres mi amigo
Franklin, sin no importa tu condición!!
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