Además
de valores editoriales como imparcialidad, balance y transparencia, una de las
primeras reglas que un periodista de BBC Mundo debe aprender es que el Servicio
Mundial de la BBC no identifica a nadie como terrorista.
Es
un tema que causa mucha controversia entre nuestros lectores y una pregunta que
nos hacen con frecuencia.
Lo
primero que hay que decir es que BBC Mundo -que hace parte del Servicio
Mundial- informa y analiza, no califica.
Además,
la definición de terrorismo por sí sola genera polémica en todo el mundo.
El
debate está armado desde hace mucho tiempo y, obviamente, genera inquietudes y
reflexiones variadas.
Pero
concentrémonos en BBC Mundo.
Es
vital aclarar que reconocemos que el terrorismo existe. Nunca cambiamos la
palabra terrorista o terrorismo cuando citamos a alguien, pero en la columna
vertebral de nuestra política editorial está el hecho de que no calificamos a
nadie de terrorista.
Y
es que no hay que olvidar que no hay (ni habrá) consenso sobre lo que es
terrorismo.
Usemos
la definición técnica del diccionario de la Real Academia de la Lengua para
explicar nuestro raciocinio.
Según
la institución, terrorismo es “dominación por el terror” y/o la “sucesión
de actos de violencia ejecutados para
infundir terror”.
Si
partimos de cualquiera de estas definiciones es fácil darse cuenta de lo
difícil que es ponerle un rótulo a una persona, un grupo, un gobierno o un hecho.
Y
es que, como casi siempre, lo más difícil es ser consecuente y consistente.
¿Cómo
puede calificar uno de terrorista a un grupo que ataca con una pipeta de gas a
una población rural y no a un Estado que bombardea una ciudad sin autorización
de la comunidad internacional?
Para
aclarar este punto, es útil citar un documento que escribió en 1988 David
Spaull, un editor de la Redacción Central del Servicio Mundial de la BBC:
"En
un mundo inconsistente frente a su actitud al terrorismo, ¿debería la BBC
buscar una política editorial consistente para usar 'terrorismo' al describir
una acción que claramente se ajusta a su definición?... La respuesta es no...
En primer lugar, nuestra audiencia es tan perceptiva como lo somos nosotros y
puede llegar a sus propias conclusiones sin que nosotros le proveamos los
rótulos. En segundo lugar, hay acciones que no son hechos terroristas tan
obvios y no deberíamos estar forzados a crear juicios de valor en cada
evento... Mientras que el rótulo de terrorismo es innecesario para la audiencia
que comparte nuestros valores, es probable que genere un efecto negativo en aquellos
que no".
Esta
política crea dificultades, especialmente cuando hay que informar acerca de un
ataque sangriento contra la población civil.
Pero
hay maneras de informar y analizar la devastación y las consecuencias de los
actos de terror sin utilizar la palabra terrorista para calificar a quienes los
cometen.
El
uso cuidadoso del término es esencial si BBC Mundo quiere mantener su
reputación periodística.
Esto
no significa que disfracemos nuestras informaciones o que no describamos el
horror de lo que ha ocurrido; pero hay que considerar las consecuencias que el
uso del lenguaje puede tener en nuestra audiencia, sobre todo si partimos del
hecho de que nuestros lectores tienen opiniones y contextos variados.
El
mundo es demasiado diverso y si nuestra principal tarea es ser lo más objetivos
posibles no hay que olvidar que “quienes para algunos son terroristas, para
otros son paladines de la libertad”.
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