´´Continuar
con una campaña política sin fecha de concluir, pues no hay posibilidad real de
celebrar un evento electoral, es irracional´´.
Durante la primera
intervención norteamericana (1916-1924) cierto diplomático recomendó al
gobierno militar prohibir dos actividades que a su juicio mantenían a los
dominicanos en permanente estado de división, conflicto y contradicción
llegando la mayoría de los casos a terminar en pleitos, disparos y machetazos.
Estas actividades eran la política y la pelea de gallos.
Desde siempre en nuestro
país la política se da en un ambiente de encarnizada lucha, intensa diatriba,
conflicto y pugna, la política criolla separa amigos, divide familias y hasta
cobra vidas. El pueblo dominicano está en permanente proselitismo y así
lamentablemente nos sorprendió la pandemia del coronavirus, en medio de una
fiera campaña electoral.
Una campaña electoral que
en este contexto divide la sociedad y deforma la realidad generando mucha más
confusión y ansiedad en una población que está prestando más atención a la política que a la
calamitosa situación que atraviesa la nación. La carrera por el poder está
impidiendo además que el liderazgo nacional se siente a conversar sobre dos
temas que hace urgente tratar: elecciones y gobernabilidad.
Por lo antes expuesto creo
que si queremos vencer esta enfermedad debemos sacar la política de la agenda
nacional y la única manera de hacerlo es suspendiendo la campaña electoral.
Esto puede lograrse con un gran acuerdo social, político e institucional que
aborde la crisis desde lo económico y lo social, lo político y electoral hasta
el delicado tema del orden constitucional y la gobernabilidad.
Ante la imposibilidad de
celebrar elecciones en Mayo, algunos partidos proponen celebrarlas en Junio o
Julio pero esa es una posibilidad que nadie se atreve a asegurar. Con un virus
que no cede, una tasa de mortalidad en alza, escasez mundial de insumos,
equipamientos, pruebas y la indisponibilidad de una vacuna los países han
comenzado a hablar de un tiempo estimado
de seis meses para intentar volver a la normalidad.
Continuar con una campaña
política sin fecha de concluir pues no hay posibilidad real de celebrar un
evento electoral es irracional. Quienes toman las grandes decisiones nacionales deben sentarse ya a
estudiar la posibilidad de suspender la campaña electoral, acordar elecciones
cuando haya pasado la amenaza del virus y pactar sobre lo que se hará cuando
termine este periodo de gobierno constitucional.
“Gobernar es pactar”
Gustave Le Bon (1841-1931)
Geraldo Fernández
El autor es arquitecto
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