Experta
en sexología recomienda el uso del preservativo en cualquier tipo de acto
sexual. Habla de sus beneficios y de los riesgos y mitos alrededor de su uso.
Aun
cuando la mujer usa métodos anticonceptivos orales, se hace necesario el uso de
condón para prevenir enfermedades.
La
creencia común dicta que el uso del preservativo o condón está dirigido a los
adolescentes que hasta ahora inician su vida sexual, o hacia las personas
solteras que no tienen una relación estable. Sin embargo, el panorama de salud
a nivel mundial tiene otras exigencias. Se estima que cada día un millón de
personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS), de acuerdo con
cifras de la Organización Mundial de la Salud, y que más de 500 millones de
personas son portadoras del virus que provoca la infección genital por virus
del herpes simple.
Sí,
son cifras alarmantes. Principalmente si se tiene en cuenta que las infecciones,
llámense clamidiosis, gonorrea, sífilis, herpes, tricomoniasis o VIH no
discriminan género, edad, raza o estatura. Y aunque existen varios métodos
anticonceptivos, el único que cumple la doble función de prevenir el riesgo de
embarazo y las infecciones de transmisión sexual es el preservativo. Diferentes
estudios hablan de una eficacia entre el 97 y el 99 % cuando se usa
correctamente.
Alexandra
López Aponte, experta en sexología, afirma que alrededor de este método son más
los mitos que las verdades de las que las personas hablan. “Uno de los mitos es
esa idea de que no se siente lo mismo, pero eso no es más que un mensaje que
los adultos implantaron en los jóvenes, lo que hace que prefieran arriesgarse
antes que usar un preservativo, porque la oferta que hoy brinda el mercado es
muy amplia, lo que permite escoger entre múltiples opciones dependiendo de los
gustos. Otro mito es la idea de que como la novia o pareja está planificando no
es necesario cuidarse con este método, pero resulta que no hacerlo implica otro
tipo de riesgos diferente al embarazo”.
Hay
una historia impactante y muy triste, cuenta Alexandra López. Una pareja de
jóvenes inició su vida sexual creyendo que era la primera vez de ambos y por
eso nunca usaron preservativos. Terminaron su relación sin ningún problema y
después de un tiempo él se hizo unos exámenes y resultó con VIH, pero no
entendía por qué. Al investigar, habló con ella después de muchos años y
también estaba infectada. Resulta que la joven en su inconsciente bloqueó que
cuando niña había sido abusada sexualmente por un tío en varias ocasiones y él
la contagió. Ella no lo omitió por maldad, sino porque sentía que su primera
vez había sido con su novio.
Como
esta son múltiples las historias con las que la sexóloga se ha encontrado a lo
largo de su profesión, unas más impactantes que otras, pero todas igual de
alarmantes. “El uso del condón en las ciudades tiene una concepción muy
diferente al de las zonas rurales. Esto suena increíble, pero es cierto, hay
lugares en Colombia, en barrios marginales de Bogotá, donde los hombres se
protegen el pene con los empaques de refrescos antes de tener una relación
sexual, porque les dijeron que el único riesgo es el embarazo y no la higiene.
El riesgo que esto representa es altísimo para ambos sexos.
Contrario
a lo que se piensa de que la educación sexual es la que brindan en el colegio,
López enfatiza en que esta empieza en casa. “Por supuesto que los maestros
cumplen un rol importante, y de ahí la necesidad de que tengan el conocimiento
para transmitir el mensaje, porque todos de forma individual tienen diferentes
puntos de vista, incluso hay quienes sostienen que las relaciones sexuales solo
deben comenzar en el matrimonio. Lo cierto es que los padres deben estar
presentes. Deben brindarles esa confianza y ese apoyo, porque en muchos casos
los jóvenes no tienen la economía para comprar los preservativos. Si bien es
cierto que la conciencia sexual llega después de los 25 años, también es cierto
que la información que adquieran antes es vital”.
Lo
cierto es que, en palabras de la experta en sexología, las relaciones sexuales
más allá de ser un acto de placer deben ser un acto de responsabilidad de ambas
partes. Lo ideal es que en cada encuentro no solo haya diversión, sino respeto
por el otro y conciencia del cuidado de la salud individual y colectiva.
Tres consejos para el
uso de preservativos
Si
el preservativo está en excelentes condiciones brinda una protección del 99 %,
por eso no es necesario el uso de doble condón. Hay jóvenes que lo hacen para estar
más seguros, pero contrario a lo que piensan, así es más probable que este se
rompa.
No
usar lubricantes saborizados a menos que sean compatibles con el látex o el
condón. Las mismas marcas tienen lubricantes que son aptos para trabajar con
los preservativos, pero hay otros que no son compatibles y hacen que se rompa
el látex.
Cuando
se compra es importante ver la fecha de vencimiento, normalmente tienen una
vigencia de cuatro a cinco años. Inmediatamente deben fijarse que haya una
burbuja de aire, de lo contrario ese condón ya no sirve. Es importante fijarse
que no tenga perforaciones, pues al llevarlo en la billetera y al exponerlo a
temperaturas frío y calor hace que el látex se dañe. EL ESPECTADOR.
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