Por Ramón Mercedes
NUEVA
YORK.- El gobierno de Estados Unidos ya comenzó a notificar pacientes que
reciben tratamiento médico en territorio estadounidense con visa humanitaria
que deben abandonar el país en los próximos días, según publicó el pasado
viernes el periódico The NY Times.
El
pasado mes, y sin previo aviso, el Servicio de Inmigración (USCIS) eliminó un
programa que impedía que los inmigrantes fuesen deportados mientras ellos o sus
familiares estuviesen recibiendo algún tratamiento médico de vida o muerte. La
medida entró en vigor el pasado 7 de agosto.
El
Times puso de ejemplo el caso de la guatemalteca María Isabel Bueso, hoy con 24
años, quien llegó a EE.UU cuando tenía 7 y la semana pasada recibió una carta
notificándole que debe abandonar el país en los próximos 33 días o será
deportada.
Su
médico, su abogado y su madre describieron la orden como una “sentencia de
muerte”.
Cada
semana, durante varios años, Bueso ha recibido infusiones intravenosas de
Mucopolisacaridosis de tipo seis (MPS-6), la enzima de remplazo que trata su
enfermedad que causa enanismo, visión nublada y compresión de la médula
espinal, entre otras condiciones.
Han
pasado 16 años desde que comenzó a ir al hospital para recibir infusiones
semanales, de cuatro a seis horas, de Naglazyme, la medicina que controla su
padecimiento. A pesar de la parálisis que caracteriza a su enfermedad, ha
logrado tener una vida productiva.
El
año pasado se graduó summa cum laude en la Universidad Estatal de California,
East Bay, donde colaboró para comenzar una beca para estudiantes con
enfermedades raras. También ha viajado y hecho presentaciones ante legisladores
en nombre de las personas que sufren ese tipo de enfermedades, especifica el
periódico.
Su
familia vive en una casa confortable de un vecindario de clase media en
Concord, California, que sus padres compraron y acondicionaron para que ella
pueda desplazarse con su silla de ruedas. Nunca se imaginaron que tendrían que
abandonar el país, puesto que las autoridades solían aprobar las extensiones de
sus permisos.
Cuando
Lawler, el abogado de la familia, les contó a Bueso sobre la decisión que el
gobierno tomó la semana pasada, ésta comenzó a temblar sin control.
El
gobierno del presidente Donald Trump eliminó un programa que permitía a los
jueces de inmigración poner fin a los casos de deportación bajo circunstancias
excepcionales.
En
conjunto, estos cambios imposibilitan que esas personas, que antes no eran
susceptibles de ser deportadas, puedan defenderse si las autoridades federales
de inmigración las detienen, dicen expertos.
En
ese mismo orden, se ha informado que varios dominicanos reciben atención médica
en EE.UU amparados en una visa humanitaria, como es el caso de Rosa Hernández,
de 46 años, interna en el hospital Harlem, en Manhattan, con un cáncer
terminal.
Entró
a EE.UU con visa cuya renovación le fue negada después que solicitó una cuarta
extensión de estadía, y ahí mismo fue puesta en la lista de deportación por
Inmigración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
PrensaLibreNagua se reserva el derecho de no publicar comentarios de contenido ofensivo.