Licda.Yamilka
Díaz Frías M.A.
La autora
es Psicólogo Clínico, Máster en Psicología Clínica
Este
es un tema que preocupa a los padres con un alto sentido de la responsabilidad,
aquellos que tiene la mejor intención para sus hijos. Todos podemos hablar de
nuestra experiencia como padres o como hijos/as, por lo tanto todos podemos
entender lo que es crianza.
Especificar
del todo la mejor forma de crianza resulta un tanto complejo comprendiendo lo
diverso que somos los seres humanos, lo que funciona a aquél no necesariamente funciona
en mí, sin embargo estoy segura que hay aspectos comunes que compartimos de
manera general como por ejemplo el amor y la formación que todos merecemos recibir
de un sano ambiente familiar.
La
mayor influencia de como tratar a los hijos la recibimos de nuestros propios
padres y en general de lo que vemos y escuchamos en la cultura y la sociedad. La
famosa psicóloga norteamericana Diana Baumrind estableció tres tipos o estilos
de crianza, en cada uno de ellos hay una combinación distinta entre normas y afecto,
continúa leyendo y descubre cual es el equilibrio ideal.
En
primer lugar el estilo autoritario, podría decirse que es la forma de crianza
más “dura” ya que en esta se implementa un exceso de reglas que deben cumplirse
rígidamente por el hijo, reglas que en ocasiones no tienen un fin educativo
sino algo que por “capricho” el padre desea que se cumpla, frecuentemente a
este padre o madre se le escucha decir “¡esto se hace así porque yo lo
digo, y punto!.También es común en este estilo el
castigo físico, no recomendado por los profesionales de la salud mental en
vista de que se ha confirmado que no provoca que el niño deje de “portarse mal”,
por el contrario se podría imitar la resolución de los conflictos y manejo de
emociones de una manera agresiva, por otro lado los “golpes” indisponen al niño
contra quien le golpea, hacen que le tema y se aleje, además en uno de esos
ataques puede afectarse en extremo la integridad física del menor. El padre
autoritario no escucha a sus hijos, tampoco cree que estas opiniones sean
importantes y carece de la expresividad emocional, no hay abrazos, besos,
elogios u otras manifestaciones de afecto, al contrario suelen escucharse críticas
negativas constantes que afectan profundamente la autoestima del adolescente o
infante.
El
estilo permisivo es el que se caracteriza porque no hay normas, los niños
crecen sin límites haciendo lo que quieren, por lo menos en este cuentan con
muestras de aceptación y afecto emocional.
El
estilo considerado más apropiado es el autoritativo, donde hay un equilibrio
entre normas y afecto. En la disciplina apropiada es necesario el control, los
límites y las reglas, se necesitan para un apropiado aprendizaje de la vida, muchas
veces esta parte de la crianza se dificulta aplicar a los padres por
confundirlas con el maltrato o abuso infantil, maltratarlos sería que crezcan
sin la orientación que necesitan para su formación. En el estilo autoritativo los
límites y normas se aplican pero con justicia, si excederse en la dureza, en la
frecuencia de los castigos o en lo que se pide obedecer. Hay muestras de afecto,
hay un patrón comunicativo democrático, es decir se toma en cuenta la opinión
del niño, se le escucha.
Maccoby y Martin son
autores que propusieron un cuarto estilo; el negligente o indiferente, donde no
hay control ni afecto, este es un padre que prácticamente está ausente de la
vida de su hijo, no existe para instruirle, es frio y distante emocionalmente.
Los estilos de crianza dejan huellas para siempre en
la personalidad del individuo, por ejemplo, es frecuente que los hijos de
padres autoritarios presenten tendencia a la baja autoestima, la inseguridad,
ansiedad e introversión social. ¿Con cual de estos estilos te identificas?
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