BBC/Simon Beard y Lauren Holt* Centro
de Estudios de Riesgo Existencial
La extinción de la humanidad es algo que ha preocupado a los pobladores de
la Tierra por generaciones, pero lejos de darse por un desastre natural de
grandes dimensiones, lo cierto es que es más probable que, si ocurre, nosotros
seamos los verdaderos responsables.
El imaginario colectivo suele pensar en grandes desastres como un asteroide
al estilo de la película Armageddon o en una invasión alienígena como la
retratada en "Día de la Independencia", protagonizada por Will Smith.
Y aunque es posible que existe la posibilidad de un final dramático,
centrarse en tales escenarios puede hacernos ignorar amenazas existentes hoy en
día y que son mucho más serias.
Amenazas volcánicas
En 1815, una erupción del monte Tambora, en Indonesia, acabó con la vida de
más de 70.000 personas.
La atmósfera se cubrió de una ceniza volcánica que redujo
significativamente la luz solar. Tanto, que a aquel año se le conoce como
"el año sin verano".
El lago Toba, en el otro extremo de Sumatra, cuenta una historia aún más
siniestra. Se originó tras una súper erupción volcánica hace 75.000 años y su
impacto se sintió en todo el mundo.
Muchos científicos creen que fue el causante de una reducción significativa
de los primeros humanos que habitaron la Tierra, aunque hay otra parte de la
comunidad científica que lo cuestiona.
Pero si bien la perspectiva de una erupción súper volcánica es aterradora,
no debemos preocuparnos demasiado.
Los súper volcanes y otros desastres naturales, como un asteroide
impactando la Tierra o una estrella que explota en nuestro vecindario cósmico,
no son más probables en este 2019 que cualquier otro año.
Y aún así, las posibilidades son realmente remotas.
Amenazas reales (y crecientes)
Pero no puede decirse lo mismo de muchas amenazas globales creadas por
nosotros mismos, los humanos.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud y el Foro Económico
Mundial identificaron el cambio climático y sus efectos como uno de los
principales riesgos para 2019.
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de cumplir sus metas de cambio climático
En la sede de Naciones Unidas llegó a decirse que el cambio climático ya
era "un asunto de vida o muerte" para muchas regiones del mundo.
Las amenazas son complejas y diversas, desde olas de calor asesinas al
aumento del nivel del mar o hambrunasymigraciones generalizadas a una escala
realmente gigantesca.
También suponen un riesgo potencial algunas tecnologías novedosas como la
inteligencia artificial.
Estos avances pueden dar lugar a armas cibernéticas cada vez más
sofisticadas que podrían contener los datos de toda una nación con la intención
de lograr un rescate. O algoritmos autónomos que podrían causar un desplome en
el mercado de valores.
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más armas cibernéticas?
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una guerra nuclear
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frente a una nueva carrera armamentista nuclear?
Y no debemos olvidar la posibilidad de una guerra nuclear.
Si bien muchos se centran en el aumento de las tensiones entre las grandes
potencias, las nuevas tecnologías también nos ponen en riesgo.
Esto se debe a que una combinación de armas nucleares y convencionales y
los peligros por la inteligencia artificial pueden contribuir a desatar una
guerra de este tipo.
La gripe es actualmente una amenaza
mundial.
Otro riesgo en aumento es el de las pandemias globales. Se cree que la
gripe, por ejemplo, mata a unas 700.000 personas de media por año, costándole a
la economía global unos US$500.000 millones anualmente.La densidad de la
población es cada vez mayor y las personas cada vez viajan más, aumentando la
posibilidad de que enfermedades como la gripe se propaguen más rápido y a mayor
escala.
Y esto preocupa, teniendo en cuenta el antecedente de la gripe española de
1918 que mató a 50 millones de personas.
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Por suerte, los programas de vacunación y otras medidas de prevención de
enfermedades ayudan a reducir ese riesgo.
Conocer el peligro real
Afortunadamente, hay mecanismos a disposición de los científicos y
gobiernos que permiten conocer cuán probables son esas amenazas. Estos son
algunos ejemplos:
Analizando los registros históricos o geológicos se puede hacer el
seguimiento de algunos eventos, como los súper volcanes y los impactos de
asteroides.
Encontrando algún precedente. Cuando los científicos exploraron el riesgo
que podría plantear el reactor CERN, observaron entornos similares que ocurren
en las estrellas.
Construyendo escenarios. Los científicos utilizan modelos atmosféricos
sofisticados para explorar cómo será el clima en el futuro, por ejemplo. Cuando
esta no es una posibilidad, se idean juegos de guerra y otros ejercicios que
ofrezcan alguna perspectiva de lo que podría ocurrir.
Además, muchos gobiernos como el de Reino Unido tienen un registro de
riesgos nacionales en el que se incluyen desde inundaciones hasta enfermedades.
El calentamiento global provoca, entre otras cosas, una subida del nivel
del mar que amenaza poblaciones que viven cercanas al litoral.
Un futuro complicado
Pero aunque estas amenazas existen, el mayor peligro al que nos enfrentamos
en 2019 desde una perspectiva global es otro.
Con casi 8.000 millones de personas viviendo en la Tierra, dependemos cada
vez más de los recursos naturales necesarios para mantenernos a todos. Estos
son los alimentos, el agua, el aire limpio, la energía y también la economía
global que los convierte en bienes y servicios.La disminución de los niveles de
biodiversidad, de las infraestructuras y de las cadenas de suministros hace que
muchos de estos recursos estén sobrecargados y al borde del colapso.
Y el cambio climático solo empeora
las cosas en este sentido.
Así que en realidad, los grandes riesgos globales no son tanto una cuestión
del tamaño del desastre que los causó, sino del potencial que tienen para
alterar estos sistemas de recursos vitales para nuestra subsistencia.
La ceniza del volcán islandés Eyjafjallajokull causó problemas en todo el
mundo en 2010.
Un ejemplo reciente muestra el potencial de algunas amenazas y el efecto
dominó que provocan.
La erupción en 2010 del volcán Eyjafjallajökull, en Islandia, no provocó la
muerte de nadie, pero cerró el tráfico aéreo en Europa durante seis días.
Y en 2017, un relativamente poco sofisticado ataque con el virus
informático WannaCry cerró partes del servicio público de salud británico y
otras organizaciones de todo el mundo.
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a nivel mundial
Dado que para casi todo dependemos de la tecnología, la electricidad y de
internet, cualquier cosa que pueda interrumpir su normal funcionamiento tiene
consecuencias enormes.
Reducir riesgos
Pero no todo son malas noticias. Hay maneras de reducir esos riesgos.
Una vieja leyenda del rey Canuto de Dinamarca cuenta que ordenó al mar que
se retirase para que dejara de comer terreno a su reino.
Dinamarca intenta contrarrestar el avance del mar construyendo diques y
plataformas sobre el agua
Él sabía que no podía detener la marea, pero lo cierto es que los daneses
han ganado litoral durante generaciones construyendo diques y drenando pantanos
para protegerse del mar que amenaza su suelo.
Así que veces es mejor protegernos a nosotros mismos pensando en maneras de
hacer que la humanidad sea más resistente a los desastres que están por venir.
Y esto podría brindarnos la mejor manera de garantizar que 2019, y más
allá, sean años seguros.
*Este artículo de análisis fue encargado por la BBC a expertos que trabajan
para una organización externa.El doctor Simon Beard y el doctor Lauren Holt son
investigadores asociados al Centro de Estudios de Riesgo Existencial. Con sede
en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, este centro estudia la mitigación
de los riesgos que podrían llevar a la extinción humana o al colapso de la
civilización.
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