EL
AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.
Por
CARLOS NINA GOMEZFecha: 21 octubre, 2018
(1
de 3)
El periodismo que se ejerce en República
Dominicana, ¿podríamos decir que está en una peligrosa encrucijada?
Pero, ¿por qué hablamos de
encrucijada?
La pregunta la puedo
responder con esta opinión: El periodista profesional debe estar consciente que
sí, que el ejercicio de este noble trabajo -y siempre debemos citar al laureado
escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez quien bautizó al
periodismo como “el mejor oficio del mundo-” vive su tiempo más difícil y
complejo.
Debemos analizar varios
aspectos. Primero, que el periodismo tiene el gran reto de jugar un papel clave
en el marco de la democracia. Una democracia que con sangre, sudor y lágrimas
se hizo posible en nuestro país gracias a la tenaz lucha del pueblo y sus
líderes.
Todo periodista que trabaje
en función de los principios y la ética, como firme aliado de la democracia,
está en el deber de no dar “su brazo a torcer”. Si su brazo de tuerce, la
democracia se debilita.
No alquilar su pluma. El
periodista que comete esa falta -vender o rentar su pluma- no trabajar en base
a los principios y, obviamente, violentar la ética, le hace daño a su profesión
y, por consiguiente, es juzgado por toda la sociedad.
Cuando un periodista, por
ejemplo, alquila o vende su pensamiento -que es lo mismo que vender su pluma-,
pierde todo el respeto del público y la credibilidad de la sociedad.
Segundo punto: El periodismo
impreso, de periódicos o revistas, atraviesa por una etapa de alto peligro.
¿Peligro? Sí, porque el periodismo impreso, el que la
gente lee en papel, está perdiendo muchas batallas -y quizás en poco tiempo
perderá la guerra- del llamado periodismo digital. ¡Digamos el periodismo de la
inmediatez!
Ese periodismo impreso, del
periódico físico, está siendo “asediado”, además, por los noticiarios de
televisión y las ruidosas redes sociales.
La televisión noticiosa y
los diarios digitales podrían, pronto, ocasionar la desaparición de los periódicos impresos. ¡Oh Dios, que
duro golpe sería para al sistema comunicacional dominicano si definitivamente
este fenómeno logra sellar su registro!
Hay que citar, a propósito
de la realidad que hoy abate a los diarios impresos locales, lo que en los
últimos tres o cuatro años afecta al periodismo de Estados Unidos.
Me refiero a los graves
problemas que han tenido que enfrentar los periódicos impresos de EE.UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario