1.
Dar un paseo en barco
A Cabrera sólo se puede
llegar en barco, pero eso no es ningún inconveniente, si el mar está calmado
uno podrá disfrutar de una agradable travesía. Se puede acceder con embarcación
propia solicitanto un permiso previamente, aunque también existe un servicio de
transporte marítimo desde sa Colònia de Sant Jordi que en una hora llega a
Cabrera. Este servicio está disponible desde principios de abril y hasta
octubre, siempre dependiendo del estado del mar, y cuenta con un amplio horario
de salidas y llegadas.
Durante el paseo uno puede
observar la costa
mallorquina, tomar el sol, disfrutar de la brisa del mar, o simplemente descansar.
mallorquina, tomar el sol, disfrutar de la brisa del mar, o simplemente descansar.
2.
Realizar excursiones
Una vez desembarcados,
existen diferentes actividades a realizar. Para preservar el entorno y evitar
la degradación del parque muchas zonas de la isla son de acceso limitado. Ahora
bien, se han organizado una serie de rutas guiadas por diferentes puntos de la
isla que se pueden realizar si se avisa previamente. Hay siete excursiones
dispoibles y se adaptan a todos los niveles: desde paseos por la costa hasta
largas caminatas que atraviesan la isla,
3.
Visitar los museos
Si demás de hacer
ejercicio uno quiere aprender sobre la cultura y la historia de esta isla, que
no es poca, puede ir al museo 'Es Celler'. En este edificio rehabilitado se
muestra la naturaleza, la historia y la etnografía relacionada con el parque.
En la Colònia de Sant Jordi también hay un centro de interpretación que permite
conocer más y mejor las particularidades de este archipélago.
4.
Ver de cerca la flora y la fauna de Balears
Cabrera es un espacio
protegido, y como tal, cuenta con un amplio abanico de especies autóctonas
mucho más numerosas que en cualquier otro punto de Balears. Lo más
característico son las « sargantanas », las hay por todas partes y en cualquier
rincón. Dar un paseo por la isla es una buena forma de conocer la flora y la fauna
típicas de nuestras islas.
5.
Conocer el fondo del mar
Por último y no menos
importante, observar el fondo marino de este archipiélago es de lo más
espectacular que se puede realizar en la isla. Es muy recomendable llevar
careta y tubo, pues como se trata de un espacio protegido, encontrar pulpos,
estrellas de mar o incluso tortugas marinas es mucho más fácil que en otros
lugares. Además, desde el año pasado existe la posibilidad de realizar una ruta
marina autoguiada. Esta consiste en ir buceando por un recorrido marcado con
cuerdas y carteles en el fondo del mar mientras se escuchan las explicaciones a
través de un reproductor de música sumergible. Una actividad original e
ilustrativa que acerca el mundo marino.
Cultura, ejercicio y
naturaleza van de la mano en esta excursión que ofrece actividades para todos
los gustos.
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