Discurso
de Rendición de Cuentas del Excelentísimo Señor Presidente de la República,
Lic. Danilo Medina ante la Asamblea Nacional.
27 de Febrero 2018
Honorable Dr. Reinaldo Pared
Pérez,
Presidente del Senado de la
República y de esta Asamblea Nacional;
Honorable Dra. Margarita
Cedeño de Fernández,
Vicepresidenta de la
República;
Honorable Lic. Cándida
Montilla de Medina,
Primera Dama de la
República;
Honorable Dr. Mariano Germán
Mejía,
Presidente de la Suprema
Corte de Justicia;
Honorable Dr. Milton Ray
Guevara,
Presidente del Tribunal
Constitucional;
Honorable Dr. Julio César
Castaño Guzmán,
Presidente de la Junta
Central Electoral;
Honorable Lic. Román Andrés
Jáquez Liranzo,
Presidente del Tribunal
Superior Electoral;
Honorable Sr. Rubén
Maldonado,
Presidente de la Cámara de
Diputados;
Honorable Dr. Hugo Francisco
Álvarez Pérez,
Presidente de la Cámara de
Cuentas;
Honorable Dra. Zoila
Martínez Guante,
Defensora del Pueblo;
Honorables Miembros de la
Asamblea Nacional,
Senadores y Diputados de la
República;
Señores Ministros y demás
funcionarios del Gobierno;
Su Excelencia Reverendísima
Monseñor Ghaleb Moussa Abdallah Bader,
Nuncio Apostólico de su
Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país;
Honorables Miembros del Cuerpo
Diplomático y Consular Acreditados en la República Dominicana;
Honorables Miembros de
Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República
Dominicana;
Autoridades Civiles y
Militares;
Invitados especiales;
Distinguidos Miembros de la
prensa;
Señoras y señores,
Pueblo dominicano,
Por segunda vez en este
mandato, acudo ante este honorable Congreso de nuestra nación para rendir
cuentas al pueblo dominicano.
En esta fecha solemne,
nuestro pensamiento se dirige siempre en primer lugar a ese día crucial en
nuestra historia: el 27 de febrero de 1844.
El día en que los
trinitarios y sus seguidores se levantaron en armas para hacer realidad el
sueño de una República Dominicana libre, independiente y soberana.
Del heroísmo que estos
hombres y mujeres mostraron entonces no nos cabe ninguna duda, por eso les
brindamos, hoy y siempre, nuestro más sincero reconocimiento.
Y, sin embargo, la lección
más importante que nos dejaron no fue la valentía que mostraron ese día, sino
algo mucho más importante: la perseverancia que mostraron después, durante años
de esfuerzo, hasta ver cumplido su sueño.
Porque después del 27 de
Febrero las batallas continuaron: en fuente del Rodeo, en El Memiso, en La
Estrelleta y en muchos otros frentes, hasta llegar a Sabana Larga y a La
libertad.
Y fue la firme voluntad de
seguir luchando, sin rendirse, lo que llevó a aquellos héroes a conquistar la
victoria y a ocupar el lugar de honor más alto en nuestra historia.
Fue su fe y su claridad de
ideas lo que les permitió avanzar sin descanso y sin desviarse de su objetivo.
Esa es la gran lección que
no debemos olvidar.
Esa es la gran diferencia
entre hablar de sueños y convertirlos en realidad.
Es lo que separa a las
personas que hacen promesas de las que cumplen compromisos.
Es lo que permite distinguir
un verdadero proyecto de país de una ilusión electoral.
Dominicanos
y dominicanas,
Esa perseverancia y esa
decisión, han sido nuestra brújula a lo largo de los más de cinco años que he
tenido el honor de ser presidente de la República Dominicana.
Les dije en 2012 que íbamos
a construir un sueño juntos y, desde entonces, no hemos hecho otra cosa que
trabajar, día a día, meta a meta, proyecto a proyecto, los siete días de la
semana, para que cada compromiso que adquirimos se haga realidad.
Les dije que trabajaríamos
con la gente y para la gente, y no hay una sola iniciativa de nuestra gestión
que no esté pensada para servir al pueblo dominicano.
Esa fe y ese compromiso con
nuestra patria es el alma de este gobierno.
Nuestra motivación para
seguir dando lo mejor de nosotros.
Por supuesto, sabíamos desde
el principio que lo que nos proponíamos lograr como país no sería una tarea
fácil.
Que no se resolvería en una
sola batalla.
Y sabemos ahora, después de
más de cinco años de trabajo intenso y planificado, que aún nos queda mucho por
hacer.
Pero no vamos a parar.
No vamos a bajar el ritmo.
¡Especialmente no ahora,
después de todas las batallas que hemos ganado juntos!
Nuestros próceres no pararon
de luchar hasta dejar a sus hijos el legado de una nación independiente,
soberana y en paz.
Y nosotros, siguiendo
humildemente su ejemplo, continuaremos trabajando sin descanso mientras esté
bajo nuestra responsabilidad el futuro de nuestro país.
Tenemos un rumbo, tenemos un
destino y tenemos un propósito.
Y tenemos, por supuesto,
mucho que celebrar como país, fruto del esfuerzo de todos y todas.
Por eso, aunque nos queden
desafíos por superar, y aunque debamos seguir trabajando por la Patria día tras
día, me gustaría que, en esta fecha tan señalada por la historia, nos tomáramos
un poco de tiempo para mirar, con objetividad y justicia, todo lo que hemos
conquistado.
Dominicanos
y dominicanas,
En estos años hemos logrado
posicionarnos como uno de los países que más invierte en educación de la región
y, sin duda, el que más edificaciones escolares ha construido en tan poco
tiempo.
Hemos vuelto a superar
nuestra meta de creación de empleos, y además de empleos formales y dignos.
Hemos acercado la salud a la
gente como nunca antes, gracias a la ampliación de la red de atención primaria,
y estamos completando la mayor renovación de nuestro sistema hospitalario de
las últimas décadas.
Hemos vuelto a ser uno de
los países que más ha crecido del continente, a pesar de las dificultades que
nos plantearon los fenómenos naturales.
Y volvimos a tener cifras
récord en llegada de turistas, en producción de alimentos y en atracción de
capitales extranjeros.
En 2017, declarado año del
desarrollo agroforestal, batimos récords en la plantación de árboles y en la
recuperación de áreas naturales.
Hemos puesto en marcha una
auténtica revolución en el campo y también en el acceso al crédito, creando
oportunidades para miles de productores y emprendedores en todo el país.
Hemos modernizado nuestra
red vial, de Norte a Sur y de Este a Oeste, con infraestructuras de primer
nivel y un eficiente sistema de atención en carreteras.
En menos de 2 años,
República Digital, que parecía un sueño, está transformando los servicios
públicos, la forma de hacer negocios y la manera de aprender en las aulas.
Hemos construido miles de
viviendas, para los más vulnerables y para la clase media.
Hemos realizado subidas
salariales históricas a cientos de miles de servidores públicos que educan a
nuestros hijos, cuidan de nuestros enfermos y se juegan la vida en las calles
por nuestra seguridad.
Y, en estos años, hemos
ampliado un 86% el presupuesto para la justicia y la persecución del delito.
Hemos logrado tener un
sistema de atención a emergencias que ya es un referente regional.
Hemos implementado más
reformas y medidas a favor de la transparencia y la eficiencia en el gasto
público que ningún otro gobierno de nuestra historia democrática.
Y hemos logrado mejorar las
recaudaciones del Estado sin subir impuestos, solo mejorando la administración
tributaria.
Amigos
y amigas,
Hay que caminar por las
calles de nuestro país para ver como se ha transformado.
El que conoce nuestras
calles, nuestras comunidades y nuestros pueblos no puede tener ninguna duda de
la magnitud del cambio.
En todo el país está
surgiendo una nueva clase media, de familias que antes no tenían una casa y
ahora sí la tienen.
De trabajadores que antes no
tenían un carro y ahora sí lo tienen.
De madres que pueden volver
a estudiar, de cientos de miles de personas que ahora tienen acceso al crédito
para poner en marcha su negocio y de jóvenes que tienen oportunidades de
estudiar y especializarse, tanto aquí como en el extranjero.
Dicho en cifras concretas,
entre septiembre de 2012 y finales de 2017 la pobreza en nuestro país se redujo
de 39.7% a 25.5%, mientras la clase media creció de 22.6% al 30%.
Señoras y señores, la clase
media dominicana ha crecido a niveles históricos: 7.4 puntos porcentuales en
los últimos cinco años.
Sin embargo, no podemos
darnos por satisfechos.
Ahora nuestro gran reto es
dar apoyo a ese grupo todavía demasiado numeroso que ha superado el umbral de
la pobreza, pero aún no se ha consolidado como clase media, me refiero a los
llamados vulnerables.
Esa es la gran lucha que
tendremos en los años siguientes.
Impulsar políticas para que
el que aún está en la pobreza salga de ella, y el que ya salió de la pobreza
deje atrás la vulnerabilidad, deje atrás el miedo y quede definitivamente
asentado en la clase media dominicana.
Y esa es la batalla que
vamos a ganar, teniendo una economía cada vez más sólida y productiva, y un
Estado de bienestar cada vez más eficiente y confiable.
A esta batalla estamos
dedicando enormes esfuerzos, porque queremos que este país de clases media
emergentes no sea un sueño efímero, sino un cambio profundo, duradero y sin
marcha atrás.
Señoras
y señores,
Este año, si me lo permiten,
en mi rendición de cuentas voy a poner menos énfasis en las cifras y más en el
porqué de las cosas.
Por supuesto, les daré los
datos que confirman todos los logros que acabo de compartirles y muchos otros,
pero sobre todo, me gustaría explicar al pueblo dominicano cuál es nuestro
propósito, cuál es el horizonte que motiva cada una de nuestras acciones.
Quiero contarles de qué
forma, en cada uno de los pasos que da este gobierno, los ciudadanos son los
protagonistas.
Voy a explicarles
exactamente por qué este es un gobierno con la gente y para la gente.
Comenzaremos con el balance
económico, sin cuyo progreso y estabilidad, no podríamos avanzar en ninguna
otra iniciativa.
Como les decía
anteriormente, 2017 fue otro año de crecimiento sostenido de nuestra economía,
que cerró con un aumento de 4.6% del Producto Interno Bruto.
Este crecimiento fue posible
a pesar de los efectos de los huracanes Irma y María, que junto a las lluvias e
inundaciones de principios de año, provocaron pérdidas por más de RD$49,000
millones; especialmente en infraestructura vial, agricultura, vivienda y
comercio.
Eso nos planteó un gran reto
como país, tanto en la ejemplar respuesta a la emergencia, como también y sobre
todo, después.
Familias que perdieron sus
hogares, infraestructuras destruidas, áreas que quedaron aisladas, productores
que vieron sus campos anegados y comerciantes que vieron sus esfuerzos
destruidos.
Y en respuesta a esas
circunstancias, tomamos decisiones y ponemos en marcha acciones, siempre
pensando primero en la gente.
En este caso, la primera
acción económica fue disponer una fuerte inyección de inversión pública.
Es decir, poner los recursos
para que fuera posible realizar todas las labores de ayuda y reconstrucción lo
antes posible.
Esto logró un doble
objetivo, en primer lugar, devolver al país a la normalidad y, por otra parte,
generar empleo en un momento en que era especialmente necesario.
Por su parte, el Banco
Central implementó medidas como la liberación de más de 23 mil millones de
pesos del encaje legal y el recorte de la tasa de interés.
Lo que permitió que hubiera
suficiente liquidez y que nuestra economía retomara su ritmo rápidamente.
Por eso, durante el último
trimestre del 2017 crecimos al 6.5%, es decir, logramos superar las
dificultades con rapidez y eficiencia y eso se reflejó en la economía
inmediatamente.
Es lo que ha servido de
apoyo a los organismos internacionales para proyectar un crecimiento de nuestra
economía superior al 5,5% para el 2018.
Paralelamente, la inflación
promedio para todo 2017 fue de apenas 4.2%.
Soy consciente que algunas
veces digo estas cifras y mucha gente no sabe cómo eso les impacta, así que voy
a explicarlo muy brevemente.
Una inflación baja y estable
quiere decir que los precios en el mercado, en promedio, no tuvieron grandes
variaciones ni se dispararon, ni por los problemas climáticos, ni por ninguna
otra causa.
Eso es el resultado de la
estabilidad y el manejo responsable de la economía.
Como llevamos años
disfrutando de cifras bajas de inflación quizá no parezca tan importante, sin
embargo, si miramos atrás en nuestra historia o si vemos las dificultades por
las que pasan o han pasado otros países hermanos de América Latina, con tasas
de inflación de 2 y 3 dígitos, comprenderemos porqué es tan importante mantener
una baja inflación.
Lo mismo ocurre con la
estabilidad cambiaria del peso, que tuvo una depreciación interanual de 3.3%,
menor a lo estimado cuando elaboramos el presupuesto del 2017.
Esa estabilidad en nuestra
moneda fue lo que permitió que por primera vez en la historia monetaria de la
República Dominicana se colocaran bonos denominados en peso dominicano en el
mercado financiero internacional.
Esa es la mayor demostración
de confianza en la economía de nuestro país.
Por ejemplo, nuestro
indicador de riesgo-país permanece considerablemente por debajo del promedio de
los países latinoamericanos.
Es decir, agencias
internacionales de calificación de riesgo como Moody’s o Fitch o la propia
OCDE, nos consideran un país cada vez
más confiable para los inversores.
¿Y para qué sirve eso?,
pueden preguntarse.
Pues bien, entre otras
cosas, para que el país obtenga financiamiento a tasas mejores y para que
vengan inversionistas a crear oportunidades de empleos para nuestra gente.
Esa confianza es la que ha
favorecido que la inversión extranjera directa aumentara más de 48% en el
último año, alcanzando la cifra de 3,570 millones de dólares.
Sí, 3,570 millones de
dólares que inversionistas extranjeros han traído a la República Dominicana
para iniciar nuevos negocios y generar más empleo.
Todo esto demuestra la
imagen positiva que se tiene a nivel internacional del manejo macroeconómico
actual y las perspectivas futuras de la economía nacional.
Es decir, no son solo
cifras, son razones objetivas para el optimismo, porque detrás de ellas hay
beneficios tangibles para la población.
Por ejemplo, este año el
incremento en la liquidez económica se tradujo en más acceso al crédito y con
tasas de interés más bajas, tanto para el consumo, como para la inversión
productiva.
Es decir, significó que
muchos emprendedores pudieron acceder a financiamiento para iniciar o ampliar
su negocio y que miles de hogares pudieron adquirir nuevos bienes con créditos
accesibles.
Este es el círculo virtuoso
de la producción, el consumo y el empleo que trae consigo la creación de clases
medias.
Por eso, cuando hablamos de
crecimiento económico no hablamos de algo abstracto, hablamos de mejores
ingresos y más oportunidades para millones de hogares.
Y ese es nuestro propósito:
que el crecimiento llegue a todos y todas, que todos se beneficien de este
período de creación de riquezas, en definitiva, que la economía esté al
servicio de la gente.
Señoras
y señores,
Sin duda, una de nuestras
grandes metas desde el primer día de gobierno es la creación de empleos.
Nos preocupa permanentemente
crear las condiciones económicas y sociales que permitan a nuestra gente
obtener un empleo digno, sacar adelante sus hogares, cumplir sus propios sueños
y sus propias metas.
Ese es y ha sido siempre uno
de nuestros grandes compromisos con la gente.
Crear 100,000 puestos de
trabajo anuales. Y lo estamos cumpliendo y superando, cada año.
En 2017 volvimos a cumplir
ampliamente nuestra meta: se crearon 120,237
puestos de trabajo adicionales.
Y si revisamos la cifra
total de nuevos ocupados desde septiembre del 2012 a diciembre del 2017,
encontramos que el número de empleo ha aumentado en 606,019 puestos de trabajo.
Vemos entonces que nuestros
empleos no están creciendo 100,000 por año, que ya era una meta ambiciosa, sino
120,000 empleos por año, lo que es un resultado sin precedentes.
Se trata, además, de empleos
cada vez más formalizados y con más derechos, como muestra la cifra de
cotizantes del régimen contributivo de la Seguridad Social, que registró 111
mil nuevos afiliados a lo largo del 2017.
Y hablamos también de
empleos mejor remunerados.
¡Pregúntenle a un maestro,
pregúntenle a un trabajador de la salud, pregúntenle a un agrónomo, a un agente
de policía o a un militar, pregúntenle a un fiscal!
Todos ellos han visto sus
sueldos y sus condiciones de trabajo mejoradas.
Pueden preguntarles también
a los trabajadores del sector privado, a los que menos ganaban, que con la
mediación del Ministerio de Trabajo recibieron un aumento del 20% entre mayo y
noviembre del año pasado.
Estamos, por tanto, creando
cada vez más empleo y cada vez de mayor calidad para nuestro pueblo.
¿Y dónde están todos esos
empleos?, podrán preguntarse algunos.
Pues bien, les daré algunos
ejemplos.
En 2017 nuestro país recibió
6.2 millones de turistas, cumpliendo así nuestra meta anual encaminada a
alcanzar los 10 millones de turistas al finalizar el año 2023.
Dentro de este dato es
especialmente destacable que a lo largo del año llegaron más de un millón cien
mil cruceristas, esto supone un crecimiento del 39.7% gracias, en buena medida,
al éxito de la terminal Amber Cove de Puerto Plata.
Si sumamos el millón cien
mil cruceristas a los 6.2 millones de turistas totalizan 7.3 millones de
personas que visitaron la República Dominicana el año pasado.
Y que generaron divisas para
la República Dominicana por un monto aproximado a los US$7,200 millones.
Para que se hagan una idea,
para acomodar a todos estos visitantes, los hoteles dominicanos ya abrieron
8,366 nuevas habitaciones y están en construcción unas 15,000 adicionales.
Además, como parte de esa
misma estrategia, el Consejo de Fomento Turístico aprobó en 2017 la
clasificación de 73 proyectos turísticos, que generarán a su vez alrededor de
27,000 empleos directos e indirectos.
En la actualidad, el sector
turístico en nuestro país genera más de 330 mil empleos directos, más de la
mitad de ellos ocupados por mujeres.
Además, genera oportunidades
para otros sectores estratégicos, como la producción de alimentos, la
construcción, el comercio, el transporte, entre otros.
Hace menos de una semana
dejamos inaugurada la Escuela de Hotelería, Gastronomía y Pastelería de Higüey.
Se trata de un centro
especializado que formará a profesionales de excelencia.
Se ha estimado que cada año
se graduarán 1,800 técnicos para cubrir la demanda de personal que tienen los
hoteles de la zona Este y el resto del país.
Señoras
y señores,
En 2017 seguimos prestando
una atención continua al campo y recorriendo el país para apoyar a nuestros
productores.
Porque así, no solo
mejoramos sus vidas y las de sus comunidades, sino que contribuimos a que todo
el país tenga alimentos de calidad, a precios asequibles y a que cada vez más
sectores se sumen a la industria alimentaria, generando aún más negocios y más
empleo.
Permítanme decirlo
llanamente: la República Dominicana no puede ser un país de clases medias sin
la contribución fundamental del campo, que es una de nuestras grandes
fortalezas.
Por eso es tan importante
que nuestros productores tengan acceso al crédito con las tasas de interés más
bajas de la historia.
Recordemos que esas tasas
han pasado del 18% al 8% y en algunos casos al 5%.
Así, el Banco Agrícola
otorgó el año pasado 22,000 millones de pesos en créditos a proyectos
agropecuarios y entre agosto de 2012 y el 8 de febrero de este año se han
concedido más de 90,000 millones de pesos en financiamientos.
Recordemos que cuando
llegamos al gobierno teníamos como meta prestar RD$45,000 millones en 4 años,
que fue lo que solicitaron los productores en el congreso agropecuario del 2012
en Punta Cana.
Ese fue nuestro compromiso
¡Y en menos de seis años ya lo hemos duplicado!
Los productores, por su
parte, han respondido a nuestra confianza con su seriedad en el pago.
Me complace decir que el
índice de mora se ha reducido sustancialmente en estos años, pasando del 36% en
el año 2012 al 8.45% en el 2017.
Y es igualmente importante que
desde mayo de 2013 hemos aportado RD$550 millones a 55,249 pólizas de seguro
que están protegiendo la cosecha de más de 3 millones 450 mil tareas de tierra.
Gracias a esta cobertura,
los productores no acumulan deuda en años de clima difícil, como el pasado, y
pueden seguir cultivando.
Todo esto nos ha permitido
sembrar confianza y tranquilidad en el campo.
Por eso, ahora estamos
recogiendo cosechas récord de alimentos y en 2017 exportamos productos
agropecuarios por más de US$2,000 millones.
Gracias a este
acompañamiento constante, a la coordinación de nuestras instituciones y al
trabajo de los hombres y mujeres del campo, el sector agropecuario cerró el año
con un crecimiento de 5.9%, y el área de superficie sembrada y cosechada
aumentó un 3.43%.
Este crecimiento productivo
permite que los precios de los alimentos se mantengan estables, como les
explicaba al hablar de inflación.
Por eso es tan necesario,
porque se refleja directamente en la mesa de millones de hogares dominicanos.
Y por eso, entre otras razones,
también he continuado realizando visitas sorpresa por todo el país.
A lo largo de 2017 me
acerqué en 40 ocasiones a las comunidades para ver, escuchar, y por supuesto,
poner en marcha medidas para apoyar a nuestra gente, allá donde estén.
El resultado en el año 2017
fueron 299 compromisos que serán objeto de un seguimiento riguroso.
Desde que comenzamos en 2012
hasta la fecha, hemos realizado 195 visitas y se han ejecutado RD$29,840
millones que están contribuyendo a formar cadenas de valor en los campos de la
República Dominicana.
Este es el caso, por solo
poner un ejemplo, de los productores lácteos, a los que hemos asistido con
créditos y con apoyo técnico hasta el punto que han multiplicado su producción
y ahora suministran el desayuno a cientos de comedores escolares en todo el
territorio nacional.
Pero nuestro apoyo al campo
no se queda aquí.
Avanzamos también en materia
de sanidad animal y vegetal con la erradicación de la Mosca del Mediterráneo,
lo que nos ha valido el reconocimiento de organismos internacionales y ha
permitido que los productores en invernadero aumentaran sus exportaciones.
Y seguimos trabajando por un
campo moderno, tecnificado y bien planificado.
Por eso, hace menos de un
mes, el Ministerio de Agricultura creó el Registro Único de Productores
Agropecuarios.
Esta novedosa herramienta
nos permitirá contar siempre con información confiable de forma rápida y
precisa.
Podremos, así, identificar y
cuantificar el número de productores nacionales, conocer su ubicación exacta,
el área total que producen e identificar la producción agrícola y pecuaria, la
variedad y la especie.
Esta plataforma y su valiosa
información, nos servirá para brindar asistencia personalizada a cada
productor, para dar una mejor respuesta ante cualquier eventualidad y para
orientar la toma de decisiones.
Pero
volviendo a los empleos.
Veamos ahora qué otros
sectores, además del turismo y el campo, están abriendo oportunidades de futuro
para los dominicanos y dominicanas.
Señoras
y señores,
Como he mencionado, en los
últimos años hemos creado en la República Dominicana un mercado interno en
expansión.
Tenemos una nueva clase
media que demanda todo tipo de productos y nuestros productores la satisfacen
hasta el punto que los dominicanos ya producimos más del 85% de lo que comemos
y eso nos da una gran fortaleza como país.
Sin embargo, aún después de
satisfacer esta demanda, queda un amplio
excedente de productos agropecuarios y de otros rubros.
Productos
de excelente calidad, que podemos exportar.
De hecho, estoy convencido
de que el desarrollo del sector exportador es el mejor mecanismo de crecimiento
para nuestra economía, convirtiendo ese excedente en empleos y divisas.
En 2017, por primera vez,
nuestras exportaciones superaron la barrera de los 10,000 millones de dólares.
Y es bueno destacar que
tenemos un gran espacio para seguir creciendo.
En realidad, pocos sectores
tienen tanto potencial para crear empleo y crecimiento a corto, medio y largo
plazo como las exportaciones.
Por eso, durante todo 2017
emprendimos acciones encaminadas a impulsar una auténtica cultura exportadora
en nuestro país.
Esos esfuerzos se van a
redoblar en este 2018 que he declarado como el año del fomento a las
exportaciones.
Entre las acciones que se
han puesto en marcha se destaca la creación del Banco de Desarrollo de las
Exportaciones, el BANDEX y la puesta en funcionamiento de la Ventanilla Única
de Comercio Exterior.
Además, creamos
ProDominicana, como mecanismo para reforzar la coordinación de todos los
esfuerzos de promoción de nuestras exportaciones y también como agencia
especializada para dar respuesta a las necesidades de los exportadores a todos
los niveles.
Por otra parte, pusimos en
marcha la Mesa del Caribe en la que, aunando esfuerzos con el sector privado,
se están identificando oportunidades de exportación para los productores
dominicanos en nuestra región más cercana.
Todo este esfuerzo ya está
dando sus frutos, pero va a continuar y a multiplicarse exponencialmente en
2018, que deseamos sea el año en el que definitivamente despeguen nuestras
exportaciones.
Y no solo para los grandes
productores, sino también para los medianos y los pequeños.
Todos ellos tienen el
potencial para salir y conquistar estos mercados. Sobre todo si trabajamos
todos juntos.
Como primera herramienta
para lograrlo, reactivaremos muy pronto la Mesa de las Exportaciones, tal como
hicimos con el Consejo de Competitividad.
En esa mesa estarán todos
los actores que tienen responsabilidades en la implementación del primer Plan
Nacional de fomento a las Exportaciones, que presentaremos en la primera
reunión de esa mesa y que será nuestra hoja de ruta para dar a la exportación
un impulso sin precedentes en este año 2018.
Señoras
y señores,
Con respecto al Consejo de
Competitividad, debo decir que, en los últimos meses, se ha convertido en otra
excelente herramienta para el progreso, impulsando medidas para facilitar los
negocios en nuestro país.
Por ejemplo, ya tenemos el
compromiso de las instituciones de reducir de 7 días a 3 días el plazo para la
apertura de empresas.
También se han puesto en
marcha medidas para reducir drásticamente los plazos para la renovación y
emisión de los registros sanitarios y también se están agilizando los procesos
para la reducción de los permisos de construcción.
Seguiremos facilitando los
trámites comerciales y allanando el camino a nuestros emprendedores y
productores, porque sabemos que, así, impulsamos la creación de oportunidades
de formación y empleo dignos para todos y todas.
Señoras
y señores,
Y en este sentido, debemos
hablar también de otro sector que sigue recuperándose y generando empleos año
tras año; me refiero a las zonas francas de exportación.
Solo en 2017 el Consejo
Nacional de Zonas Francas aprobó 58 proyectos en los rubros de manufactura
textil, procesamiento de tabaco, cigarros, call center, proyectos de
comercialización y proyectos agroindustriales.
En conjunto estos proyectos
generaron 5,326 nuevos empleos y divisas por más de 61 millones de dólares.
Cabe destacar, la
importancia que tiene el sector de zonas francas en la economía dominicana, el
número de personas empleadas en ese sector totalizó en 2017 la suma de 165,796
empleos y generó divisas por un monto alrededor de US$5,700 millones, siendo el
tercer generador de divisas del país después del turismo y las remesas de los
dominicanos ausentes.
Por su parte, las mipymes
siguieron creando puestos de trabajo para cientos de miles de familias, gracias
también a un decidido apoyo del gobierno, que las ha financiado con más de
9,600 millones de pesos, a través de Banreservas, la Fundación Reservas del
País y Banca Solidaria.
Sin desmerecer el excelente
trabajo de las otras, siento que esta última institución, Banca Solidaria,
merece una mención aparte, porque está realizando una labor extraordinaria.
A mí me gusta decir que
Banca Solidaria es el equivalente a las visitas sorpresa que yo hago en el
campo del país, pero en el entorno del barrio de las zonas urbanas de las
distintas provincias de la República Dominicana.
Es esa mano amiga, ese
primer empuje que muchos necesitan para, primero, salir de la pobreza y luego
crear riqueza y nuevos empleos en sus comunidades.
Así, desde que entró en
operación, Banca Solidaria ha prestado ya RD$20,350 millones y ha beneficiado a
434,379 créditos a personas, de los cuales el 30% son pequeños y
microempresarios que nunca antes habían tenido crédito en la banca formal.
Son créditos solidarios, que
se entregan confiando en la buena fe de las personas que los reciben y que se
están devolviendo puntualmente y con seriedad. El año pasado la tasa de
morosidad de Banca Solidaria fue en el orden del 1,3% lo que es sin dudas, un
logro extraordinario.
Acercarse a una de las 90
sucursales de Banca Solidaria ha sido el primer paso para decenas de miles de
nuevos emprendimientos en cada una de nuestras provincias.
Ese pequeño salón, esa
tienda de ropa, el que repara zapatos cerca de su casa o el que tapiza muebles,
entre otros muchos pequeños comerciantes.
Cada uno de ellos, es una
historia que comenzó con un pequeño préstamo.
Por eso, cuando finalice el
2018, nuestra meta es tener 100 oficinas de Banca Solidaria en todo el
territorio nacional.
Y al igual que antes les
decía que cada vez más trabajadores tienen contratos formales, también podemos
decir que cada vez más mipymes están formalizadas, gracias al acompañamiento
que les ofrece el Viceministerio de Mipymes y a las facilidades que les hemos
dado.
Nunca ha sido tan fácil
cumplir con la ley, nunca ha sido más fácil formalizarse y comenzar a hacer
negocios.
Y eso tiene múltiples
beneficios, para los emprendedores y para toda nuestra economía.
Señoras
y señores,
Por supuesto, otro sector
que impulsa el desarrollo de todo el país al tiempo que emplea a miles de
dominicanos es la construcción.
En el último trimestre del
2017 tuvo especial relevancia, con un crecimiento superior al 15%, impulsado
principalmente por las obras públicas, que debieron dar respuesta, como
expliqué anteriormente, a los daños producidos por las lluvias torrenciales en
22 provincias del país.
En materia de vivienda, El
Instituto Nacional de la Vivienda está a cargo de la construcción de 7,361
casas para familias que perdieron sus hogares por las inundaciones.
De esa cantidad, durante el
2017 se finalizaron 4,173 casas y están
en ejecución 3,188.
Además, hasta la fecha,
fueron intervenidas 3,018 viviendas como parte del Programa Cambio de Piso de
Tierra por Piso de Cemento.
Junto a estas iniciativas
públicas, cabe señalar que el sector de viviendas de bajo costo se ha
dinamizado notablemente con los incentivos del gobierno.
Solo en 2017 fueron
certificados como viviendas de bajo costo, un total de 96 proyectos
inmobiliarios en donde se edificarán 38,664 viviendas.
Bajo ese modelo, el mismo de
Ciudad Juan Bosch, los adquirientes recibirán una compensación por la compra de
su primera vivienda.
Amigos
y amigas,
Junto a la construcción de
viviendas dignas, otra de las prioridades de este gobierno en materia de obras
públicas es la conectividad, es decir, los caminos, los puentes, las calles,
las carreteras que conectan entre sí a todas las comunidades del país.
Mediante esas vías acercamos
a las personas, acercamos los negocios, generamos oportunidades y, una vez más,
contribuimos a sentar las bases del desarrollo.
Cada camino de tierra que se
transforma en una carretera es una batalla ganada al atraso, a la pobreza y al
aislamiento de sus pobladores.
Por eso el Ministerio de Obras
Públicas trabaja sin descanso con ese objetivo.
Este año, para no alargar
demasiado mi intervención, no me detendré a enumerar el extenso listado de
obras físicas que hemos construido.
Sin embargo, pueden
conocerlas en detalle a través de la publicación que se ha realizado hoy en
todos los periódicos nacionales.
Les diré solamente que en
2017 se intervinieron aproximadamente 6,973 kilómetros de vías, incluyendo 290
kilómetros de caminos vecinales, y se construyeron o reconstruyeron más de 29
kilómetros de puentes en tiempo récord en todo el país.
Por otra parte, les adelanto
que este año también pondremos en marcha nuevos y ambiciosos proyectos, entre
los que se encuentran la circunvalación de San Francisco de Macorís, la avenida
ecológica en Santo Domingo, la circunvalación de Baní, la carretera Hato Mayor - el Puerto -
Bayaguana, la distribución vial en la calle Isabel Aguiar con 27 de Febrero y
el Palacio de Justicia de Santo Domingo, entre muchas otras.
Este será también el año de
gran avance en la construcción de la presa de Monte Grande en la parte Sur del
país.
Quiero resaltar también que
todos los equipos de rescate y de reconstrucción de las diferentes
instituciones hicieron un gran trabajo para que el país recuperara la
normalidad en el menor tiempo posible y para garantizar la seguridad de la
gente.
Desde aquí quiero reconocer
públicamente al Ministerio de Obras Públicas, al INDRHI, al Ministerio de
Agricultura, al Banco Agrícola, al Plan Social de la Presidencia, a los
Comedores Económicos, al INVI, a la Defensa Civil, al Centro de Operaciones de
Emergencias (COE), a la Oficina Nacional de Meteorología y al Ministerio de
Defensa.
A todos esos hombres y
mujeres quiero hoy decirles: muchísimas gracias por su entrega y vocación de
servicio en el momento que el país demando de ustedes.
Señoras
y señores,
Y si hablamos de
infraestructuras que son vitales, tampoco podemos olvidarnos del INDRHI, que
está haciendo un gran aporte en este cuatrienio del agua.
Este año ejecutó 54
proyectos en zonas de riego en todo el país, con un monto contratado de
alrededor 3,300 millones de pesos.
La inversión beneficia a más
de 2 millones y medio de personas que podrán ahora cultivar sin temer a las
sequías, gracias a un uso racional del agua.
Amigos
y amigas,
Como les decía al principio,
2017 fue declarado año del desarrollo agroforestal y quisiera en este punto
explicar qué nos motivó a esa declaratoria y por qué decidimos poner en marcha
la mayor iniciativa de nuestra historia destinada a recuperar más de 700,000 tareas
de bosques.
Como quizá sepan, el
proyecto de recuperación agroforestal se puso en ejecución a partir de una
visita sorpresa al municipio de Hondo Valle en la provincia de Elías Piña.
Sin embargo, la recuperación
de nuestros bosques ha estado siempre presente en nuestro programa de gobierno.
Entendíamos, además, que
para resolver el problema del medio ambiente
era necesario, a la vez, resolver los problemas de las personas que
viven en esos territorios y que anteriormente se veían obligados a recurrir al
conuquismo y la tala de árboles para sobrevivir.
Por eso, 11 mil de estos
pobladores están ahora recibiendo un salario para plantar los nuevos árboles de
café, mango, aguacate, cacao o especies maderables que están reverdeciendo las
lomas, especialmente alrededor de las principales cuencas hidrográficas del
país.
Al 1 de diciembre del 2017,
ya habían sido plantados unos 9 millones 127,000 árboles, entre forestales y
agrícolas, en 124,975 tareas de tierra.
En esta labor estamos
invirtiendo más de 7,000 millones de pesos.
Es en proyectos como este en
lo que estamos empleando los recursos del Estado.
Son este tipo de iniciativas
a las que dedicamos nuestro mejor esfuerzo y nuestro trabajo.
Y les confieso que estas son
las cosas que hacen que el ejercicio de la política valga realmente la pena.
Dominicanos
y dominicanas,
Desde el principio de mi
mensaje hoy, les he estado hablando de la importancia de tener un propósito y
un objetivo bien claro.
Pues bien, si hay un área
que siempre ha sido el propósito central de nuestro gobierno esa es, sin duda,
la educación.
Y lo es porque sabemos que
es desde la primera infancia y en las aulas donde se pueden llevar a cabo las
grandes transformaciones en un país.
En contraposición a los
gobiernos autoritarios, que en todas las latitudes y momentos de la historia
han preferido una ciudadanía inculta y manipulable, nuestra meta siempre ha
sido formar a una nueva generación libre, preparada, sana y bien formada.
Con sentido crítico y
capacidad para llevar las riendas del país.
Y siguiendo ese propósito
hemos dado pasos de gigante.
Este año, por ejemplo,
finalizaremos el plan de edificaciones escolares más ambicioso de nuestra
historia moderna, para que queden atrás para siempre los tiempos en que los
estudiantes debían recorrer kilómetros para ir a clase o estudiaban en aulas
inadecuadas.
Esas edificaciones escolares
incluyen escuelas, liceos, y, por supuesto, decenas de estancias infantiles,
para que ningún niño se quede atrás por no haber tenido la atención y cuidados
necesarios en los primeros años de vida.
Muy pronto completaremos
también nuestra gran meta de tener a todos los alumnos de la escuela pública en
tanda extendida.
Paralelamente ya hemos
comenzado la segunda revolución educativa.
La revolución que está transformando
la forma de educar, ampliando las oportunidades de educación a más personas que
nunca e incluso, cambiando la relación de las escuelas con las familias y las
comunidades.
Porque conforme termina la
etapa de construir escuelas, y después de dignificar los salarios de los
maestros, nuestra prioridad es ya la formación de docentes bien preparados,
bien motivados y completamente al día de las últimas técnicas pedagógicas,
incluyendo el uso de la tecnología en las aulas.
Estamos buscando y seleccionando
a los mejores estudiantes de secundaria del país para enrolarlos en exigentes
programas con profesores universitarios nacionales e internacionales del más
alto nivel, con la meta de lograr 20,000 profesores y 4,000 directores de
escuelas de excelencia.
Cuando les hablo de
transformar la forma de educar me refiero no solo a que tenemos un currículo
renovado y actualizado, sino también a que estamos pasando de la escuela de
lápiz y papel a la de pantallas y contenidos digitales.
No
es una fantasía.
Es una experiencia que ya
está en marcha en varias escuelas del país, como parte de República Digital y
que llegará a 150 centros educativos en este mismo año escolar, que finaliza en
el mes de junio.
Ya empezamos la entrega de
computadoras personales a más de 40 mil estudiantes y 3 mil docentes.
Y para el 2020 habremos
entregado un millón de computadoras personales a estudiantes y otras 80 mil a
docentes.
Pero no crean que
simplemente estamos regalando juguetes.
Estos son equipos preparados
para enseñar, debidamente programados y protegidos para que sirvan al propósito
de educar en las nuevas aulas virtuales.
Por otra parte, cuando les
hablo de ampliar las oportunidades de educación a más personas, me refiero, a
un nuevo programa que pondremos en marcha este año, porque estamos decididos a
que ningún joven pierda la oportunidad de formarse.
¡En la nueva República
Dominicana, nadie debe quedarse atrás!
Por eso, facilitaremos la
reinserción al sistema educativo de los adolescentes y jóvenes que dejaron la
escuela por alguna razón, ofertándoles el Nuevo Modelo Flexible de Educación,
tanto para primaria como para secundaria, con horarios que faciliten el
reingreso y permanencia de los estudiantes.
Además, el programa incluirá
oferta de formación técnica que permita al estudiante su posterior inserción en
el mercado laboral.
Esta modalidad implicará la
relación con las escuelas laborales, institutos técnicos, el INFOTEP,
universidades y el sector privado.
Y aquí no terminan las
nuevas iniciativas.
Tenemos más planes para que
nadie se quede atrás, para que todos participen en este gran impulso por la
educación, incluso aquellos que no puedan acudir a un centro educativo.
Por eso, vamos a poner en
marcha una nueva oferta educativa, nuestro país contará con una oferta de secundaria
a distancia, que permita cursar los diferentes grados académicos gracias al uso
de la tecnología, a través del programa República Digital.
El propósito fundamental de
este programa es extender la cobertura de la oferta educativa y disminuir la deserción
escolar en el nivel secundario.
Está especialmente dirigido
a aquellas personas con limitaciones justificadas que les impiden asistir a los
centros en los horarios ordinarios.
Este programa será la
demostración de cómo el uso intensivo de la tecnología puede hacer de la
educación no sólo un servicio de calidad, sino también totalmente inclusivo.
Señoras
y señores,
Como ven, nuestro proyecto
educativo tiene la mirada puesta en el futuro y sigue avanzando.
Pero si hay una iniciativa
que muestra nuestra voluntad de conquistar los tiempos que vienen, esa es
República Digital, que apuesta definitivamente por la plena inclusión de todos
y todas en el futuro digital, que ya está aquí.
Y este es un proyecto que,
además del área educativa, tiene otros pilares que ya están en marcha y son
igualmente revolucionarios.
Como incorporar las nuevas
tecnologías a los procesos productivos.
Aumentar la conectividad en
todo el país y digitalizar la gestión gubernamental.
Muestra de ellos son los más
de 105 nuevos servicios que ya pueden realizarse de forma eficiente y
transparente a través de internet.
Estamos iniciando la ruta
hacia una administración digital, para que la ciudadanía pueda completar
procesos en no más de cinco minutos y sin tener que presentarse personalmente a
una oficina.
Por otra parte, hace menos
de dos semanas se puso en operación el Datacenter del Estado, que permitirá el
almacenaje seguro de la información gubernamental y brindará un fuerte respaldo
a las instituciones públicas, para que, a su vez, automaticen más servicios.
En lo que se refiere a
mejorar el acceso a internet para cerrar la brecha digital, se habilitaron 542
kilómetros de cable de fibra óptica, que ya existían, para integrarlos a la Red
Nacional de Fibra Óptica.
Cuando finalice 2018
tendremos 610 puntos Wi-Fi gratuitos en hospitales, alcaldías, lugares públicos
y en muchos otros lugares, además de la habilitación de 43 nodos adicionales a
los 12 existentes, para totalizar 55 nodos de la Red Nacional de Fibra Óptica.
En lo que se refiere al
pilar productivo de República Digital, se contempla que más de 71,000 personas
reciban formación orientada al empleo
en tecnologías, así como la
capacitación y apoyo a decenas de miles de MIPyMES.
Por su parte, el MESCYT
otorgó este año un total de 960 becas para el desarrollo de software, de las
cuales 500 corresponden a diplomados, 400 a becas de grado y 60 de postgrado.
Señoras
y señores,
Junto a la educación,
proteger la salud del pueblo dominicano es y será siempre otra meta fundamental
para el Gobierno.
Por eso desde el 2014, año
tras año, se ha venido incrementamos el presupuesto de este sector.
Esa inversión ha dado sus
frutos año tras año, pero especialmente en este último año, nos ha permitido la
entrega de numerosas infraestructuras totalmente nuevas, con el objetivo de
acercar la atención médica de primera calidad a todos los rincones del país.
Concretamente, ya han sido
entregados 33 Centros de Diagnóstico y Atención Primaria de un total de 50
planificados y pronto abrirán sus puertas los 17 restantes.
También se han entregado 14
hospitales de un total de 56 que han sido priorizados, entre ellos los
Hospitales Materno-Infantil San Lorenzo de Los Mina y más recientemente el Luis
Morillo King, en La Vega y el Hospital Dr. Alberto Gautreaux del municipio de
Sánchez en la provincia Samaná.
Se trata de hospitales que
no tienen nada que envidiar a las clínicas privadas, con los mejores equipos y
con personal especializado.
Pero la salud no son solo
infraestructuras, en eso estamos todos de acuerdo.
Y todos sabemos también lo
importante que es contar con una salud pública gratuita y de calidad para
fortalecer la clase media y evitar que una desgracia haga caer a toda una
familia en la pobreza.
Por eso, dedicamos más de 2
mil 200 millones de pesos para tratar enfermedades catastróficas; y los
pacientes que reciben cobertura del Programa Alto Costo alcanzaron la cifra de
18 mil 494 el año pasado.
A su vez, el Instituto
Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares incluyó tecnología de
vanguardia que bajará el 50% del costo de los fármacos de cáncer y permitirá
realizar diagnósticos más precisos.
Por su parte, el Seguro
Nacional de Salud cuenta ya con 4.5 millones de personas afiliadas, de ellas
3,555,000 corresponden al régimen subsidiado.
Pero, además, está haciendo
una labor extraordinaria para proteger a nuestros envejecientes y asegurarles
un retiro digno.
Alrededor de 55,718
pensionados y jubilados cuentan con cobertura para enfermedades de alto costo.
Y si en un inicio tenían como
límite RD$150,000 por evento al año, esa
suma se ha incrementado ahora a 1 millón.
Por otra parte, quiero
anunciarles otra iniciativa sin precedentes en nuestro país, para proteger a
nuestros mayores de menos recursos.
Muy pronto, pondremos en
marcha “SeNaSa cuida de ti”, un plan de seguros que beneficiará a más de 387
mil personas mayores de 70 años en los municipios de mayor vulnerabilidad del
país.
Este plan contará con
atención domiciliaria, cuidados paliativos, traslados, servicios de geriatría y
atención médica en línea 24 horas.
Con él se garantizará
también la entrega de medicamentos y se brindará seguimiento a pacientes
crónicos.
Nunca hasta ahora esta
población había tenido una protección tan completa, y nos llena de satisfacción
ofrecérsela.
Porque nadie merece más el
respeto y cuidado de parte de toda la sociedad, que nuestros mayores.
Señoras
y señores,
Y si es cierto que nuestros
mayores merecen toda nuestra ayuda y protección, no es menos cierto que
nuestros jóvenes necesitan de nuestro apoyo e impulso, para conquistar el
futuro que les pertenece.
Nuestro objetivo es contar
con una nueva generación de dominicanos más participativa y cívica, que pueda
desarrollar un proyecto de vida con las mismas oportunidades que tendría en
países tradicionalmente más desarrollados.
Y esta línea de acción va
mucho más allá de la labor que realiza el Ministerio de la Juventud o cualquier
otra institución del Estado en concreto.
Es un eje transversal que
abarca medidas en todas las áreas, incluyendo educación, empleo, salud,
cultura, deporte, formación profesional y acceso a las nuevas tecnologías.
Si hablamos de formación
superior, en 2017, el MESCYT entregó 6,012 becas nacionales, 20,721 becas de
inglés y 2,511 becas de postgrado internacionales para maestrías y doctorados a
jóvenes de la República Dominicana.
También se amplió el
programa Agentes del Cambio del Ministerio de la Juventud, que ha otorgado
2,503 becas nacionales y 1,200 becas internacionales.
Si hablamos de formación
técnica, en el 2017 el INFOTEP certificó a 762,785 nuevos técnicos
profesionales, de los cuales, la mayoría son jóvenes.
Y además ha ampliado
sustancialmente su oferta formativa, pasando de las 591 opciones técnicas en el
año 2016 a 940 en el año 2017.
Además, en Santiago, la Estrategia
para la Formación y Empleo, en alianza público privada, ya ha formado en sus
propios barrios miles de jóvenes de escasos recursos.
El Ministerio de Deportes,
por su parte, tiene en marcha desde 2016 un exitoso plan de rescate de los
espacios deportivos en más de 400 comunidades y está preparando la reedición de
los XIV Juegos Nacionales, que deberán celebrase en julio del 2018 en la
provincia Hermanas Mirabal.
Señoras
y señores,
No puedo continuar estas
palabras sin dedicar un espacio a hablar de las mujeres dominicanas.
Y lo hago desde la
admiración, el respeto y el compromiso con la protección de sus derechos y
libertades.
Por eso, debo comenzar
diciendo que tenemos mucho trabajo por hacer aún, para saldar la deuda que
tenemos como sociedad con todas ustedes.
Pero también les digo que no
estamos de brazos cruzados, estamos redoblando esfuerzos para alcanzar nuestras
metas.
En primer lugar, estamos
luchando contra el crimen que más nos avergüenza como sociedad: el feminicidio.
Y para ello, en noviembre
del año 2017 fue lanzado el Plan Nacional contra la Violencia de Género, que
consiste en 22 acciones concretas enfocadas en tres ejes:
La prevención de la
violencia de género generando conciencia.
La persecución de estos
delitos, fomentando la denuncia ante las autoridades.
Y, por supuesto, la atención
a las víctimas.
Con estos objetivos se creó
el “Sistema Integral para la Prevención, Atención y Erradicación de la
Violencia contra la Mujer”, cuya misión es reunir a todas las instituciones
responsables en la prevención, detección, atención integral, persecución y
sanción de todas las formas de violencia contra las mujeres.
De igual manera, el Sistema
Nacional de Emergencia ha jugado su rol, ya que las mujeres que se encuentren
en situaciones que pongan en riesgo su integridad física, pueden llamar al 911
y son asistidas a cualquier hora, los siete días de la semana.
Además, los ministerios de
la Mujer y de Economía, Planificación y Desarrollo firmaron el acuerdo de
Coordinación Interinstitucional con ocho ministerios para incorporar el enfoque
de género a sus planes, programas, proyectos y políticas públicas.
Y, por supuesto, trabajamos
también para fomentar la independencia económica de las mujeres y su inserción
con equidad en el mercado laboral.
En este sentido, cabe
señalar que el 67% de los créditos que concede Banca Solidaria están destinados
a las mujeres, incluyendo madres solteras, para las que hay un fondo
especialmente destinado.
Eso les ha permitido
emprender su propio negocio, alcanzar la independencia económica y mejorar su
calidad de vida y la de los suyos.
Por su parte, en el
Instituto Agrario Dominicano al día de hoy, se han incorporado 47 asociaciones
de mujeres productoras en las zonas rurales del país.
Y, por supuesto, la
participación de las mujeres como proveedoras del Estado se ha multiplicado
rápidamente.
Solo entre enero y octubre
del 2017 se registraron 1,406 nuevas proveedoras del Estado.
Por su parte, el INFOTEP
también ofrece indicadores esperanzadores: del total de alumnos en las cuatro
gerencias del Infotep, el 54.6% son mujeres y este dato es aún más relevante en
la región Sur del país, donde esa cifra alcanza el 65%.
Finalmente, recordemos que
la tanda extendida no solo beneficia a las niñas y jóvenes estudiantes, sino
también a sus madres.
Se calcula que un hogar
ahorra una media de 69,000 pesos al año por cada hijo en tanda extendida.
Esto, créanme, ha marcado un
antes y un después para muchas madres jefas de hogar en la República
Dominicana.
Señoras
y señores,
Desde que me inicié en la
política, entendí que la labor de un
gobernante es trabajar para resolver los problemas acuciantes de la
ciudadanía a la que servimos.
Por eso, desde mi primer día
en la presidencia fue y es una prioridad dar respuesta al tema eléctrico en nuestro
país.
Este no era, ni es, un
problema sencillo de resolver, pero
hemos avanzado a buen paso centrándonos en 3 pilares; garantizar el suministro,
diversificar la matriz energética y reducir las pérdidas.
Para contribuir al primer
pilar, el suministro, emprendimos la construcción de la Termoeléctrica de Punta
Catalina, que aportará 752 megavatios brutos al sistema, es decir, alrededor de
un tercio de la demanda total actual.
Su nivel de ejecución al día
de hoy es de 89.0%.
Se espera que para mayo de
este año se realice el primer encendido de prueba de la Caldera de la Unidad I
con diésel, y en septiembre se hará el encendido con carbón mineral.
Esta unidad operará en
condición de prueba a principios del mes de diciembre de este año y se espera
la entrada en servicio de la Unidad II a partir de febrero de 2019.
Además, en abril de 2017 se
cerró el ciclo combinado de Los Mina, adicionando al sistema 114 megavatios en
base a Gas Natural Licuado.
Respecto al segundo pilar,
la diversificación de la matriz energética, tenemos también excelentes
noticias.
En 2017 entraron en
operación 4 nuevos proyectos, tanto de energía fotovoltaica, como eólica,
hidroeléctrica y de biomasa.
Estas iniciativas aportan al
sistema 125.7 megavatios adicionales.
Pero, además, están en
ejecución 9 proyectos más en las provincias de Puerto Plata, Montecristi,
Barahona y Peravia.
Estos proyectos sumarán muy
pronto al sistema 409 megavatios adicionales de energía limpia y renovable.
A estas plantas se suman las
33 nuevas microcentrales hidroeléctricas construidas en zonas aisladas del
país, las cuales aportan 1,136 kilovatios al sistema y benefician a más de
3,500 familias.
Además, en este año 2018 a
esas 33 se añadirán 14 más.
En el tercer pilar, la
reducción de pérdidas, hemos avanzado año tras año, teniendo en cuenta que cada
punto porcentual de reducción de pérdida requiere grandes inversiones en
dólares.
A pesar de ello, ya podemos
decir que se han reducido del 35.5% en 2012 hasta un 29.9% el año pasado.
Solo en 2017 se iniciaron 61
nuevos proyectos para la rehabilitación de 100 circuitos, con una inversión de
370 millones de dólares.
Esto permitirá rehabilitar
2,547 kilómetros de red y reducir 5,61 puntos porcentuales más de pérdidas.
Además, para mejorar la
transmisión, la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) ha
construido 55 proyectos a nivel nacional, construyendo 1,800 kilómetros de
redes de transmisión eléctrica y 21 subestaciones.
Por otra parte, el pasado
año se incorporaron 428,121 clientes al sistema de telemedición y se
regularizaron 235,324 usuarios.
Señoras
y señores,
Como ya les anuncié, en este
periodo de gobierno el reordenamiento del transporte y la seguridad vial tienen
un papel protagónico.
Porque no podemos hablar de
mejorar la vida de la gente, especialmente en nuestras ciudades, mientras los
ciudadanos pasen un verdadero calvario a diario para trasladarse a su lugar de
trabajo, subiendo a vehículos en malas condiciones, por vías colapsadas de
tránsito en las que cada conductor pone sus propias reglas.
Esa es la realidad que se ha
ido produciendo durante años y cuya transformación es cada vez más urgente, a
medida que la población y el número de vehículos crece.
Por eso, nos pusimos manos a
la obra y establecimos el Plan Estratégico de Movilidad Urbana Sostenible, que
ya está en marcha y avanza a buen ritmo.
Y fruto de esa
planificación, me complace anunciarles que el 2018 estará lleno de novedades en
materia de transporte.
La primera de ellas es el
teleférico de Santo Domingo, que muchos creían imposible, pero ya es una
realidad.
Como saben, finalizaron las
pruebas necesarias para su puesta en funcionamiento y, la semana pasada,
comenzamos lo que hemos llamado “etapa educativa”.
Un período de
aproximadamente 45 días en que daremos a conocer a los usuarios el uso correcto
de este nuevo sistema de transporte que contará con 200 cabinas movilizándose
de manera simultánea.
Estimamos que alrededor de
287 mil personas se beneficiarán del mismo, integrando así a barrios que han
estado históricamente marginados.
A su vez, no solo pondremos
en marcha la línea 2B del metro de Santo Domingo en el mes de julio, sino que,
además, escuchando reclamos de los pobladores y especialmente de la Defensora
del Pueblo, la Dra. Zoila Martínez, se añadirán más vagones a cada una de las
otras líneas, para que sus usuarios puedan trasladarse cómodamente de un punto
a otro con la mayor celeridad posible.
Pero sin duda, el cambio más
trascendental y que beneficiará a más personas es el que ya está en marcha para
descongestionar y ordenar las vías del Gran Santo Domingo, garantizando un
transporte de pasajeros eficiente, seguro y digno.
Ese plan incluye el
establecimiento de 9 corredores de buses, empezando por la 27 de Febrero, con
paradas establecidas y con su propio espacio, separado de la vía principal.
Esto supondrá un cambio
radical en la circulación diaria, porque irá además acompañado de la
sustitución de las pequeñas unidades de transporte existentes hoy, por flotas
de buses renovados, seguros y cómodos.
Junto a estas
infraestructuras, el otro gran cambio será la construcción de 6 grandes
terminales y un intercambiador de pasajeros, para el transporte interurbano y
turístico, que deberán estar concluidas a final de este año.
Estas nuevas estaciones de
buses permitirán conectar los viajes de todo el territorio nacional al Sistema
Integrado de Transporte Público.
Así, las personas que
lleguen del Este, del Norte o del Sur, podrán viajar en condiciones cómodas y
seguras y accederán a los distintos sistemas de movilidad dentro de la ciudad
de forma ordenada y en muchos casos, sin necesidad de pasar por el centro de la
ciudad, lo que aliviará también notablemente las calles de Santo Domingo.
Esto será posible también
gracias al avance de la circunvalación de Santo Domingo, que contribuirá
notablemente a descongestionar la ciudad.
Ya están en marcha las obras
para completar el tramo de aproximadamente 20 kilómetros que va desde el cruce
de Villa Mella y Guanuma a su conexión con la carretera de Samaná.
De esta forma, ya no será
necesario recorrer la ciudad de Este a Oeste cuando no se tenga la necesidad de
pasar por ella.
Por último, pero no menos
importante, quiero anunciarles que ya se ha aprobado la puesta en marcha
inmediata de un plan para la construcción de parqueos públicos en las áreas con
más tránsito de la ciudad.
Sabemos que esta es también
una necesidad muy sentida de los capitalinos, por lo que vamos a realizar
grandes inversiones para aliviar esta situación.
Ya se han identificado
terrenos disponibles en diferentes puntos de la ciudad para construir esas
plazas de parqueo y muy pronto iniciarán las obras.
Además, en las zonas
cercanas a las principales paradas de metro, se habilitarán también
estacionamientos, que permitan a los usuarios dejar su vehículo y continuar su
traslado al centro de la ciudad en transporte público, como es habitual en las
grandes ciudades.
En suma, estamos haciendo un
esfuerzo cercano a los 3 mil millones de pesos, con el único objetivo de hacer
realidad el sueño de miles de ciudadanos de tener una capital por la cual
transitar y moverse de forma ágil y segura.
Todo este plan está siendo
discutido con todas las personas que están involucradas en el negocio del
transporte de pasajero en la ciudad capital e interurbano en el interior del
país y esperamos lograr un acuerdos con ellos lo más pronto posible.
Familia
dominicana,
Sé que, para todos ustedes,
al igual que para mi, la seguridad es un tema crucial.
Queremos entornos donde
sentirnos tranquilos y protegidos, calles y ciudades donde podamos caminar sin
temor alguno.
Sin importar las edades o
las clases sociales, queremos paz y seguridad para nuestra vida y para nuestras
familias.
Sabemos también que la
inseguridad, es un reto común a los países de América Latina, y sin embargo, el
nuestro, la República Dominicana es uno de los pocos países donde la tasa de
homicidios cae de forma sostenida en los últimos años.
Soy consciente de que cuando
digo esto, mucha gente está mirándome con escepticismo e incredulidad, pero la
verdad es que ese es el dato frío con el que contamos.
Lo cierto es que hace apenas
6 años en la República Dominicana tuvimos más de 2,500 homicidios.
En 2016, hubo 1,616
homicidios. Y el año pasado 1,561.
En 2012, la tasa de
homicidio era de 23.4 por cada 100 mil habitantes y al cierre del 2017, fue de
15.3; un indicador claro de que se ha reducido de forma sostenida año tras año.
Si me preguntan, ¿es un
descenso muy significativo? la respuesta es claro que sí.
Pero si me preguntan si es
un motivo para estar satisfechos, la respuesta por supuesto es claro que no.
Porque lo cierto es que aún
hoy mueren al día un promedio de cuatro dominicanos, la mayoría por arma de
fuego.
Y para poder seguir
reduciendo esa cifra, hemos hecho un trabajo extraordinario en identificar
dónde, a qué horas del día y cómo suceden estos hechos de violencia.
A grandes rasgos sabemos que
más del 50% de la violencia letal se concentra en siete provincias del país:
Santo Domingo, Santiago, Distrito Nacional, La Altagracia, San Cristóbal, la
Romana y San Pedro.
Pero contrario a lo que
algunos creen, más de la mitad de estos homicidios, no son víctimas de la
delincuencia o el crimen organizado, no.
La mayor parte de la
violencia letal está asociada a problemas personales y sociales: a las
discusiones entre vecinos que escalan, los problemas asociados al tránsito
vehicular que se dirime por vías de hecho, las peleas en centros de diversión
donde hay alcohol involucrado o la violencia doméstica e intrafamiliar, entre
otras.
Una cuarta parte de los
homicidios sí es el resultado de acciones criminales y delictivas.
El resto corresponden a
situaciones diversas incluyendo las muertes por suicidios.
Sin embargo más allá de los
datos, lo cierto es que miles de dominicanos han perdido a sus hermanas,
hermanos, padres, abuelos, o han enterrado a sus propios hijos.
Todos tenemos un caso que
podemos contar, a todos nos ha tocado una tragedia de este tipo de una manera o
de otra.
Por eso las cifras y lugares
a los que he hecho referencia no son consuelo para ninguna de las víctimas, sus
familias, amigos y conocidos, ni son para nosotros, las autoridades, un trofeo
que podamos sentarnos a contemplar.
Sencillamente es la realidad
sobre la que tenemos que trabajar y a partir de la cual estamos actuando.
Señoras
y señores,
Yo no quiero hablarles de
violencia, sino de lo que estamos haciendo para combatirla y prevenirla.
Y ya hemos comenzado, con
medidas importantes.
Hemos iniciado proyectos
piloto de policía comunitaria e intervenciones barriales integrales en Santo
Domingo.
Comenzamos de forma muy
discreta en el mes de marzo, en aquellos lugares donde los ciudadanos habían
sido privados de su derecho a la tranquilidad y la libertad.
De manera eficientemente
coordinada, las fuerzas de seguridad del Estado, el Ministerio de Interior y Policía
bajo la dirección de la Presidencia han incursionado en estos lugares a retomar
el control de las calles, a encarcelar a peligrosos criminales declarados
rebeldes de la justicia y acosar a grupos organizados dedicados a delinquir.
Estamos impulsando el uso de
tecnologías avanzadas para individualizar a las personas que delinquen, las
armas que se utilizan para cometer crímenes, y los vehículos, en especial las
motocicletas que son utilizadas para estas acciones.
Por otra parte, ya está en
fase de prueba la herramienta informática de base de datos más avanzada,
completa y funcional con que hayamos contado hasta ahora.
Un registro donde los
récords criminales, la información de los casos y la información personal de
los delincuentes se encuentran en un solo depósito, accesible a todas las
agencias de seguridad para mayor fluidez y facilidad en las investigaciones.
Sin embargo, las acciones
que hemos emprendido no se limitan a la persecución del delito.
Tras agotar las fases de
acción policial y seguridad, dimos paso a intervenciones de corte social.
Por eso la Dirección de
Programas Especiales de la Presidencia de la República se ha coordinado con más
de 20 instituciones públicas, para cubrir las necesidades que señalaron los
propios vecinos, poniendo especial énfasis en la educación, el microcrédito, la
mejora de viviendas, mejora de calles y espacios de recreación.
Esta es una labor continua,
que nunca terminará hasta que mejore la calidad de vida de todos con cada vez
más seguridad.
Y para lograr ese objetivo
una pieza fundamental es y será el 911.
Por eso, en 2017 lo
extendimos a Santiago, Puerto Plata, Imbert, Luperón y Sosúa- Cabarete y luego
a La Vega y Espaillat.
Ahora podemos afirmar que,
en tiempo récord, logramos la protección y seguridad de la mitad de la
población del país.
Este es el tipo de cosas a
las que me refiero cuando digo que estamos
alcanzado hitos que hasta hace poco considerábamos que eran propios de
otros países.
Pero aún así no es
suficiente, porque aún quedan ciudadanos que no reciben el servicio.
Por eso este año llevaremos
el 911 a San Pedro de Macorís, La Romana, Peravia, Monseñor Nouel, La
Altagracia, Monte Plata y Samaná.
Al finalizar el 2018,
habremos aumentado la cobertura a 1.3 millones de personas más, esto quiere
decir un 74% de todos los dominicanos y dominicanas estarán cubiertos por el
911.
Les aseguro que está cerca
el día en que el 911 llegue a todos los rincones del país y a toda la
población.
También seguiremos ampliando
la red de video vigilancia en lugares estratégicos, para continuar con la
prevención de hechos delictivos, reforzada este año con nuevos drones que desde
el aire llevan a cabo tareas de reconocimiento y vigilancia.
Sin embargo, aunque la
tecnología nos ayuda, nada sustituye al factor humano, por eso hemos hecho un
esfuerzo histórico para apoyar cada vez más a los policías y militares en su
labor diaria, esos que arriesgan sus vidas para traer tranquilidad a la
población.
Esa es la razón por la que
les asignamos la mayor subida salarial de las últimas décadas.
Esa es la razón por la que
en el 2017 incorporamos también al SeNaSa a 140,000 militares y sus familiares,
que se unen a los 102,000 policías y familiares que también cuentan ya con su
seguro de salud.
Apostamos asimismo por su
formación y por su equipamiento, por la dignificación de sus cuarteles y de sus
vehículos.
Porque necesitan condiciones
de trabajo acordes con la importancia y dificultad de su labor.
Además, hemos puesto en
marcha una labor inteligente y estratégica de persecución de los casos de
drogas.
Estamos persiguiendo desde
el narcomenudeo a los grandes cabecillas, porque son esas redes de tráfico las
que están haciendo imposible habitar algunos barrios.
Yo les aseguro que la
seguridad ciudadana es un asunto que nos preocupa y, sobre todo, nos ocupa.
Todas estas medidas tienen
un solo objetivo: la seguridad de nuestra gente, su paz y su descanso.
Señoras
y señores,
Merecemos, como decía, un
país seguro, como merecemos un país soberano, y para ser soberano, un país debe
cuidar sus fronteras. Me consta que el
pueblo dominicano tiene la convicción unánime de que necesitamos tener
fronteras bien organizadas y rigurosas.
Desde que llegué al gobierno
en 2012 he tomado medidas para garantizarlas. Somos, históricamente, un pueblo abierto.
Ganamos mucho del
intercambio de bienes, de personas, de ideas, y eso no va a cambiar.
Somos un país tanto emisor
como receptor de migrantes. Lo hemos sido siempre y eso tampoco va a cambiar.
Pero, ciertamente, los
dominicanos tenemos nuestro propio proyecto de nación, que no es ni mejor, ni
peor que el de otros, pero es el nuestro, lo tenemos muy claro y nuestra
responsabilidad es fortalecerlo y trabajar por él. Y parte de ese proyecto de nación consiste
en tener fronteras propias, seguras y estables, para proteger a nuestra gente,
para proteger a nuestro patrimonio, pero sobre todo para proteger nuestro
territorio.
Entendemos que para ser
buenos vecinos, para respetarse y aún para colaborar, es necesario también
tener claro donde empieza una casa y termina otra.
Por eso, llevamos tiempo
prestando una especial atención a la protección de nuestro territorio y a que
el tránsito en nuestras fronteras esté sujeto al imperio de la ley.
A las mismas leyes que
establecen todos los países para sus fronteras, con total transparencia y con
respeto a los tratados internacionales, pero con total soberanía e
independencia.
Cuando hablo de tener
fronteras íntegras, me refiero a tenerlas por tierra, mar y aire, eso supone
reforzarlas todas, incluyendo los más de 300 kilómetros de porosa frontera en
el Oeste del país.
Por eso en este 2018 vamos a
redoblar los esfuerzos de los últimos años.
Y para eso, vamos a
coordinar a todas las instituciones que trabajan en la frontera: brigadas del
ejército, la armada, la fuerza aérea,
CESFRONT y la Dirección General de Migración, para que hagan valer la
ley dominicana en la frontera.
Además, próximamente
adicionaremos en la frontera 900 soldados a las fuerzas de seguridad.
Con esta cifra duplicaremos
las fuerzas en nuestra frontera, sobre todo teniendo en cuenta que estos
efectivos han sido especialmente formados en la academia, y que estarán sujetos
a medidas estandarizadas para evitar cualquier mala práctica.
Su misión será vigilar todos
los cruces formales e informales que comunican ambos países, en cada punto de
revisión, en cada control de carreteras,
en los mercados binacionales y en los caminos vecinales.
También sumaremos de
inmediato 50 nuevos vehículos militares todoterreno a los que se les sumarán 3
helicópteros y 40 vehículos más en mes de mayo.
De la misma forma,
incrementaremos el patrullaje costero en la zona comprendida entre Manzanillo y
Puerto Plata, así como en Pedernales y Barahona.
Y reforzaremos puntos por
donde fluye el mayor número de personas, como Azua y Jicomé.
De nuevo, la tecnología será
de gran utilidad. Así, desplegaremos en la frontera una flotilla de drones,
para cuyo manejo se ha capacitado a 30 oficiales.
De hecho, ya hace dos meses
que esos drones están realizando misiones de identificación de los puntos más
vulnerables y han demostrado su gran efectividad.
Y junto a esos drones instalaremos un amplio y
moderno sistema de video vigilancia, que contará con la misma tecnología que el
centro de control del 911 y dependerá directamente del Ministro de Defensa.
Esto permitirá mantener un
monitoreo constante y atajar así cualquier conducta indebida.
Así no solo combatiremos el
tráfico ilícito, sino también las malas prácticas y la corrupción que tanto
debilitan nuestro accionar en la frontera.
También reforzaremos los
recursos de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas
para combatir toda infiltración del narcotráfico.
No lo duden: nuestros
espacios marítimos, nuestros puertos y aeropuertos y nuestra frontera por
tierra, nunca van a haber estado tan seguros como a partir de ahora.
Vamos a seguir trabajando
para que la zona de la frontera sea una
zona de oportunidades para los dominicanos que viven en ella, de forma
que no se vean forzados a buscar salidas en la capital o en otros lugares. Por
eso vamos a seguir fomentando el empleo, la producción y el arraigo de nuestra
gente, empezando por el fomento a proyectos asociativos y el apoyo de
instituciones que han demostrado su éxito en otras zonas del país, como Banca
Solidaria.
Sin embargo, antes de cerrar
este tema, quiero recordar también que el inmigrante que cumplió con la ley es
bienvenido y de hecho, como saben, terminamos ya un amplio proceso de
regulación de personas con arraigo en el país.
Hombres y mujeres que
formalizaron su situación y hoy trabajan honradamente, pagan impuestos y deben
ver respetados sus derechos, como les corresponde.
Al
inmigrante que cumple la ley, le damos la bienvenida.
Al empresario que contrata
dominicanos o inmigrantes legales, lo aplaudimos. Pero incumplir la ley no es permisible, no
lo es para nadie, ni para el que quiere entrar de forma ilegal, ni para el que
se aprovecha de esa necesidad para hacer negocios, o para contratar manos de
obra barata.
En esto no podemos mantener
un doble discurso a conveniencia.
No es coherente exigir rigor,
por un lado, mientras queremos saltarnos la ley por otro.
No podemos aspirar a tener
fronteras impermeables y ordenadas si al mismo tiempo alimentamos una demanda
de mano de obra irregular en sectores como la agricultura, la construcción o en
nuestros propios hogares.
Debemos ser consecuentes,
sin dobles discursos y sin excusas. Porque somos una nación soberana y un país
de leyes, tanto en el exterior como en el interior.
Y tenemos la obligación de
demostrar que esa soberanía y esas leyes se cumplen.
Honorables
miembros del congreso,
Precisamente porque la ley
es central para una nación, este año he
establecido como prioridad apoyar la labor, independiente pero indispensable,
de la justicia.
Por eso, impulsamos la
reciente elección de los jueces del Tribunal Superior Electoral y de los magistrados de la Suprema Corte de
Justicia, acogiendo las voces de las instituciones empresariales, sindicales,
ciudadanas y de los partidos políticos, con el fin de fortalecer la democracia
y el Estado de derecho.
Otras de las acciones que
hemos realizado es fortalecer las superintendencias, la Procuraduría General de
la República y la Unidad de Análisis Financiero.
En primer lugar, reforzamos
el presupuesto de la Procuraduría y esto le ha permitido aumentar en un 25% los
salarios y sumar al servicio 250 nuevos
fiscalizadores, 20 médicos legistas, 15 médicos forenses y 18 miembros del
personal de apoyo listos para continuar la labor de combate a la criminalidad y
la corrupción.
En definitiva, la inversión
total en el sistema de justicia, es decir el Poder Judicial y el Ministerio
Público pasó de un total de RD$6,150 millones en 2012 a RD$14,430 millones en
2018.
Se trata de un crecimiento
sin precedentes en la historia de nuestro país.
Pero no nos quedamos ahí, en
junio entró en vigencia la Ley Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del
Terrorismo, para fortalecer la supervisión contra los fraudes y ordenar
procesos institucionales.
Y el resultado de este
esfuerzo ha sido tan bien acogido, que otros países están utilizando la ley
para revisar sus marcos legales.
Mi compromiso con la
transparencia va más allá de todo lo que se ha hecho anteriormente, por eso la
modificación del reglamento de la Ley de Compras y Contrataciones Públicas, ha
permitido que todos los ciudadanos participen en sorteos justos de licitaciones
públicas.
En el 2012, apenas 19,000
empresarios hacían negocios con el Estado.
Hoy puedo decir que ese
número prácticamente se ha casi cuadruplicado porque hoy más de 72,000
empresarios se han convertido en suplidores del Estado.
Para continuar en esta línea
democratizadora, vamos a presentar un anteproyecto de Ley que haga aún más
transparente el proceso de compras públicas, y puedan participar aún más
empresarios y empresarias.
Ciertamente, nunca antes
hemos tenido tantos mecanismos para la democratización y para el acceso a la
información, que permiten que el pueblo dominicano sea testigo del manejo de
los fondos públicos.
En este renglón, continúa
avanzando el Sistema de Monitoreo y Seguimiento de todas las instituciones
públicas.
A través de este portal
podemos ver día a día el progreso y cumplimiento de nuestro programa de
gobierno.
Creo firmemente en que todos
los ciudadanos deben tener acceso al trabajo que realizamos diariamente.
Por esto es que nunca antes
en la República Dominicana se había tenido un seguimiento tan riguroso de la
gestión.
Ponemos en sus manos toda la
información acerca de nuestros procesos internos, para construir ciudadanos
críticos, pero también para que se encuentren informados y puedan ver la labor
que realizan día a día los servidores públicos.
Cabe destacar que en el 2017
se instauró la votación libre y secreta de todos los miembros de las 206
Comisiones de Ética Pública, que ahora tienen plena independencia y autonomía
financiera para ejercer su labor.
También, este año se puso al
servicio de todos, el Portal Único de Solicitud de Acceso a la Información
Pública, que ofrece un canal para realizar las solicitudes de información de forma
fácil y ágil, sin importar la localización geográfica.
Hoy estoy rindiendo cuentas
ante todos ustedes y el pueblo dominicano sobre la gestión del gobierno en su
conjunto durante el año 2017, pero lo cierto es que las instituciones públicas
deben dar cuentas diariamente y estamos comprometidos a que esa información se
encuentre disponible, de manera sencilla, para la ciudadanía.
Señoras
y señores,
A pesar de los avances, en
esta batalla por la transparencia no descansaremos, no podemos descansar y
quedarnos de brazos cruzados, porque aún nos queda mucho camino por recorrer.
Por eso, en abril entró en
vigencia el Decreto 15-17 por el cual las instituciones estatales tienen ahora
la obligación de verificar en la Dirección General de Presupuesto que cuentan
con los recursos necesarios para pagar a los proveedores de servicios antes de
realizar cualquier operación.
En paralelo y en una labor
que pocos ven, pero que es fundamental, la Contraloría de la República está
velando por el cumplimiento de las Normas Básicas de Control Interno de la
administración pública en 145 instituciones, garantizando que los procesos se
realizan de principio a fin de acuerdo a la ley.
Por otra parte, la Oficina
de Presupuesto Abierto Internacional en enero de este año, situó a la República
Dominicana en el lugar número 20, de los 115 países que fueron evaluados.
En total, acumulamos 66
puntos sobre un máximo de 100, lo que nos ha permitido avanzar 51 posiciones en
el ranking global, en solo cinco años, por encima de países como Chile,
Argentina y Colombia.
Honorables
miembros del Congreso,
Antes de continuar mi
intervención quisiera referirme brevemente a un asunto que sigue pendiente y
que considero vital para fomentar la transparencia y fortalecer el buen
funcionamiento de nuestro sistema democrático: me refiero a la aprobación de la
Ley de Partidos y la Ley Electoral Dominicana.
Quisiera desde esta tribuna
solicitar de todos ustedes que esas iniciativas sean finalmente aprobadas en
esta legislatura, a la mayor brevedad posible, para dotar al país de un marco
jurídico sólido y confiable en materia política y electoral.
Amigas
y amigos,
A lo largo de este año he
recorrido diferentes lugares de nuestra geografía nacional y he compartido
innumerables momentos con hombres y mujeres de cada rincón del país.
En cada uno de esos
encuentros he visto capacidad y talento, deseos de superación, trabajo duro y
sobre todo, una fe inquebrantable en el futuro de nuestra Patria.
He visto también la decisión
de asumir riesgos para crear nuevos empleos, la valentía para poner en marcha
un emprendimiento y el entusiasmo para hacer realidad ideas que algunos creían
imposibles.
He conocido a jóvenes
brillantes, que están conquistando Silicon Valley, a atletas decididos a
triunfar en todo el mundo, a personas que con su fe y dedicación llevan
esperanza y consuelo a los más necesitados.
He sido testigo de la labor
silenciosa y abnegada de cientos de servidores públicos que, con extraordinaria
vocación, educan a nuestros hijos, atienden nuestros hospitales o se juegan la
vida a diario, para llevar tranquilidad a las calles.
Y, por supuesto, he visto
ese mismo espíritu también fuera de nuestras fronteras, con nuestros hermanos
de la diáspora.
Esa gran familia que lleva
nuestros valores, nuestra alegría y nuestro espíritu laborioso a cada rincón
del planeta.
Ellos son nuestros mejores
embajadores y contribuyen, allá donde estén, a elevar nuestra bandera con
orgullo.
Vaya también para todos
ellos un gran abrazo fraterno y nuestro eterno agradecimiento.
Hermanos
y hermanas de la diáspora,
Este año quiero dirigirme
especialmente a ustedes, para llevarles nuestro mensaje de esperanza.
En primer lugar, anunciarles
que para los residentes en el extranjero que quieran visitar el país o para los
que vengan para retirarse, a través del SeNaSa estarán cubiertos ante cualquier
eventualidad médica.
Tendrán un seguro que les
asista en emergencias, internamientos, cobertura de medios de diagnóstico y
servicios de maternidad.
Este seguro entrará en
vigencia en mayo de 2018 y la afiliación al mismo podrá realizarse vía internet
o a través de las oficinas de manera presencial.
Para quienes vienen de
vacaciones se dispondría de un seguro con una vigencia máxima de 6 meses.
Además, estamos creando
facilidades para que nuestra diáspora pueda comprar su vivienda en Ciudad Juan
Bosch o cualquier otro proyecto habitacional que se construya bajo la figura
del fideicomiso.
Para agilizar el proceso,
dispondremos de una Ventanilla Única Inmobiliaria en cada consulado, para que
allí puedan realizar todos los trámites, que además serán gratuitos.
Podrán también beneficiarse
del bono ITBIS y el bono Tierra, que aportan entre 8% y 12% del valor de la
vivienda.
Y para su tramitación, la
DGII ahora permitirá que quienes no puedan vivir de inmediato en sus viviendas,
se las dejen ocupar a familiares y allegados cercanos, en lo que se preparan
para su retiro definitivo.
También se ha gestionado que
el Banco de Reservas financie hasta el 80% del valor de la vivienda, con tasas
del 9%, mediante demostración de ingresos o remesas periódicas, sin necesidad
de garante local.
Y para aquellos dominicanos
en el exterior que deseen formarse en el país donde residan, les informo que a
través del MESCYT dispondremos de becas de estudio para estudiantes meritorios.
A cambio, solo se les
solicitará que realicen trabajo voluntario, en favor de la comunidad dominicana
en el exterior.
Además, estamos facilitando
la entrega de los servicios a todos los dominicanos en el exterior, replicando
el sistema de “Mi Consulado” que ya funciona en la Ciudad de New York.
Se podrán realizar
solicitudes de cita en línea, y facilidades de documentación e información,
asegurando que no pierdan un día de trabajo cuando requieran un servicio.
Y muy pronto anunciaremos un
listado único de tarifas consulares, acorde con los costos de los servicios y
tomando en cuenta las prácticas de países similares al nuestro.
Finalmente, anuncio que a
través del Ministerio de Relaciones Exteriores hemos instituido el premio Oscar
de la Renta para promover y galardonar cada año a los ciudadanos destacados de
nuestra diáspora, porque queremos reconocer públicamente su labor, sus aportes
y difundirlos a través de actos públicos.
Porque cada uno de ellos
engrandecen y ponen el alto la Patria más allá de las fronteras y es nuestro
deber como Gobierno reconocer a aquellos que son ejemplo a seguir para toda la
sociedad.
Amigos
y amigas,
Es cierto que aún nos quedan
muchos desafíos por superar como país y que es mucho lo que nos queda por
hacer.
Sabemos que aún hay familias
pasando dificultades, que hay jóvenes que siguen sin empleo, que todavía no
hemos alcanzado los niveles de desarrollo que deseamos en muchos aspectos y que
nuestras instituciones deben seguir fortaleciéndose.
Eso
es una realidad.
Sin embargo, no podemos
perder nuestro horizonte, ni dejar de luchar por nuestros objetivos.
Recordemos hacia donde nos
dirigimos y cuál es nuestro rumbo.
Recordemos esa gran meta por
la que trabajamos día a día y que es la suma de todo lo que vamos logrando:
convertirnos en un país de clase media.
¿Pero qué significará
realmente ser un país de clase media?, cabe preguntarse.
Significará que lacras como
el hambre o el analfabetismo habrán sido desterradas para siempre de la
República Dominicana.
Significará ser un país
donde la gente vive dignamente de su trabajo, y habita en comunidades dignas y
seguras.
Significará que una nueva
generación de dominicanos haya crecido bien alimentada, con mejor salud y
educación y con las mismas oportunidades que en cualquier país desarrollado.
Significará tener ciudades
ordenadas y limpias, tranquilidad en los hogares y servicios públicos de
primera calidad.
Significará tener un pueblo
dominicano con más derechos que nunca, por supuesto, pero también con los
deberes y responsabilidades que implica ser una nación de clase media.
Con este espíritu, mis
reflexiones de hoy se dirigen a solicitar a todo el pueblo dominicano que nos
acompañen en este objetivo y que avancemos juntos en tres tareas fundamentales:
La primera tarea es cuidar y
mejorar en todo momento nuestra convivencia, respetando las diferencias y
poniendo en primer lugar el bien común.
Pensar en el otro, ponernos
en su lugar, respetar todos los puntos de vista y anteponer el diálogo al
conflicto debe ser nuestro primer horizonte.
Da igual si hablamos de
manejar en la hora pico o de firmar un pacto de país, siempre el respeto y la
convivencia debe ser nuestra primera norma.
Porque olvidar eso solo
lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada
y, luego, al empobrecimiento moral y material de los pueblos.
Por tanto, respeto y
consideración a los demás, a los mayores, entre hombres y mujeres, en las
escuelas, en los colegios, en el ámbito laboral y, por supuesto, también en la
vida política, debe ser nuestra primera norma.
La segunda tarea que les
propongo emprender juntos es orientar siempre nuestra energía y capacidades de
forma constructiva, positiva y optimista.
El progreso, la
modernización, el bienestar, requieren siempre de una voluntad decidida y leal
de construir y no de destruir, de engrandecer y no de empequeñecer, de
fortalecer y no de debilitar.
Unámonos todos al gigantesco
equipo de los que buscan soluciones y quieren progresar, y no al de esos pocos
que prefieren buscar culpables o excusas.
Porque ahora es el momento
de pensar en la República Dominicana que queremos para las próximas décadas,
que será la de nuestros jóvenes de hoy, y de forjarla con solidez y confianza.
Y
eso comienza por cada uno de nosotros.
Los estudiantes esforzándose
en sus clases, los empleados trabajando responsablemente, los empresarios
creando empleo, riquezas y oportunidades y, por supuesto, los funcionarios
sirviendo siempre con humildad y rectitud al pueblo dominicano.
Todos tenemos algo que
aportar, ya sea una idea, una hora más de nuestro tiempo o sencillamente una
sonrisa.
Y toda cuenta, si queremos
construir un país de optimismo, de puertas abiertas y de oportunidades.
Y la tercera tarea es,
quizá, la más importante: miren siempre
a su alrededor con los ojos del corazón.
Reserven un espacio cada día
para pensar en el otro, en el que menos tiene, en el que hoy nos pasó
desapercibido en el trabajo, incluso en el que nos hizo daño, y vuelvan a
mirarlo desde el corazón.
Deténganse a dar ese abrazo
en casa que a veces olvidamos por la prisa, deléitense con la mirada de sus
hijos e hijas.
Tómense unos minutos para
mirar a su alrededor con la mirada limpia, sin prisa y sin prejuicios, para
valorar todo aquello que nos rodea, que hemos ido construyendo y ganando con
esfuerzo, con tesón y con ilusión.
Miren
con el corazón y sientan ese orgullo y esa alegría que nos une a todos y que es
el amor por nuestra bella Patria.
Este
es el país de los que se levantan temprano, de los que quieren ayudar, de los
que no se rinden.
Es
el país de la música, del arte, de la pasión por el deporte.
Es
el país del compartir, de la sonrisa, de la alegría en las calles.
Es
el país en el que cabemos todos y todas, en el afecto y el respeto mutuo.
Es
el país para el que me honra ser presidente y dedicar todo mi tiempo, siete
días a la semana, porque todas las horas son pocas para servir a este pueblo
noble y laborioso.
Es
el país que está cambiando día a día, ante nuestros ojos y que estamos
construyendo para nuestros hijos e hijas.
Miren de nuevo, miremos
todos juntos, con los ojos del corazón y veremos que es mucho lo que hemos avanzado, mucho lo
que podemos celebrar y muchas las razones para sentir orgullo de ser
dominicanos.
Este 2018 será un año de
compromisos cumplidos, de realizaciones y de nuevas iniciativas que
sorprenderán a muchos.
Este será el año de la
puesta en marcha de Punta Catalina, del Teleférico de Santo Domingo, de la
línea 2b del metro y de la entrega de obras emblemáticas, como la carretera Navarrete-
Puerto Plata, la carretera turística de Puerto Plata o la circunvalación de
Azua, entre muchas más.
Será el año de la salud, con
la entrega de la Ciudad Sanitaria Luís Eduardo Aybar, la más moderna del
Caribe, así como de 50 hospitales y centros de diagnóstico más.
Pero, además, será el año en
el que comencemos varios hospitales adicionales, entre ellos el regional de San
Francisco de Macorís, el de Bonao y el de Neiba, entre otros.
Será también el año de
entrega a la población, del parque botánico y el parque central de Santiago, la
remodelación urbanística de la Vega y la terminación de Mesopotamia y
Tenguerengue en San Juan de la Maguana, con la entrega de más de 700
apartamentos.
También cuando más de 5,000
familias tendrán su hogar en Ciudad Juan Bosch Santo Domingo.
El 2018 será el año en que se entregarán más de 600
nuevas escuelas que están en construcción, aportando 12,000 aulas para
completar las 28,000 prometidas en el 2012, el año en que los niños de la
escuela pública tendrán por primera vez computadoras y también el año en que
veremos nuestras montañas reverdecer, con más de 700,000 tareas más
reforestadas.
En definitiva, será un año
para el optimismo, la esperanza y la confianza.
Señoras
y señores,
Tenemos motivos más que poderosos
para creer en nuestro país, para mirar al futuro con optimismo y para avanzar
sin miedo.
Tenemos la posibilidad en
nuestras manos de seguir sembrando
esperanza y construyendo un país en paz, cada vez más justo y con
excelentes perspectivas de crecimiento.
Tenemos todo para alcanzar
nuestras metas, trabajando cada día con decisión y con entusiasmo.
Y, sobre todo, tenemos un
mismo objetivo que nos une y nos hace imparables: nuestro orgullo de pertenecer
a esta tierra, nuestro deseo de elevar ante el mundo la bandera y la Patria
dominicana, de la misma forma que lo hicieron nuestros héroes.
Ahora es el momento de
honrar su memoria con nuestros actos, sumándonos al ejército de los que llevan
en su pecho el amor a nuestro país y lo muestran cada día con su nobleza, con
su entrega y con su deseo de servir.
Es el momento de mostrar
audacia, fe y perseverancia, para seguir superando obstáculos, ganando batallas
y haciendo realidad el sueño de nuestros padres fundadores.
¡Que vivan los padres de la
Patria!
¡Que viva nuestra
independencia!
¡Que viva la República
Dominicana!
¡Que Dios les bendiga a
todos!
Muchas gracias.
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