Hoy acompañé a los
maestros Fidias y Francis en una nueva graduación de su ya tradicional Escuela
de Locución Don Pedro Pérez Vargas, en esta ocasión se invistieron casi un
centenar de personas, en su gran mayoría jóvenes.
Esa labor desinteresada y
altruista junto a su talento en el dominio de la palabra y los escenarios, les
garantiza un lugar privilegiado en las páginas del libro de nuestra historia y
en los corazones de sus discípulos.
Agradezco el
reconocimiento que me hicieron, sin embargo todos los honores son para ustedes
y esos jóvenes que se han inspirado en su ejemplo de excelencia, formación y
servicio.
¡Adelante sembradores, su
dedicada labor dará la cosecha que la patria necesita!
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