VALE LA PENA AYUDAR A HAITI?

Foto: Tomada de Elperiodiquito.com

Por: Smerling López Reynoso/Dirigente Juvenil PLD

No es un secreto que hemos estado en el ojo del mundo, como racistas, como los malos de la película por las declaraciones de personas, medios, organizaciones prohaitianas y demás, a raíz de la ley nacional de regularización, el cual se ha cuestionado, cada quien con sus respuestas al referido tema, donde el presidente ha tenido que defenderse en espacios donde se ha criticado y ha tenido que explicar una y otra vez la situación.

Muchos son los inconvenientes y enfrentamientos a los que se ha tenido que dar la cara y explicar que somos un pueblo soberano y que está regido de leyes y aunque compartimos la misma isla pero con ideales, religión, política, constitución y lenguaje totalmente diferentes, y no es por esto que querramos decir que no entendemos casos los cuales se deben dar prioridad ante tanta confusión y el querer dar respuesta a innumerable situaciones.

Hemos podido ver que el pueblo dominicano ha sido el principal país en dar ayuda a Haití cuando ocurren situaciones catastróficas, y de que vale? De qué manera podemos resolver esta problemática que durante años nos tiene como los zorros  y a ellos como las víctimas, los más sufridos;  es cuando te ayudo y me das la espalda, cabe destacar que en el 2010 Haití paso por un mal momento donde  La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció  la "ejemplar" e "inspiradora" respuesta humanitaria que la República Dominicana brindó a su vecino Haití, tras el potente terremoto que mató a unas 300.000 personas y causó 1,5 millones de damnificados. Fuimos en auxilio y ayuda de nuestros hermanos en Cristo, debido al gran número de heridos por el terremoto, muchas personas tuvieron que ser trasladadas a la República Dominicana, donde decenas de personas gravemente heridas llegaban en caravanas al hospital de Jimaní, en el oeste de República Dominicana, una pequeña ciudad fronteriza con Haití.

Mientras que autobuses desde Puerto Príncipe, llegaban al Hospital General Melenciano, con niños mutilados y decenas de hombres, mujeres y ancianos con extremidades o cráneos fracturados, ubicado a 280 km al occidente de Santo Domingo. Entonces ahí es cuando yo digo que  hasta lo mucho Dios lo ve.

“La gente que muerde la mano de quienes los alimenta normalmente lame la bota de que los patea”. Eric Hoffer (1902-1983). Pero nada, hacer el bien sin mirar a quien dice el dicho, sin embargo me da rabia e impotencia cuando miro escritos por personas que tienen la mente envenenada de los medios amarillistas y se hacen eco de dichos reportajes los cuales son maquillados, no sabiendo que se esconde detrás de todo esto, las manos oscuras que manipulan a su antojo.

Y pues no me voy muy lejos y con esto no quiero englobar a los haitianos en su totalidad, porque hay una masa que es movilizada por los poderosos, que son humillados y sin voz, a esos que van de pobreza en pobreza, donde llegan todas las enfermedades, males y demás, queremos que se entienda que nuestro país no discrimina ni es racista, somos un país de raza mixta, donde hay negros, negritos, negros azulados, morenitos (as), etc., por ende no se nos puede encasillar ni tildar de racistas.

Pero resulta que Haití vuelve a caer en las garras de un fenómeno natural, el huracán Matthew en el cual un recuento no oficial, son ya más de 800 las víctimas mortales, en el cual de inmediato no se hizo esperar la mano amiga de nuestro país, el gobierno dominicano abrió dos grandes centros de acopio para depositar aquí miles de toneladas de alimentos, materiales de construcción y varias plantas purificadoras de agua, así como maquinarias pesadas y varias cocinas móviles, con el fin de palear la situación de cientos de damnificados que dejo a su paso el huracán Matthew.

Por su parte el ministro de Obras Públicas, quien además es el coordinador de la ayuda, dijo que desde este jueves el gobierno iniciará la entrega.

En un acto, el jefe del gabinete del gobierno haitiano, Jean Belle River, calificó la acción del presidente Danilo Medina como la más importante que se ha tomado en las últimas semanas, para ir en ayuda del pueblo haitiano, todo esta información difundida por  Diario Libre. Entonces aquí viene lo bueno del caso, con un despliegue de 500 vehículos para llevar a cabo la misión, se supone que esta debe ser asegurada para que llegue a su destino final, pues resulta que sectores de la sociedad haitiana criticaron la ayuda ofrecida por República Dominicana a Haití a raíz de los daños sufridos en este país por el paso del huracán “Matthew”, y advirtieron sobre una “invasión” de productos dominicanos, incluidos los que forman parte de la lista cuya importación vía terrestre está prohibida desde el año pasado.

Vuelvo y repito vale la pena ayudar a Haití?. Encima que tienen una veda a nuestros productos, olvidamos eso y se trata de ayudar de  la manera más sana y entonces dicen que se trata de una invasión según congresistas haitianos, el cual Mandan al retiro rápido en menos de 24 horas, de todas las tropas dominicanas que se encuentran dando asistencia a los afectados  por el huracán, que vergüenza y desconsideración, ante un gesto de solidaridad, de desprendimiento por parte de esos militares dejando su familia para ir en Socorro de ellos y así pagan, que mal e indignada me siento al ver el trato de un “Funcionario”, y no podemos dejar pasar por alto esto, ya que es una amenaza y atenta contra la vida de esas personas que han ido con la intención de hacer el bien.

Que esto sirva para que meditemos y podamos hacer nuestras propias conclusiones y/o comentarios respecto al tema en cuestión, el soportar este odio que invade a personas que entienden que se le está quitando algo, que se le atemoriza etc., no es lo justo, somos seres humanos y además de eso, el paso nos quiere dañar  lo que podemos resolver de la mejor manera, pero nunca se llega al final de esto y cuando creemos que las cosas van mejor y que estamos aportando, es cuando nos dicen y quieren echarle jabón al sancocho.

Pero terminare con una frase de nuestro papa Francisco: «Hay que derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de reconciliación y solidaridad», durante su viaje a Corea del Sur. 14 agosto del 2014.