MANIFESTÓ
QUE LA JUNTA CENTRAL ELECTORAL NO DEBE SER OBSTACULIZADA NI INDEBIDAMENTE
PRESIONADA
Santo Domingo.- La
Conferencia del Episcopado Dominicano aseguró hoy que “pasadas las elecciones
hay que respetar la decisión de la mayoría y acoger con beneplácito la decisión
del pueblo expresada en las urnas”.
En un mensaje enviado a
propósito de las recién pasadas elecciones, los obispos expresaron su
preocupación por los acontecimientos que se vienen desarrollando, especialmente
lo que tiene que ver con el retraso en el conteo de los votos.
“Habiendo utilizado esta
vez medios electrónicos sofisticados, es explicable que se hayan producido
fallas y deficiencias que deben ser examinadas con objetividad”, expresaron.
En cuanto a los reclamos y
las acusaciones, explicaron que hay que fundamentarlos, probarlos y cursarlos
por los canales institucionales. “De igual manera el tribunal competente está
obligado examinarlos y a dar razón en justicia al que la tenga”.
Manifestaron que la Junta
Central Electoral no debe ser obstaculizada ni indebidamente presionada.
A
continuación el mensaje completo de la Conferencia del Episcopado Dominicano:
Preocupados por los
acontecimientos que se vienen desarrollando durante y después de las recién
celebradas Elecciones, especialmente lo que tiene que ver con el retraso del
proceso de tabulación de los votos emitidos por los ciudadanos, queremos
compartir algunas exhortaciones con el propósito de aportar como pastores al
fortalecimiento de la paz y de la democracia de nuestro pueblo.
Hoy vemos necesario
recordar y compartir algunas reflexiones, que desde 1962 hasta la fecha, la
Conferencia del Episcopado Dominicano en diversas ocasiones ha manifestado a
través de sus documentos y en la que se ha dirigido al pueblo dominicano y
especialmente a los partidos políticos, así como a las autoridades de la Junta
Central Electoral.
Recientemente hemos
asistido a un escrutinio electoral en el que el Pueblo dominicano, de manera
pacífica y con mucho civismo fue a los colegios electorales a depositar su voto
por los candidatos que entendía de su preferencia. Felicitamos al pueblo por su
participación cívica y democrática. Los partidos políticos deben observar esta
actitud del pueblo como una toma de conciencia de su responsabilidad ante la
democracia.
Han pasado varios días, y
todavía la Junta Central Electoral no ha podido concluir el proceso que le
permita expresar ante la opinión pública quienes han resultado ser oficialmente
los ganadores que conformarán el próximo Congreso Nacional y las diversas salas
capitulares de nuestros ayuntamientos.
Recordamos lo que ya hemos
dicho en documentos anteriores. “Es deber de -la Junta Central Electoral-
disipar toda clase de dudas a base de integridad, transparencia, eficiencia,
eficacia y responsabilidad”. Que el conteo y publicación de votos no deje lugar
alguno a la más mínima duda sobre la limpieza del proceso electoral en esta
fase final decisiva.
Habiendo utilizado esta
vez medios electrónicos sofisticados, es explicable que se hayan producido
fallas y deficiencias que deben ser examinadas con objetividad.
De igual forma recordamos
que en el ejercicio de su función, la Junta Central Electoral no debe ser
obstaculizada ni indebidamente presionada. Que “el resultado de las elecciones
sea aceptado por todos con grandeza de ánimo, sin excesos provocadores por
parte de los triunfantes y sin acusaciones falsas por parte de los demás”. La
justicia nos pide que nada ni nadie predisponga ilegítimamente en una dirección
u otra.
“Pasadas las elecciones
hay que respetar la decisión de la mayoría y acoger con beneplácito la decisión
del pueblo expresada en las urnas”. Los reclamos y las acusaciones hay que
fundamentarlos, probarlos y cursarlos por los canales institucionales. De igual
manera el tribunal competente está obligado examinarlos y a dar razón en
justicia al que la tenga.
Propiciemos que la Junta
Central Electoral y las Municipales puedan concluir su trabajo. Para ello vemos
conveniente que los distintos actores políticos se pongan de acuerdo y permitan
que estas instituciones encargadas de la administración de las elecciones
puedan concluir su labor tal como lo establecen las leyes.
Finalmente les pedimos a
los líderes políticos y a toda la ciudadanía que en nombre de la paz,
reconozcan que la situación del país reclama un fin del proceso electoral que
sea ejemplar. Exhortamos que esta fase final de las elecciones sea modelo de
cordura, civismo y respeto mutuo, sintiéndonos todos responsables de construir
una patria basada en valores permanentes de verdad, de amor, de esperanza y de
paz; que cada dominicano sepa asumir el desafío y el compromiso de ser
coherente.
Que Dios les bendiga a
todos y nuestra madre de La Altagracia nos proteja.
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